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Desigualdad en las empresas del Ibex: los altos ejecutivos ganan 123 veces más que su plantilla

Un informe de la ONG Oxfam-Intermón pide mayor transparencia y compromiso a las compañías

Directivos en Madrid.
Directivos en Madrid. JAIME VILLANUEVA

Directivos con sueldos estratosféricos, filiales dislocadas en territorios con normativas fiscales ventajosas, sueldos inferiores para las mujeres y brechas salariales desmesuradas entre los máximos ejecutivos y la media de la plantilla. Estos son los elementos que la ONG Oxfam-Intermón esgrime en su informe Quien parte reparte para lanzar una reprimenda a las empresas del Ibex 35. La organización concluye que las sociedades cotizadas, que podrían tener una influencia decisiva en la reducción de la desigualdad, ganan mucho y redistribuyen poco, contribuyendo a alimentar un círculo vicioso que ensancha las distancias en lugar que reducirlas. 

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El informe, publicado este miércoles, señala que la brecha media entre el sueldo más alto y el salario medio de cada empresa es de 123 veces en empresas del Ibex. Usando otras magnitudes: los primeros ejecutivos de estas sociedades ganaron 4,4 millones de euros de media en 2018, frente a los 35.810 de sus plantillas. Inditex es la compañía con la brecha más amplia: en el coloso de la moda el máximo directivo percibe 455 veces más que el salario medio de sus empleados.

En realidad, la brecha entre el salario más alto y la media de la plantilla ha disminuido algo con respecto a 2017 (132), debido a que las remuneraciones de los máximos ejecutivos se han reducido, explica Miguel Alba, economista y autor del estudio. Pero si el foco se amplía y se analizan las remuneraciones de los altos directivos, sí se ve cómo la desigualdad ha aumentado, ya que el sueldo medio de este colectivo se incrementó un 6% frente a un descenso del 1,2% para el resto de los trabajadores. Por ello, la ONG lamenta que pese a la recuperación económica y los mejores resultados empresariales, los beneficios no se han trasladado a las plantillas sino a los accionistas, ya que de cada 4 euros que las compañías ganaron en los últimos cinco años 3 se destinaron a dividendos.  

El informe también destaca que existe una brecha salarial de género del 15% en promedio en las empresas que cotizan en la Bolsa española. El Banco Santander es la empresa donde hay mayor distancia entre los sueldos de los trabajadores en función del sexo, seguida por Mapfre, pero es Cellnex la compañía con menos mujeres en su cúpula directiva: cero. En cambio, hay cuatro empresas donde hay paridad salarial: Acerinox, Iberdrola, Inditex y Melià Hoteles.

Refugios fiscales 

Oxfam también acusa a las grandes empresas de emplear métodos de ingeniería fiscal para eludir impuestos y de estar manera restar recaudación a las arcas públicas. "El impuesto de sociedades tiene la capacidad de ser mucho más redistributivo y progresivo que otros", explica Alba. El informe señala que en 2018 estas compañías tenían 805 filiales en territorios considerados paraísos fiscales o que gozan de un sistema de un sistema de tributación más ventajoso que el español —la mayoría en Delaware (EE UU), Holanda, Irlanda y Luxemburgo—. Esta cifra representa un 6% menos que en 2017, pero la ONG considera que este descenso es insuficiente, ya que a este ritmo las compañías cotizadas tardarían 15 años en reducir su presencia a cero en estos territorios.

A esto, señala el estudio, hay que sumar los créditos fiscales que permiten deducir importes de la futura factura fiscal. Según la ONG, este importe representa actualmente más de 60.000 millones de euros para el conjunto de las empresas, más de dos veces el importe que el Estado recauda el impuesto de sociedades. Mientras, el desvío de beneficios del conjunto de las empresas que operan en España hacia territorios con legislaciones fiscales más ventajosas le cuesta cada año al país 3.250 millones de euros.

Recomendaciones

La ONG concluye que los sectores financiero y de la industria y construcción son los más desiguales, mientras que en el otro lado se sitúan los de bienes de consumo y tecnológicos. Analizando empresa por empresa, Arcelor Mittal, IAG y Mapfre son las compañías del Ibex 35 que salen peor paradas en el informe, mientras que Acerinox es la que tiene el balance más positivo. 

El informe también lanza una serie de recomendaciones dirigidas tanto al Gobierno como a las empresas. Además de proponer que el salario mínimo interprofesional aumente a 1.000 euros en 2020 y que se refuercen las inspecciones laborales, pide que el ratio entre salarios intraempresa se convierta en un indicador obligatorio y que las subcontratas no sean en una herramienta para reducir sueldos. Por otro lado, propone que establecer por ley un límite a la brecha salarial de género y multar a las empresas que la superen.

En materia fiscal, la organización hace hincapié en la necesidad de que el Gobierno elabore una lista negra de refugios fiscales, "ya que la de la UE es un listado de mínimos, pero cada país puede tener la suya", apunta Alba. El informe también pide que las empresas acerquen su pago efectivo del impuesto de sociedades al nominal, propone que la Administración revise las deducciones y devoluciones que llevan a la pérdida de recaudación y cree una tasa Google temporal —hasta que no haya un consenso en seno europeo e internacional— y otra que grave las transacciones financieras, dos medidas que el Gobierno de Pedro Sánchez contemplaba en su plan presupuestario. "Apelamos a que las empresas cambien sus prácticas, pero la responsabilidad la ponemos en el Gobierno", concluye Alba.

Falta de transparencia

La ONG recuerda que a finales del año pasado se aprobó una ley de información no financiera que obliga a las empresas de más de 250 empleados a aportar información detallada sobre aspectos medioambientales, sociales y de empleo. "Muchas de las dimensiones sobre las que las empresas han de reportar tienen una relación directa con la desigualdad", reza el informe, que sin embargo lamenta que muchas de las compañías analizadas no disponían de datos sobre las materias incluidas en la normativa o que esos eran de escasa calidad. "Pensábamos que en esta edición íbamos a incluir más cosas, pero no lo logramos también por la ineficiencia de la ley", asegura Miguel Alba, economista y autor del estudio.

Por ejemplo, el 17% de las cotizadas no ha aportado datos sobre brecha de género salarial, ni tampoco ha sido posible calcular esa diferencia basándose en trabajos similares, sino empleando el salario medio.  "La transparencia es fundamental para avanzar hacia una rendición de cuentas efectiva de las empresas, pero si se queda en un mero ejercicio de comunicación, que revela lo que conviene y difumina lo inconveniente, no es auténtica transparencia", señala el informe.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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