500 años no es nada
La globalización es muy anterior a Colón o Magallanes

El 10 de agosto de 1519 zarpó del puerto de Sevilla la primera expedición en dar la vuelta al mundo capitaneada por Fernando de Magallanes y que regresó dos años después capitaneada por Juan Sebastián Elcano. ¿Qué ha cambiado en el mundo en los últimos 500 años?
La expedición se hizo con capital privado y el sistema ya era capitalista. El objetivo era importar especias para venderlas en España y ya había economía de mercado. En Atapuerca se han encontrado restos de hace 900.000 años que venían de África. Por lo tanto, la globalización es muy anterior a Colón o Magallanes. La diferencia es que gracias al conocimiento, la tecnología y la ingeniería pudieron hacer el trayecto en barco y en dos años.
Hace 500 años se estima que en Sevilla había 60.000 habitantes y en España unos 7 millones. Hoy la población en España se ha multiplicado casi por siete veces y en el área metropolitana de Sevilla viven 1,5 millones de personas. Sevilla era el mayor puerto del mundo en la época y España el centro financiero mundial, con capacidad para financiar estas expediciones. Hoy el comercio sigue siendo marítimo y pasa por el estrecho de Gibraltar. Pero los mayores puertos del mundo están en China y los centros financieros son Nueva York y Londres. En China se estima que la población era de 100 millones de habitantes en el año 1500. Hoy supera los 1.300 millones de personas.
Thomas Malthus publicó en 1826 su Ensayo sobre el Principio de la Población. Su tesis era que los recursos crecen a tasas aritméticas mientras la población crece a tasas geométricas. El reverendo anticipó guerras y hambrunas por los problemas de sobrepoblación. Desde que Magallanes y Elcano partieron de Sevilla hace 500 años, la población mundial, la esperanza de vida, la renta por habitante y el consumo de recursos ha crecido exponencialmente, como anticipó Malthus. Pero la oferta de recursos también lo ha hecho.
¿Cuál es la clave para resolver el enigma? La tecnología y la innovación. El ser humano ha desarrollado una capacidad cognitiva superior al resto de especies para resolver la escasez con inteligencia. Ahora el mayor reto para la humanidad es resolver el exceso de emisiones contaminantes y conseguir una economía circular que devuelva a la naturaleza lo que nos da. La tecnología solar y eólica permitirán reducir significativamente las emisiones contaminantes en el futuro próximo. Pero queda pendiente resolver la escasez de agua potable o los residuos de plásticos que inundan los océanos.
Y hay que hacerlo reduciendo la pobreza extrema y la desigualdad, garantizando el acceso a educación de calidad y sin brecha de género. Naciones Unidas lidera el reto con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. La tecnología y el conocimiento son condición necesaria pero no suficiente. Son necesarias instituciones y leyes que reviertan la tendencia de la naturaleza a la entropía y el caos que advirtió Malthus en su libro.
El reto es enorme pero infinitamente más sencillo que aventurarse a dar la vuelta al mundo en una nao de madera de diez metros de largo y sin mapas.