Bruselas veta la fusión de las siderúrgicas Tata y Thyssenkrupp
La Comisión Europea arguye que la operación hubiera incrementado el precio del acero y que miles de empleos peligrarían
La Comisión Europea decidió vetar este martes la fusión entre la siderúrgica alemana Thyssenkrupp y la india Tata Steel. Tras una investigación, Competencia concluyó que la operación llevaría a un aumento para productos de acero, como los usados para artículos enlatados o para la industria automovilística. Se trata de la tercera operación que frena Bruselas, que ya tumbó la unión de Siemens y Alstom y entre Wieland y Aurubis. Sin embargo, la comisaria Margrethe Vestager insistió en que es solo la décima que se para en diez años.
Antes de que se hiciera pública la decisión de Vestager, la compañía alemana ya había decidido desechar la operación. Entre otras cosas, porque Competencia le reclamaba más concesiones para poder darle luz verde, algo que la compañía rechazó. Según la investigación de la Comisión Europea, el grupo resultante de la fusión de dos de los tres mayores actores del mercado continental hubiera copado más del 50% de la producción para esos productos metálicos.
“Sin concesiones para abordar nuestras preocupaciones en materia de competencia, la fusión entre Tata Steel y Thyssenkrupp habría tenido como resultado unos precios más altos. Ahí que la hemos prohibido para evitar un perjuicio serio a las industrias y consumidores europeos”, afirmó Vestager en una comparecencia.
Además, hubiera supuesto la eliminación de un “jugador importante” del mercado de acero galvanizado, que solo “unos pocos proveedores” pueden ofrecer en volúmenes significativos “con la calidad requerida”, según la Comisión. “Nos preocupaba que las desinversiones propuestos por Tata y Thissenkrupp no hubieran conducido a una solución viable y efectiva para mantener la competencia en esos mercados”, agregó Vestager.
Sector "clave" para la industria europea
La comisaria advirtió de que el sector del acero es “clave” para la industria europea, puesto que emplea alrededor de 360.000 personas y más de 500 centros productivos en todo el continente. Pero indirectamente su impacto es mayor, según la Comisión, puesto que los sectores de los envases y la automoción dan trabajo a millones de europeos. El precio del acero, apuntó Vestager, es crucial para la competitividad de las compañías de empaquetado de alimentos o vehículos.
Aunque Vestager ha bloqueado ya tres operaciones este año, la comisaria quiso recordar que en diez años solo ha vetado diez, mientras que ha aprobado más de 3.000, el 90% sin condiciones. La titular de Competencia también señaló que el número de operaciones se ha incrementado en el último año. Solo por su mesa han pasado más de 400. "Para que se hagan una idea, hemos aprobado más de 100 fusiones desde que estuve aquí en febrero para informarles sobre dos prohibiciones", agregó.
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