Una botella de whisky por 1,3 millones y otros objetos de deseo para los multimillonarios
Coches de lujo, arte, reservas naturales... Un informe recopila las inversiones más llamativas de las grandes fortunas mundiales en 2018
Envejeció en Escocia dentro de una barrica de roble español durante seis décadas hasta que, en 1986, entró en una botella pintada a mano por el artista Michael Dillon. Y el año pasado viajó probablemente a Asia, previo pago de 1,3 millones de euros por parte de su nuevo propietario. Esa es, simplificadamente, la historia de una botella de whisky de The Macallan 1926 que batió el año pasado un récord en una subasta en la casa Christie's. Es también un símbolo de los objetos que llaman la atención de los multimillonarios de todo el mundo. Tanto, que la consultora inmobiliaria Knight Frank ya elabora un índice de los 100 whiskys más excepcionales en su informe anual sobre la riqueza, que presentó este martes en Madrid.
El estudio deja claro que no solo de ladrillo viven los multimillonarios. El año pasado aumentó un 4% el número de personas con un poder adquisitivo extremadamente alto, el segmento en el que se fija la consultora. El listón se sitúa en una fortuna personal superior a los 30 millones de dólares (26,6 millones de euros), una condición que cumplen 198.342 personas en todo el mundo. En España, son 4.111 tras un aumento anual del 5%. Y aunque la inversión inmobiliaria centra la mayor parte de la actividad, el informe también recopila lo que los más pudientes gastan en otros apartados. El índice del whisky, por ejemplo, se revalorizó el año pasado un 40% (de hecho, se batió el récord de la botella más cara dos veces seguida). En una década, el aumento de precios es del 582%, espoleado por las fortunas de India, China o Singapur, donde van a parar un 30% de las exportaciones de destilado de malta según la asociación de productores.
¿Qué otras inversiones están de moda entre los superricos? Las monedas fueron en 2018 el segundo segmento que más se revalorizó: un 12%. En ese apartado, destaca la adquisición de una moneda de 100 ducados de oro, acuñada en la actual Polonia en 1621, por la que se pagaron 1,95 millones de euros. El podio lo completa el vino, cuyo valor progresó 9%, y el estudio destaca la subasta de una botella del mítico dominio borgoñón de Romanée-Conti del año 1945. Sotheby's la adjudicó en casi medio millón de euros.
Un año de récords para el arte
Empatada con la enología aparece una de las inversiones más tradicionales. El arte también se revalorizó un 9% en 2019. Las marcas que se batieron en diferentes subastas fueron varias. Jenny Saville y David Hockney se convirtieron en los artistas más cotizados de su género estando todavía vivos. La primera vendió Propped por más de 11 millones. El Portrait of an Artist (pool with two figures) del segundo alcanzó en Christie's casi 80 millones. Ambas cifras quedan lejos, eso sí, de los 739 millones que se pagaron por los 1.500 objetos procedentes de la familia Rockefeller, el precio más alto para una subasta de una única colección.
Ya fuera de las primeras posiciones aparecen otros objetos de colección tradicionales. Los relojes se revalorizaron un 5% mientras que los coches lo hicieron el 2%. Estos últimos, eso sí, acumulan un aumento del 258% en los últimos diez años. Knight Frank destaca la subasta de un Ferrari 250 GTO de 1962 por casi 43 millones. El cavallino rampante ejerce un dominio incontestable para los coleccionistas del motor, pero Mercedes, Aston Martin, Jaguar y Alfa Romeo también lograron colocar en las subastas piezas históricas por encima de los 15 millones de euros.
Por el contrario, el mobiliario histórico no pasa por su mejor momento. Solo se revalorizó un 1% y en la última década acumula una caída del 32%. Las cosas podrían haber mejorado si se hubiera logrado colocar una cómoda fabricada por el ebanista inglés Chippendale en 1766 que la casa Christie's sacó por 829.000 euros. El objeto se quedó por vender. Por su parte, el valor no varió para los diamantes de colores y los sellos, mientras que las piezas de joyería se devaluaron un 5%, pese a que Sotheby's vendió un colgante de perla que perteneció a la malograda reina francesa María Antonieta por casi 32 millones de euros.
Yates y otros caprichos
Pero los más ricos no solo gastan en objetos. El estudio de Knight Frank contempla otras partidas como los viajes en avión privado o los cruceros en yate. Nueva York es la ciudad desde la que los multimillonarios más vuelan en viajes privados. Desde el aeródromo de Teterboro salieron 66.968 vuelos. Pese a que Europa tiene más superricos que Norteamérica (780.627 frente a 51.912), el dominio norteamericano en los jets de negocios es contundente: tiene 13.685 aparatos registrados frente a los 2.879 del Viejo Continente. En número de vuelos Europa se acerca al medio millón y Norteamérica multiplica esa cifra por cuatro.
Desde Madrid salieron el año pasado aviones privados a 53 países. Los destinos nacionales, con 2.456 vuelos, lideraron las operaciones. Le siguen Francia (700 vuelos) y Reino Unido (528). El primer país fuera de Europa que aparece en la lista es Estados Unidos, que ocupa la octava posición con 184 vuelos. Hacia China, uno de los destinos más lejanos, salieron 30 jets privados.
El liderazgo se invierte en el caso de los yates. El Mediterráneo Occidental y el Mediterráneo Oriental son los dos primeros destinos de los barcos de recreo durante todo el año, aunque en invierno el Caribe se acerca mucho a este último. En verano, el Mediterráneo Occidental no tiene rival y acumula casi la mitad de los viajes, un 47%. Dentro del área, España ocupa la tercera posición (12%) por detrás de Italia (19%) y Francia (16%).
Un parque natural en la Patagonia
El informe sobre la riqueza recoge todas las categorías de objetos de lujo en lo que denomina "inversiones por pasión". En su edición de este año, la 13ª, destaca una nueva tendencia en este apartado. El estudio analiza la inversión de la familia Tompkins, los herederos del fundador de la marca de artículos deportivos The North Face, en espacios naturales. La reserva Samara, en Sudáfrica, espera conectarse con otras propiedades privadas y parques nacionales para crear el segundo mayor espacio protegido del país por detrás del parque Kruger. En Chile y Argentina, la fundación Tompkins Conservation ha invertido unos 350 millones de dólares en terrenos en la Patagonia. Algunos, como el Parque Pumalín en Chile, ha sido donados al Gobierno a cambio de si inclusión en la red de parques nacionales protegidos.
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