La Fiscalía considera probado que los gestores de Bankia conocían las irregularidades contables
El juicio sobre la salida a Bolsa de Bankia se reanuda este lunes con las conclusiones de la fiscal
La Fiscalía Anticorrupción argumentó este lunes que los gestores de Bankia conocían “perfectamente” las irregularidades contables de la entidad antes de la salida a Bolsa y en las cuentas de 2011. En la reanudación del proceso, la fiscal Carmen Launa explicó que las 60 sesiones de juicio oral han servido para acreditar el delito de falsedad contable. En julio, el Ministerio Público ya añadió esa figura penal a la de estafa a los inversores y endureció las penas. Además, amplió el número de acusados de cuatro a 14 personas.
Hasta el pasado 22 de julio, la Fiscalía Anticorrupción solo contemplaba en su acusación el delito de estafa a los inversores en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia. Sin embargo, ese día el Ministerio Público señaló en su escrito de conclusiones definitivas que ampliaba su acusación añadiendo otra figura: la de falsedad contable. Lo cual provocó que se elevase la petición de pena para los cuatro acusados: el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, y otros tres administradores, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú. En el caso de Rato la pena reclamada subió desde los cinco años y medio de cárcel hasta los ocho años.
Y no solo eso. La Fiscalía también incluyó a otras diez personas a las que hasta ese momento no había acusado, entre ellas exintegrantes del comité de auditoría como Miguel Ángel Soria; el exdirector de riesgos, Ildefonso Sánchez Barcoj; el interventor de Bankia, Sergio Durá; y el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma. Consideraba que todos habían colaborado en las presuntas irregularidades.
En la reanudación del juicio, este lunes, tras el parón del verano, la fiscal Carmen Launa presentó su informe definitivo, y defendió esta decisión endureciendo el relato que hasta ahora había mantenido sobre la gestión de la entidad. La fiscal explicó que después de analizar la documentación y los interrogatorios de los nueve meses de juicio se hacen evidentes “la importantísima insuficiencia de los saneamientos, la deficiencia de información al mercado y la desaparición de la provisión genérica”, según recogió la agencia Efe. En su opinión, los directivos de BFA-Bankia conocían “perfectamente” las “importantísimas” irregularidades contables y ocultaron la situación del grupo desde sus orígenes. “Sabían” que las coberturas de las que disponían “no eran las adecuadas”. En una coyuntura en la que los impagos aumentaban un mes tras otro, la cúpula de la entidad no actualizó las cifras para ofrecer un mayor atractivo de cara a la salida a Bolsa. Durante su intervención, Launa se remitió a los informes de los peritos del Banco de España, que cifran el déficit de saneamientos en 6.422 millones, de los que 663 se correspondían con los deterioros de Banco de Valencia.
Cuentas "muy alejadas" de la realidad
Según la fiscal, de haberse aplicado esos ajustes se habría reducido el patrimonio de la entidad, habría hecho falta recapitalizarla y “probablemente se habría impedido la salida a Bolsa”. “Las cuentas se encontraban muy alejadas de su realidad patrimonial”, apostilló.
“Esta situación devino en una especie de pesadilla que los distintos operadores financieros han querido hacer desaparecer, negando su existencia y responsabilidades incurridas; pero esta pesadilla sucedió, supuso un mal despertar para miles de españoles que tienen derecho a conocer lo que pasó y, además, a exigir las responsabilidades correspondientes para evitar que sucesos que provocaron el colapso económico y social de una época vuelvan a repetirse”, declaró Launa.
El Ministerio Público contestó además a los letrados de los acusados, quienes afirmaron que se había vulnerado el derecho a la defensa tras el cambio de acusación. Launa apuntó que el auto dictado por el juez instructor Fernando Andreu ya abría la puerta a un posible maquillaje en las cuentas de BFA-Bankia en 2010 y 2011, un hecho que fue considerado por la mayoría de acusaciones particulares y populares personadas en la causa. “Las defensas han sabido en todo momento de lo que se les acusaba y de qué se tenían que defender”, añadió. En total se sientan en el banquillo 34 personas si se tienen en cuenta todas las acusaciones.
Launa se mostró también crítica con los contrainformes que elaboraron la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España. Estos pretendían “desvirtualizar” las conclusiones de los inspectores del Banco de España designados como peritos para el juicio. La fiscal tildó esa situación como “inusual”.
Launa defiende el aumento de las penas
“Podíamos haber ido más allá, pero no lo hemos hecho”, sentenció la fiscal Carmen Launa durante la presentación este lunes de su escrito, en el que pide ocho años y medio de prisión para el expresidente Rato, y entre seis años y un año de prisión conmutable por multa para los otros tres antiguos gestores, los exconsejeros de las comisiones de auditoría, el interventor del banco y el auditor externo.
Launa reiteró que la postura del Ministerio Público “se ha mantenido en los límites del auto de apertura de juicio oral”. La “transparencia” y la “escrupulosidad” han sido tales que incluso se advirtió de una posible modificación de la acusación ya en la primera sesión en noviembre, indicó la fiscal.
Tras arrancar el juicio oral el pasado 26 de noviembre, se han celebrado un total de 60 sesiones, en las que han declarado los 34 acusados, entre ellos las personas jurídicas Bankia, BFA y Deloitte, 57 testigos y una veintena de peritos.
En la nueva tanda de sesiones, la fiscal y el resto de las acusaciones procederán a la lectura de sus informes definitivos. A continuación, llegará el turno de las defensas —con un posible turno de palabra para los acusados—, y el juicio quedará visto para sentencia.
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