Bruselas pide restringir de las redes 5G a proveedores de “alto riesgo”
La Comisión lanza una estrategia restrictiva ante las preocupaciones por empresas como Huawei
Europa quiere proteger la espina dorsal de su economía en los próximos años: la red de 5G. La Comisión Europea llamó a los países a restringir, e incluso excluir, a los proveedores que consideren de “alto riesgo” para la seguridad de la infraestructura. Bruselas se apartó del veto propugnado por Washington, que ha prohibido la participación de Huawei en el sector público. Pero tampoco da vía libre a las compañías chinas en Europa al pedir a los socios de la UE un control muy estricto y una diversificación de sus proveedores. “Aceptamos a todo el mundo, pero tenemos reglas”, recordó el comisario Thierry Breton.
La Comisión Europea no ha seguido los pasos de EE UU, Australia o Japón de vetar a Huawei y a ZTE del despliegue de la red de 5G por sus presuntos vínculos con las autoridades chinas. Sin embargo, ha fijado unas directrices estrictas para sus países miembros. “El 5G no tiene nada que ver con sus predecedores. Ni con el 3G ni el 4G”, cuenta el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en un encuentro con varios medios europeos, entre ellos EL PAÍS.
El 5G ya no solo tiene que ver con la velocidad con la que los usuarios podrán descargar una foto o un video. El comisario recordó que hará posible el desarrollo de las ciudades inteligentes y abarcará ámbitos como la salud, el transporte y los negocios. “Es una arquitectura totalmente diferente, un gran cambio de paradigma”, añade Breton. La UE estima que en 2025 esa red moverá ya 225.000 millones de euros en todo el mundo.
La infraestructura ya está en marcha. Los Veintiocho han asignado el 16% de sus bandas y 138 ciudades tendrán 5G a finales de año. Sin embargo, cuantas más ventajas, más inconvenientes. La red multiplicará la velocidad y volúmenes de datos, pero también puede abrir brechas que pongan en peligro la “soberanía tecnológica europea”.
Los riesgos están identificados. Las capitales los enumeraron en octubre: desde posibles ataques por parte de grupos vinculados al crimen organizado hasta disrupciones en servicios clave, según la comunicación que aprobó este miércoles la Comisión Europea. En ella, el equipo de Ursula von der Leyen da a los países una “caja de herramientas” para “mitigar” esos riesgos.
Esos trabajos empezaran después de que Estados Unidos vetara a las chinas Huawei y ZTE y el anterior comisario del área digital, Andrus Ansip, advirtiera sobre las presuntas prácticas de esas compañías para acceder a los datos de sus usuarios sin permiso. A lo largo de este proceso, Bruselas barruntó incluso en crear una lista negra de proveedores.
Sin embargo, ha optado por no vetar —ni señalar— pero tampoco por cruzarse de brazos. “No hay ninguna discriminación. Es importante que todo el mundo tenga las reglas claras y que sepa que puede hacer negocios en Europa, pero de forma justa”, afirma Breton. En un comunicado, Huawei afirmó haber acogido “positivamente la decisión de Europa que permite a la compañía el despliegue de 5G” del continente.
La comunicación aprobada por la Comisión Europea prevé medidas de carácter “estratégico” y “técnico” para que los países puedan redactar sus planes para proteger la red de 5G. Bruselas espera que antes del 30 de abril los socios de la UE hayan dado ya pasos para implementar medidas clave propuestas. En todo caso, el grupo que coordina estos trabajos presentará un informe sobre su ejecución antes de que acabe el semestre.
“Restricciones relevantes”
Bruselas considera fundamental que desde las capitales se formule una “evaluación indivual” de los proveedores para ver si entrañan algún riesgo. Los responsables de la anterior Comisión llegaron a mencionar la posibilidad de que Pekín demandara a algunas compañías crear puertas traseras para poder acceder a la información de los dispositivos.
En caso de que los Estados detecten un “riesgo elevado” para la seguridad de infraestructuras clave, podrán imponer “restricciones relevantes a los proveedores que consideren de alto riesgo, incluyendo la exclusión necesaria para mitigar de forma objetiva los riesgos para las infraestructuras clave”, señala la recomendación de Bruselas. “La Comisión Europea está lista para apoyar a los Estados miembros en la implementación de esas medidas”, añade la comunicación.
Uno de los problemas con los que se topa Europa, sin embargo, es la ventaja que Huawei lleva a sus rivales en los equipos de 5G. El Reino Unido, que el 1 de febrero deja de ser miembro de la UE, decidió no apartar a la compañía, sino limitar su participación en el mercado británico como “proveedor de alto riesgo”. Esa solución, diversificar las compañías adjudicatarias, también se contempla por Bruselas. Ninguna ley obliga a los Estados miembros, pero la Comisión confía en ellos al haber ido atando el proceso en una mesa que la Agencia de Ciberseguridad comparte con los Veintiocho.
“El criterio para adjudicar dejará de ser solo el precio”
La Comisión Europea considera que ha formulado unas recomendaciones claras para que las capitales puedan realizar sus evaluaciones. Y si es necesario, tumben a un proveedor que crean que supone una amenaza. “Antes el criterio para contratar a un proveedor era básicamente el precio. Ahora es más complejo, hay que tener muy en cuenta los factores de seguridad”, sostiene Thierry Breton comisario europeo de Mercado Interior.
A su juicio, desde esta semana los socios de la UE tienen ya una “checklist” que, en caso de cumplir a rajatabla, servirá para mitigar al máximo los riesgos. Aun así, Breton recuerda que operadores y proveedores también deben aportar su parte. “No es un problema solo de los Gobiernos, sino de toda la cadena”.
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