Iberdrola redujo sus beneficios un 18,4% el primer semestre por los impuestos diferidos en Reino Unido
El grupo energético ha elevado sus inversiones un 37% hasta superar los 4.900 millones en los seis primeros meses del año
El grupo energético Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.531 millones de euros en el primer semestre de este año, según ha remitido la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV). Este resultado supone un retroceso del 18,4% respecto a los 1.876,45 millones (cifra revisada frente a los 1.845 anunciados inicialmente) que ganó en el mismo periodo del año pasado, cuando se anotó 485 millones de plusvalías por la venta de Gamesa. El beneficio reportado resulta tras haber aplicado una actualización de 463 millones para atender los impuestos diferidos por el incremento del impuesto de sociedades en Reino Unido para 2023, que pasa del 19% al 25% y que afecta en el ejercicio actual. El beneficio neto ajustado creció un 8,4%, hasta los 1.844 millones.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) fue de 5.444 millones, un 10,2% más, que, sin incluir el impacto covid y el tipo de cambio, sería un 15% superior. El 85% del total procedió de redes y renovables. El ebitda de redes creció un 10,6%, hasta los 2.567,9 millones por el incremento de inversión y de la energía distribuida en todos los mercados donde opera la compañía, principalmente Brasil, que integra ya a la distribuidora de Brasilia. Excluyendo el impacto negativo de la covid y del tipo de cambio, el ebitda de este negocio hubiera crecido un 18,5%.
La compañía ha aumentado su cash flow (flujo de caja operativo) un 8%, hasta los 4.246 millones. Asimismo, reforzó sus ratios financieras, tras reducir su deuda neta ajustada en más de 500 millones e incrementar la liquidez a cierre de junio hasta los 17.600 millones, que cubren 21 meses de necesidades de financiación. El grupo se mantiene como líder en financiación verde y sostenible, con 32.409 millones. El dividendo por acción con cargo a 2020 crece un 5,5% hasta los 0,422 euros por acción. La empresa mantiene las expectativas de beneficio y dividendo para el presente ejercicio.
El grupo ha realizado unas inversiones de 4.909 millones, lo que representa un 37% sobre el mismo periodo de 2020. Estas inversiones contribuyeron también a consolidar una estrategia de expansión en actividades y mercados como Europa, América y Asia Pacífico. Más de un 90% de este esfuerzo inversor se destinó a las actividades de renovables (un 45%) y redes inteligentes (un 46%). Por mercados, la mitad se realizó en Estados Unidos (27,1%) y España (25,4%). Las destinadas al área Internacional ganan peso y representan un 17,2%, mientas que Brasil recibió un 14,5% y el Reino Unido, un 12%.
Según el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, “los resultados son el fruto de un esfuerzo inversor sin precedentes; en un período de gran complejidad, hemos acelerado las inversiones en redes, renovables y almacenamiento, promoviendo la actividad económica y ayudando a crear empleo de calidad en todo el mundo”.
Capacidad renovable
El plan inversor de Iberdrola permitió incrementar la capacidad renovable operativa de la compañía hasta superar los 35.600 megavatios (MW). En los últimos 12 meses, Iberdrola ha puesto en marcha 2.960 MW verdes, de los que 1.950 corresponden a eólica terrestre, 930 a solar fotovoltaica y 80 a almacenamiento con baterías.
En generación y clientes, el beneficio bruto fue de 803,3 millones (una caída del 40,9%), impactado por los altos precios registrados en el mercado eléctrico español, el impacto de la covid y los efectos de la tormenta Filomena y la ola de frío en Texas (Estados Unidos), según sostiene la empresa. El negocio de renovables, por su parte, incrementó su ebitda en el periodo un 63%, hasta los 2.005,2 millones, impulsado por el aumento de la producción y la mayor capacidad instalada. El área recoge también el impacto positivo de la reversión del canon hidroeléctrico de 2013 y 2014 en España.
La compañía, que prevé finalizar el ejercicio con 4.000 MW adicionales de energías renovables operación. Iberdrola se ha comprometido a instalar y poner en operación en el periodo 2020-2025 un total de 27.600 MW, con el objetivo de alcanzar los 60.000 MW de potencia renovable total.
Segregación de eólica marina
Para afrontar esta fase de expansión, Iberdrola ha realizado compras a proveedores que alcanzan los 18.000 millones desde el comienzo de la pandemia. Los pedidos adelantados por la compañía contribuyen a sostener 400.000 empleos de la cadena de suministro en el mundo, según la compañía.
Una de las principales plataformas de crecimiento del grupo se encuentra en el desarrollo de proyectos eólicos marinos. En la reunión con analistas, Sánchez Galán ha desvelado que el grupo estudia la posibilidad de segregar este negocio de eólica marina que está valorado en unos 15.000 millones. A preguntas de los analistas respondió que “siempre estamos mirando todas las medidas y oportunidades para mejorar nuestro balance y perfil financiero”. “Estamos analizando el tema con detalle, tenemos 1.300 MW en operación que generan 600 millones de euros de Ebitda, 2.600 MW en construcción y 12.000 MW estarán operativos en 2030. No se ha tomado ninguna decisión, pero lo estamos analizando con detalle”, añadió.
La compañía avanza en los proyectos de Saint Brieuc (Francia, 496 MW), Vineyard Wind 1 y Park City Wind (800 y 804 MW en Estados Unidos, respectivamente) y Baltic Eagle (Alemania, 476 MW), que permitirán duplicar su capacidad offshore en los próximos años. La estrategia de Iberdrola en el segmento eólico marino se verá impulsada por los procesos de subastas previstos a corto plazo en los principales mercados donde opera o está posicionada: Europa (37.000 MW entre 2021-2022), Estados Unidos y Asia Pacífico (13.800 MW hasta 2024).
En Estados Unidos, otra de sus plataformas de crecimiento, espera completar la adquisición de PNM Resources antes de que concluya el año, en la que solo queda pendiente la autorización del regulador de Nuevo México, que se espera para el cuarto trimestre del año. Esta operación consolidará a Iberdrola como una de las mayores distribuidoras del sector norteamericano y el tercer operador de renovables.
Las alianzas también contribuirán a avanzar en el proceso de descarbonización de la economía y la reactivación de la industria y el empleo, de acuerdo al Plan de Recuperación del Gobierno. Iberdrola ha formado alianzas en energías renovables, como es el caso de Mapfre, Total y Shell; BP, Fertiberia, Cummins, Porcelanosa, Diageo y Foresa, en hidrógeno verde; y Volkswagen, Renault, Irizar y la compañía de soluciones de recarga inteligente Wallbox, en movilidad sostenible, entre otros. Las soluciones inteligentes para clientes apuntan también oportunidades de crecimiento, destacando la expansión de las soluciones inteligentes-smart en el ámbito del hogar y la movilidad eléctrica: las contrataciones de Smart Mobility casi se triplican; las de Smart Solar, más que se duplican, y Smart Homey Smart Clima también crecen.
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