Volkswagen hace frente a la mayor demanda colectiva en la historia judicial de Alemania
Más de 450.000 personas se han sumado a la demanda colectiva contra la marca por trucar los controles de emisiones contaminantes de sus vehículos
Volkswagen se enfrenta a la mayor demanda colectiva de la historia en Alemania. El juicio que le enfrenta con casi medio millón de propietarios de automóviles fabricados por el grupo automovilístico empieza este lunes. Los dueños de los coches buscan una compensación por el dieselgate, el caso de manipulación de la información sobre emisiones contaminantes.
El juicio, que se celebra en la Audiencia de Brunswick, es el más reciente capitulo en la saga del famoso escándalo que estalló en Estados Unidos en el mes de septiembre de 2015. El caso ya le ha costado al mayor fabricante de automóviles del mundo unos 30.000 millones de euros. VW advirtió que se prepara para un proceso que puede durar años y confía en que la demanda sea desestimada.
La demanda, encabezada por la Asociación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV) y el club de automovilistas ADAC, quiere demostrar que sus clientes, propietarios de vehículos afectados por el escándalo de las emisiones, han visto cómo sus coches perdían valor por el escándalo y deben ser compensados. Hasta el 25 de septiembre, era 468.992 los conductores que se habían sumado a la demanda, según la Oficina Federal de Justicia de Alemania. No obstante, este cifra podría crecer porque todavía podían inscribirse afectados hasta el domingo. La acción afecta a las marcas VW, Audi, Seat y Skoda, y a los coches con motores diésel EA 189 adquiridos después del 1 de noviembre de 2008.
La Fiscalía de Brunswick acusa, además, al actual CEO del Grupo, Herbert Diess y al presidente del Consejo de Supervisión, Hans Dieter Putsch, de haber cometido el delito de manipular los mercados al informar a los inversores “deliberadamente demasiado tarde”, sobre los riesgos del escándalo. La Fiscalía también incluyó en la acusación al ex primer ejecutivo, Martin Winterkorn, de vulnerar las leyes de competencia y de abuso de confianza. En abril ya había sido acusado de haber cometido durante su gestión al frente del grupo estafa grave.
Según la asociación alemana de consumidores, Volkswagen perjudicó “deliberadamente” a los propietarios con la manipulación de la emisión de gases tóxicos, un engaño que le debe obligar a pagar daños y perjuicios. "En nuestra opinión, Volkswagen hizo trampa y, por lo tanto, debe rendir cuentas”, ha declarado Klaus Müller, presidente de la asociación de consumidores. La respuesta del fabricante es que "los clientes no han sufrido ningún daño porque todos los vehículos pueden ser utilizados en el tráfico y son seguros”.
Según la evaluación de Volkswagen, el procedimiento, incluida una posible remisión al Tribunal Federal de Justicia de Karlsruhe, debería durar al menos cuatro años. En caso de que la sentencia final sea desfavorable a VW, no implicara un reembolso directo ya que demandante registrado deberá reivindicar sus derechos de forma individual.
En vísperas del inicio del proceso, la asociación de consumidores dejó saber que la organización estaba abierta a un acuerdo amistoso con el fin de reducir la duración del juicio, pero el acuerdo incluiría, según Klaus Müller, el pago de un monto significativo por parte de VW, aunque la Organización considera “atractiva” el pago de 1.000 euros por coche.
Uno de los bufetes que representa a los afectados es Dolce Lauda, con unos 4.000 consumidores de Alemania, Italia y España, la mayor parte de ellos españoles. Diez bufetes españoles representan a la Asociación de Afectados por Volkswagen, que agrupa a más de 3.000 afectados en España.
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