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El BBVA cobró 100 millones por cláusulas suelo que no figuraban en los contratos de sus hipotecas

El banco alegó que fue “un error operativo” en miles de créditos y nunca fue sancionado por el Banco de España

Íñigo de Barrón
Oficina del BBVA en Granada ofertando hipotecas.
Oficina del BBVA en Granada ofertando hipotecas. DAVID G. FOLGUEIRAS

El BBVA tuvo que devolver unos 100 millones a varios miles de clientes por haberles cobrado cláusulas suelo que no figuraban en sus contratos hipotecarios, según fuentes financieras. Tras una denuncia de Ausbanc, el Banco de España requirió en 2014 una revisión completa de la cartera al temer que fuera “un número considerable de casos”. El asunto se cerró en 2016, con un coste de consultoría de 25 millones para el BBVA. El banco dijo ayer que fueron “errores operativos que afectaron a un pequeño porcentaje de la cartera”. No hubo sanción al no encontrarse un patrón para estos cobros , pero se informó al BCE de lo ocurrido.

El BBVA admitió ayer el caso de las cláusulas cobradas incluso sin estar reflejadas en los contratos y explicó que fueron “errores operativos manuales” de “un pequeño porcentaje” de la cartera. “Tan pronto se detectó la posibilidad de error, el banco puso en marcha un proceso para revisar la cartera e identificar todos los casos en los que se hubiera podido cometer el error y procedió a devolver a los clientes las cantidades cobradas más intereses”, dice.

El banco no concluyó el informe hasta 2016 y le supuso realizar modificaciones en el control interno de estos créditos, a requerimientos del Banco de España, “ante los indicios de deficiencias en los mecanismos de control interno en BBVA”, dice el informe del supervisor al que ha tenido acceso EL PAÍS.

Las cláusulas suelo han sido una pesadilla para el BBVA. Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de Luxemburgo, de diciembre de 2016, el banco inició la devolución de estos cobros en abril de 2017. En total devolvió 577 millones a sus clientes, según la entidad. Sin embargo, y al margen de todo el procedimiento legal, los problemas con estas cláusulas habían ido más lejos bajo la presidencia de Francisco González y con Ángel Cano como consejero delegado.

En noviembre de 2013 el BBVA fue denunciado ante el Banco de España por haber cobrado indebidamente a un asociado de Ausbanc una cláusula suelo que no estaba estipulada en su contrato, lo que le supuso un perjuicio de 4.200 euros. Recibido el expediente, el supervisor activó el mecanismo de control para saber si el banco lo había hecho en más ocasiones. En enero de 2014 analizó 933 reclamaciones y en 18 de ellas, el 2%, las quejas eran por el mismo motivo: “La entidad había aplicado la cláusula suelo sin estar recogida en la escritura del préstamo hipotecario ni en las novaciones modificativas posteriores”, dice el documento.

El BBVA eleva el número de afectados

El informe señala que el BBVA admitió la queja de estos 18 reclamantes, pero no a todos les entregó el importe completo al que tenían derecho. A algunos solo les devolvió lo cobrado “desde el 9 de mayo de 2013, la fecha en la que el Tribunal Supremo declaró nula la cláusula incorporada por el BBVA”. Posteriormente, rectificó y entregó la cantidad completa.

Ante los requerimientos, el banco informó de que tenía 564.095 hipotecas entre el 1 de enero de 2000 y 28 de febrero de 2011 y que en 197.752 no tenía suelos. El BBVA admitió errores en 114 casos, la mayoría en hipotecas subrogadas de promotores. Posteriormente amplió el análisis a 12.000 y reconoció errores en 504, y alegó que no había sido “un cobro generalizado” y que fue por “errores humanos”.

La inspección del Banco de España acusó de falta de diligencia al banco ya que aunque tuvo indicios de este problema en su cartera de hipotecas, no inició “las investigaciones pertinentes”.

El Departamento Jurídico aumentó las críticas contra el banco al decir que faltaba información sobre la investigación y que “podrían eventualmente dar lugar a un número considerable de supuestos en los que habría aplicado incorrectamente la cláusula suelo”.

Además, le recordó que debía revisar las 366.343 hipotecas “que tenían grabadas cláusulas suelo por si figuraban en sus contratos”. Este procedimiento se encargó a una consultora externa con un coste de 25 millones de euros, según comentaron fuentes financieras. El supervisor apuntó que había “indicios de deficiencias en los mecanismos de control interno”. En septiembre de 2014, el BBVA respondió: “De las revisiones realizadas hasta la fecha, se concluía que la tasa de error de la cartera total se sitúa en el 1,65%”. Prometió iniciar un “plan de acción” que incluyera “la revisión de la cartera hipotecaria que finalizará en diciembre de 2016”.

En noviembre de 2014, la inspección apuntó cuatro conclusiones en el informe: que la denuncia de Ausbanc “no era infundada”, que el error del BBVA “no era generalizado”, que “la aplicación indebida se debe a un error humano” y que existían “deficiencias en los controles internos que se constatan ante la imposibilidad de detectar un patrón común de incidencias”. El hecho de que no hubiera un patrón generalizado es la causa de que no se sancionara al BBVA. Informó de que se ejercería “la presión supervisora adecuada encaminada a la mejora de los controles internos”.

El 11 de diciembre de 2014 el banco confirmó la devolución de lo cobrado indebidamente. “En las próximas semanas se materializará el abono de las 4.263 compensaciones ya identificadas”, señaló.

Los hechos "son relevantes"

El prolijo informe del Banco de España apunta que los hechos “son relevantes desde la perspectiva de la adecuada protección de los clientes” y recuerda que el BBVA es una entidad significativa. Se le envió un requerimiento con un plazo límite para completar la revisión, identificar “las incidencias” y compensar “a todos los afectados”. La fecha tope para todas estas condiciones fue el 30 de septiembre de 2015.

El supervisor recordó que, dado que desde el 4 de noviembre de 2014, el Banco Central Europeo (BCE) había asumido la supervisión de las grandes entidades, “procede comunicar estos hechos al BCE de conformidad con la normativa” que establece la cooperación del Mecanismo Único de Supervisión, del BCE, “con las autoridades nacionales competentes”. Así lo aprobó la Comisión Ejecutiva del Banco de España.

En la Memoria de Supervisión 2016 se mencionó este asunto de forma anónima, lo que evitó el castigo reputacional al BBVA. “En 2016 el Banco de España ha continuado verificando la adecuada inclusión de cláusulas suelo. En el caso de una entidad, la revisión hubo de extenderse, debido a circunstancias extraordinarias e imprevistas, a lo largo de 2015 y 2016, culminando con la restitución de los importes correspondientes a un significativo número de clientes afectados por una aplicación incorrecta de cláusulas suelo”. Pese a todo, no hubo sanción.

Pineda, presidente de Ausbanc, se querella contra González, el BBVA y Villarejo

El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, que acaba de salir de prisión provisional, ha presentado una querella en la Audiencia Nacional contra el expresidente del BBVA Francisco González, la propia entidad, su ex jefe de seguridad Julio Corrochano, el comisario jubilado José Manuel Villarejo y su socio Antonio Bonilla. Les demanda por integrar una presunta organización criminal que, según Pineda, conspiró para llevarle a los tribunales. La querella se basa en las informaciones difundidas por diversos medios de comunicación sobre los trabajos que durante 13 años supuestamente realizó Villarejo para el BBVA y que investiga la Audiencia Nacional. En la querella, además, incluye el cobro indebido de cláusulas suelo, denunciado ante el Banco de España, por el que acusa también al banco de estafa.

Pineda, por su parte, está acusado los presuntos delitos de extorsión, estafa, amenazas, administración desleal y fraude en subvenciones y se enfrenta a 25 años de prisión; ha estado tres años en la cárcel y su juicio oral arranca en septiembre. Según su versión, se crearon pruebas falsas para incriminarle y el BBVA intentó acabar con Ausbanc porque le provocaba graves perjuicios económicos con sus denuncias. Acusa al banco de la “privatización de los servicios públicos policiales”. Y asegura que ofrece un testigo, “vinculado al ámbito empresarial del BBVA”.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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