Wirecard se declara en suspensión de pagos

La caída en desgracia de la empresa protagonista del gran escándalo financiero alemán se ha formalizado esta mañana. Wirecard, la tecnológica de servicios de pago, que arrastra un agujero contable de 1.900 millones de euros ha iniciado el procedimiento para declararse insolvente, según ha publicado la propia empresa en su página web.

“El consejo de administración de Wirecard ha decidido presentar una solicitud para abrir el procedimiento de insolvencia para Wirecard AG ante el tribunal competente del distrito de Múnich debido a su insolvencia inminente y sobreendeudamiento, indica en su nota de apenas un par de párrafos la compañía. Añade, además, que ahora evalúa si presenta solicitudes de insolvencia para las filiales de Wirecard Group.

La fiscalía de Múnich emitió la semana pasada una orden de detención contra Markus Braun, ex consejero delegado de Wirecard, acusado de supuesto fraude contable y manipulación de mercados, según informaron los investigadores bávaros en una nota. Braun fue finalmente puesto en libertad bajo fianza de cinco millones de euros. La propia empresa reconoció la madrugada del domingo pasado que los pagos correspondientes a los 1.900 millones de euros “probablemente no existen en la gran mayoría de los casos”. Los pagos fraudulentos están supuestamente asociados con los servicios deslocalizados en Filipinas, Dubai y Singapur.

La caída de Wirecard supone un duro golpe a la reputación del sector financiero y empresarial alemán. Ha suscitado además numerosas críticas sobre el papel de los supervisores, que pese a las insistentes revelaciones periodísticas, no actuaron para poner coto al supuesto fraude. El colapso de la estrella tecnológica se produce después de que en 2018 ingresara en el índice bursátil DAX, desplazando a Commerzbank. Esta es la primera vez que una empresa del DAX se declara insolvente. El jueves las acciones de Wirecard se desplomaron hasta alcanzar un valor de 2,68 euros, frente a los 191,3 de agosto de 2018.