La Ley de la Cadena Alimentaria hace agua con la leche
El estudio del Observatorio de Agricultura constata que una parte muy importante de los ganaderos reciben precios por debajo de los costes de producción
El Ministerio de Agricultura ha venido a ratificar oficialmente, a través de su informe del Observatorio sobre el valor de los precios en la cadena láctea, que una parte muy importante de los precios pagados a los ganaderos no cubren los costes de producción en contra de lo establecido en la Ley de la Cadena Alimentaria impulsada por el departamento. Los ganaderos achacan la situación a la política de las industrias y muy especialmente a la estrategia de la gran distribución de ofrecer leche barata, así como a la inacción de la Administración a la hora de ejercer cierto control.
El estudio, elaborado por el Observatorio de la Cadena Alimentaria sobre la evolución de los precios en el sector en origen entre los años 2018 y 2020 calcula unos costes de producción desde la cifra más baja de 0,329 euros litro hasta los 0,384 euros, con una media de 0,356 euros. Frente a estos costes, los precios percibidos por los ganaderos en el mismo periodo oscilaron entre los 0,322 y los 0,332 euros, con una media de 0,327 euros. A partir de estos precios pagados en origen, las industrias vendieron la leche a la distribución en una horquilla entre los 0,503 y los 0,597 euros. Los costes de industrialización suponen entre 0,214 y 0,69 euros litro. Finalmente, los costes de la comercialización y distribución se sitúan entre 0,14 y 0,18 euros litro, para acabar el cartón en los lineales a unos precios, con el 4% de IVA, de entre 0,57 y 0,79 euros, con una media de 0,68 euros litro.
El peso específico del coste de producción de la leche en origen en su precio final oscila entre un 40,89% y un 48,17%, si bien ese porcentaje sería inferior si se considerara el precio de venta más bajo al que vende el ganadero. La industria supone entre el 31,33% y el 39,30% de ese precio final; y la comercialización y distribución, entre un 19,8% y un 20,5%%. El Observatorio destaca los escasos márgenes que se aplican en la cadena de valor para llegar al precio al que pretende vender la distribución en su batalla por los mercados.
Desde la producción, las críticas sobre la situación de bajos precios por la que atraviesa el sector se reparten entre las industrias, la distribución, y la Administración por la inacción para que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria, que exige pagar al menos los costes de producción. “Te ponen sobre la mesa un contrato con un precio. Y no te queda otra salida, mirando tu situación, que decir que sí, que con el mismo cubres los costes de producción” señala Rosario Arredondo, ganadera responsable del sector en Coag y presidenta de la interprofesional. Arredondo entiende que la industria tiene su parte de culpa en lo que está sucediendo en el sector, pero achaca la mayor responsabilidad a la gran distribución, donde se sigue vendiendo leche de larga duración a precios entre 0,50 y 0,60 euros el litro, cuando no deberían bajar de 0,65 euros. En sus críticas señala a la Administración por no hacer cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria hasta el final en lo que respecta a la distribución. “Si no se vigila por qué se vende leche a menos de 0,60 euros, mal podemos defender un precio rentable en origen”, apunta.
Agricultura ha reconocido que el sector no cubre los costes de producción ante las Cooperativas Agroalimentarias, si bien no ha ofrecido una respuesta.
Los costes de producción se han incrementado este año con la subida de partidas como los piensos, con una repercusión mínima de tres céntimos de euros por litro.
Olivar, la misma historia
La existencia de unos precios pagados al agricultor por debajo de los costes de producción es una situación que se reconoce igualmente por el Ministerio de Agricultura en el estudio sobre la cadena de valor elaborado recientemente por el mismo Observatorio. De acuerdo con sus datos, los costes de producción en el sector olivarero para un virgen extra se sitúan en una horquilla de entre los 1,39 euros por kilo en las explotaciones más intensivas hasta los 5,28 euros para las explotaciones de secano tradicionales de bajos rendimientos, con una media de 2,7 euros por kilo.
Frente a esa cifra, los precios de venta de los olivareros en los últimos tres años oscilaron entre los 1,9 euros para el aceite lampante y los 2,1 euros para un virgen extra hasta que se registró la subida de más del 50% desde el inicio de esta campaña, que ya se está reflejando en los precios de venta al público, lo que ha provocado un descenso de las ventas. Ello pone de manifiesto que, pese a las campañas en apoyo a su demanda basadas en su calidad, una mayoría de los consumidores sigue comprando por precio en la gran distribución.
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