_
_
_
_

El sector de frutas y hortalizas de la UE se une contra el pacto con Marruecos

Los productores de tomate de Italia, Francia, Portugal y España denuncian el incumplimiento del acuerdo de asociación suscrito con el país magrebí

Tomates
Un trabajador pone perchas en un invernadero de tomate en La Cañada (Almería).FRANCISCO BONILLA

Los productores de tomate de Italia, Francia, Portugal y España han denunciado ante las autoridades comunitarias el incumplimiento por parte de Marruecos del acuerdo de asociación suscrito con el país magrebí. También reclaman su revisión y la necesidad de vigilar su ejecución para no poner en peligro la continuidad del cultivo en el sur de la UE. El sector advierte sobre el riesgo de que esa situación se extienda a otras producciones, como sucede con la alubia verde.

La Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas lamenta la inactividad de la Comisión Europea cuando en sus informes reconoce que a medio plazo la UE podría perder la mayor parte de su comercio frente a las importaciones de terceros países. En COAG y las Cooperativas Agroalimentarias denuncian la actividad de Marruecos como competencia desleal.

Más información
El tomate, entre dos fuegos
De los tomates que no sabían a nada a las estanterías llenas de variedades

El acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos contempla un techo de entradas de 285.000 toneladas de tomates a un precio de entrada de 0,46 euros por kilo. Frente a ese volumen, en 2020 las importaciones desde ese país a toda la UE, incluyendo también el Reino Unido, ascendieron a 518.190 toneladas, línea que se ha mantenido en los últimos meses con la entrada de 373.000 toneladas de octubre a marzo.

Los países del sur de la UE plantean la necesidad de ajustar el precio de entrada al valor de las producciones, ya que el mismo se mantiene desde hace medio siglo. Los productores estiman que sus costes de producción son más elevados por cuestiones como la mano de obra y el cumplimiento de exigencias fitosanitarias en materia de seguridad mucho más duras que las exigidas en terceros países. El sector reclama la aplicación de la cláusula de salvaguardia y que se cumpla con la filosofía del acuerdo: este señalaba que se mantendría la corriente tradicional de las importaciones y estas se han duplicado.

Los efectos negativos para el sector de la aplicación abusiva del acuerdo se han traducido en una reducción de los precios por debajo de costes y, en el caso de España, un ajuste de las exportaciones. Se ha pasado de unas ventas al exterior, sobre todo al resto de la UE, de un millón de toneladas a unas 700.000. En esta caída han influido las mayores entradas de Marruecos, pero también el aumento de la producción en otros países del norte de la UE, con el desarrollo de modernas estructuras de invernaderos a base de ayudas indirectas de sus gobiernos. Estas permiten elevadas producciones por metro cuadrado frente a los 15 kilos de media obtenidos en España. El sector reclama un plan más ambicioso para modernizar las estructuras productivas de los invernaderos más allá de los 122 millones de euros asignados para este fin, cuando el coste de una hectárea de un invernadero modernizado supone unos 400.000 euros. España dispone de unas 50.000 hectáreas de invernaderos.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_