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Emprendedores

Sanidad inteligente

Mysphera automatiza procesos en los hospitales para acortar los tiempos de espera de los pacientes

Salvador Vera, fundador de Mysphera.
Salvador Vera, fundador de Mysphera.

Si el tiempo es dinero, en sanidad el tiempo puede suponer mucho más, sobre todo cuando se trata de las listas de espera para consultas urgentes o quirófano. Consciente de ello, el valenciano de 43 años Salvador Vera fundó Mysphera en 2012 junto a su socio de 42, el alicantino Eduardo Montón, para mejorar los servicios existentes gracias a la digitalización. El resultado: un 10% más de operaciones en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, afirma Vera. Un éxito que ha hecho que su sistema se extienda por más de 50 hospitales en España, Francia, Bélgica, Reino Unido y Chile.

Vera es un emprendedor procedente del mundo de la investigación. En la Universidad Politécnica de Valencia ayudaba como ingeniero electrónico a desarrollar tecnologías que permitieran informatizar procesos. “Nos dimos cuenta de que los profesionales del ámbito médico gastaban mucho tiempo en recoger manualmente datos sobre los pacientes o realizando gestiones que se podían informatizar”, comenta el ahora consejero delegado de Mysphera.

Con sus conocimientos, montó esta start-up que fabrica pulseras con geolocalización, conectadas a un sistema informático que permite saber en todo momento dónde está cada paciente del hospital. “El software puede automatizar los procesos: llamar a limpieza nada más terminar una operación, avisar de que un quirófano ha quedado libre para que pasen al siguiente paciente, o dar comodidades, como informar a los familiares de en qué punto del proceso se encuentra”, explica Vera. “Todo va quedando registrado y los tiempos se agilizan”.

Arrancar el proyecto fue posible gracias a que un grupo de empresarios valencianos se interesaron por el proyecto y lo financiaron. “Lanzar la empresa ha sido una locura. Hemos estado a punto de cerrar dos veces. El sector hospitalario depende en buena parte de financiación pública y tiene unos tiempos lentos y contratos inestables”.

Pese a ello, Mysphera siguió creciendo, aumentando sus contratos y ganando premios, como el de mejor despliegue del Internet de las cosas de la revista de tecnología RFID Journal o el mejor caso de éxito en la conferencia BPM en 2018.

Ese mismo año, consiguió 2,8 millones de euros en una ronda de capital riesgo donde se sumaron fondos como el israelí Swanlaab, Sabadell Venture Capital, Aliad (francés, del grupo Air Liquide) y Wayra (Telefónica). Estos dos últimos, pasaron a ser también socios. El año pasado lo cerraron con casi dos millones de euros de facturación y un crecimiento de más del 30%, aunque la enorme reestructuración con vistas al salto al mercado estadounidense y al lanzamiento de nuevos productos se llevó todo beneficio. Con casi 50 personas en la plantilla, otros cinco millones de euros procedentes de fondos europeos y una larga lista de contratos esperando, Mysphera confía convertir 2020 en un año lleno de avances.

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