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El brócoli salva el año del inventor de la aspirina

La división agrícola compensa la caída de la facturación en 2020 del negocio de antigripales de Bayer España

Laboratorio de biología celular de Bayer en Almería.
Laboratorio de biología celular de Bayer en Almería.

El beneficio de las farmacéuticas con la pandemia de la covid-19 no ha sido generalizado. Bayer España redujo su facturación el pasado año hasta los 667 millones de euros, desde los 693 millones de 2019. El consejero delegado de la multinacional alemana en España y Portugal, Bernardo Kanahuati, lo explica: “Aunque fue un año sólido, impactaron las restricciones de movimiento, con menos tratamientos e intervenciones médicas a los pacientes. Asimismo, el uso de mascarillas redujo drásticamente las infecciones respiratorias y, por tanto, la venta de antigripales”. Tampoco ayudó el Brexit: “El impacto ha sido pequeño y, aunque lo ha habido, nos pudimos preparar con tiempo, sobre todo para asegurar el suministro”, detalla.

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Solo la división agrícola logró aumentar sus ventas en 2020 en un 6%, hasta los 239 millones de euros. Una división muy importante en España que, no obstante, está por debajo de los 332 millones que se comercializan en productos farmacéuticos, aunque muy por encima de los 96 millones facturados por el área de productos de autoconsumo como son, por ejemplo, los complejos vitamínicos. Con estas cifras, Bayer España oscila entre los puestos décimo y duodécimo frente a otras filiales en función de su aportación a la matriz.

Pese a la ligera caída de las ventas en España, la firma elevó sus inversiones. En 2020, el montante alcanzó los 65,5 millones de euros, con un aumento del 9% respecto al ejercicio anterior. De esta cantidad, 28 millones fueron a infraestructuras, y los 37,5 millones restantes, a innovación. “Salud, ensayos clínicos oncológicos, colaboraciones con hospitales, investigación con más de mil proyectos… El talento es muy importante y España es uno de nuestros principales centros de investigación en el mundo”, explica Kanahuati.

El desembarco de la multinacional alemana en la península Ibérica se produjo hace más de 120 años y cuenta con tres grandes centros de producción que exportan mayoritariamente sus productos. Tal vez el más llamativo y popular es el ácido acetilsalicílico (la aspirina), que produce en exclusiva para todo el mundo en su factoría de La Felguera (Asturias) y del que exporta el 97% de la producción.

En Alcalá de Henares (Madrid), su planta fabrica cápsulas de gelatina blanda y cuenta además con un centro de I+D y una planta piloto. El 90% de la producción de estas cápsulas acaba en otros países. Su tercer centro productivo se ubica en Quart de Poblet (Valencia), especializado en productos fitosanitarios, con unas ventas al exterior del 40%.

Compra

A finales del pasado año, Bayer adquirió la firma estadounidense AskBio por 4.000 millones de dólares (3.315 millones de euros). Esa operación le permitió controlar la biotecnológica Viralgen, con sede en San Sebastián y pionera en España en terapias génicas. El consejero delegado de Bayer para la península Ibérica apunta que estamos asistiendo a una biorrevolución, con una ola tecnológica nueva con terapias génicas y celulares por las que está apostando la compañía. “Todo ello lo queremos llevar a cabo con una política de sostenibilidad, por lo que esperamos que en 2030 seamos neutrales en emisión de CO2, y para 2050, que todos nuestros procesos de fabricación estén descarbonizados”. Y añade: “La digitalización debe envolverlo todo con el fin de utilizar la tecnología para servir mejor al paciente”.

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Fuera del mundo fabril, la filial española tiene su sede corporativa y centro de servicios compartidos en Sant Joan Despí (Barcelona) y tres centros en Almería (San Nicolás, El Ejido y Níjar), destinados a la mejora genética de plantas en invernaderos convencionales. En Murcia hay una sede de I+D para optimizar la producción en cultivos al aire libre de brócoli, coliflor, lechuga, melón… Y, por último, tiene una estación experimental en Brenes (Sevilla), enfocada a dar soluciones en los cultivos mediterráneos.

Todas estas actividades dan trabajo a 2.354 trabajadores. Un empleo que se ha mostrado estable en 2020, en el que ha habido un crecimiento neto en la fábrica de Alcalá de Henares y en el centro de Barcelona, explica el consejero delegado. “Trabajan personas de 50 nacionalidades distintas, con un 52% de hombres frente al 48% de mujeres. Estas suponen el 40% de los cargos directivos”, dice.

Bernardo Kanahuati aborda con firmeza la polémica que se ha creado entre las distintas vacunas para inmunizar de la pandemia. “Todas las aprobadas por la autoridad europea son buenas y cuanto antes se inoculen, mejor. Son importantes porque reducen el riesgo de hospitalización”, explica.

La implicación de la filial española en la pandemia ha sido importante, con la donación de 800.000 euros al Sistema Nacional de Salud, la creación de un voluntariado para asistir a los más vulnerables y la gestión de datos para el diagnóstico y la evolución del virus. Una de las prioridades de Bayer, según su responsable en España y Portugal, ha sido mantener los mercados abastecidos pese a la paralización económica.

A escala mundial, la compañía va a participar en el proceso de vacunación de la población, ya que considera que la colaboración es clave en un momento como el actual. “Firmamos un acuerdo con la biotecnológica alemana CureVac para la producción, distribución y ensayos clínicos de su vacuna contra la covid-19, algunos de cuyos ensayos se están realizando en España”. Kanahuati confía en que, después de pasar las distintas fases de aprobación de las autoridades europeas, Bayer empiece a producirla el próximo año en Alemania. Esta vacuna, como las de Pzifer o Moderna, está basada en el RNA mensajero.

Monsanto sigue coleando

La compra por 63.000 millones de dólares (52.326 millones de euros) de la estadounidense Monsanto, dedicada a la venta de semillas y productos agrícolas, sigue siendo una losa para Bayer. El pasado junio, la firma alemana se comprometió a indemnizar con 11.000 millones de dólares a los supuestamente afectados por cáncer contraído por el herbicida de Monsanto, Roundup, que contiene glifosato. “En 2050 habrá 2.200 millones más de personas en el mundo y viviremos más tiempo. Necesitamos más comida y trabajamos en esa línea. Bayer tiene en Alemania y España sus principales centros de I+D para el sector agrícola. Es un mercado esencial para la compañía”, explica Bernardo Kanahuati. Sobre la controversia de las semillas transgénicas, el responsable del mercado ibérico puntualiza que Bayer investiga en todas direcciones.


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