La ministra de Trabajo confía en extender la ley de los repartidores a más sectores
Yolanda Díaz señala que la tecnología no puede traer una “devaluación retributiva y la degradación del trabajo”
La vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, cree que la ley de repartidores de plataformas digitales, los conocidos popularmente como riders, puede extenderse a otros sectores. Pero eso no sería inmediatamente. La también ministra de Trabajo lo ha planteado como un horizonte en el que esta “puede ser una norma de referencia para el futuro” y ha apuntado que la norma pactada con los sindicatos UGT y CC OO y las patronales CEOE y Cepyme el pasado marzo será aprobada “en breve” por el Consejo de Ministros.
Díaz ha recordado que la “norma se refiere solo a la actividad de reparto”, pero ha añadido rápidamente que en ella “caben consecuencias implícitas”, según ha explicado en una jornada sobre el futuro del trabajo organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), la Universidad de Alcalá de Henares y la Cátedra Financiera Orfin.
Preguntada sobre esa extensión de la regulación a otros sectores, la vicepresidenta ha recordado las dificultades que ha encontrado su departamento para pactar la ley con los agentes sociales: “Ha sido la norma más compleja y, no por nada, todo el mundo quería legislar”. Una de ellas fue, precisamente, el temor de los empresarios a que las reglas no se quedaran solo en las plataformas como Glovo o Deliveroo. Por eso, ha señalado que esa posible reforma se abordaría con “la necesaria tranquilidad y el necesario sosiego”.
50 reformas laborales que no han servido para nada
En un discurso centrado en el mercado laboral que viene, Díaz ha glosado la ley del teletrabajo, que su departamento pactó con los agentes sociales el pasado septiembre. Y, además, ha admitido que las plataformas, los robots y los algoritmos han venido para quedarse. Pero ha señalado que el desarrollo tecnológico no puede significar una “devaluación retributiva y en la degradación del trabajo”.
La titular de Trabajo comentó que se debe asumir el reto de la digitalización con optimismo porque va a permitir mejoras en las condiciones de trabajo y propiciará una reforma para adaptarse a la tecnología. En este sentido recordó que “las últimas 50 reformas laborales hechas durante 42 años no han servido para nada. El mercado laboral español sigue teniendo los mismos problemas que hace cuatro décadas y, en ocasiones, hasta con las mismas tasas. Cuando lo explico en Bruselas no dan crédito a que no hayamos atajado este problema con rotundidad”.
Volviendo a los repartidores, Díaz ha recordado que la ley de las plataformas contiene la obligación de que las empresas informen a los representantes de los trabajadores sobre los algoritmos con implicaciones laborales. “El algoritmo es el antiguo capataz de antaño”, ha resumido Díaz para señalar que estas herramientas se encargan ahora de la organización del trabajo como lo hacían antes los encargados y que, en consecuencia, la regulación que verá pronto la luz está plenamente justificada.
Robotización no debe ser devaluación de sueldos
Además de las consideraciones sobre el futuro, Díaz también ha hablado sobre algunos de los temas abiertos de la reforma laboral, entre ellos la negociación colectiva. Sobre esta última, ha dicho, cerrando filas con el propio presidente del Gobierno, que su intención es “modernizar” los convenios.
En su discurso, Díaz aseveró que “no podemos permitir que el reto de la digitalización y de la robotización signifique que la economía siga asentándose en la devaluación retributiva y en degradación del trabajo y de las personas que hay detrás”.
Lamentó que las jornadas de trabajo “sin límites” estén “alentadas por la digitalización” y por otros factores como la precariedad laboral. Destacó que “no es admisible ni rentable que se entrene a las personas para la precariedad” y apuntó que se deben reforzar los contratos formativos “como trabajos dignos”.
La vicepresidenta reivindicó que “la empresa se adapte a las personas” que tienen que atender cuidados y señaló que el Gobierno “ya está trabajando” para trasponer la directiva europea sobre conciliación para que los trabajadores “no tengan que dejar el trabajo para poder cuidar”. “El tiempo de trabajo flexible no puede ser una trampa que dificulte la corresponsabilidad”, afirmó.
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