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Multilatinas

Avianca quiere volar más alto

La aerolínea colombiana, que el año pasado sufrió una larga huelga, incrementa las operaciones a Europa y Estados Unidos

Francesco Manetto
Aviones de Avianca en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Aviones de Avianca en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.Alamy

Casi 30 países, 110 ciudades, 190 aeronaves y 49 vuelos semanales a Europa. Son algunos de los números con los que Avianca se prepara para despegar de nuevo, tras reponerse de una huelga de 51 días que hace un año afectó a un crecimiento que parecía imparable. La compañía colombiana ha logrado restablecer las operaciones, ha inaugurado rutas desde Bogotá y otras capitales latinoamericanas, tiene planes de expansión en las dos orillas del Atlántico y ha cerrado una alianza comercial con la estadounidense United Airlines y la panameña Copa. El último destino que desde noviembre cubre uno de sus 13 Boeing 787 es Múnich, uno de los principales aeropuertos europeos.

La aerolínea más antigua de América nació hace un siglo en Barranquilla, en el Caribe colombiano, precisamente gracias a una inversión de capital alemán. La Sociedad Colombo-Alemana de Transporte Aéreo (SCADTA) echó a andar el 5 de diciembre de 1919 y recurrió en sus inicios a hidroaviones fabricados en Dessau, una ciudad de Sajonia, para conectar la costa con el interior del país, de geografía muy accidentada y con un sistema fluvial de miles de kilómetros. “Nuestros fundadores, nuestros primeros aviones y nuestros primeros pilotos fueron todos alemanes. Y estamos muy contentos de regresar a nuestras raíces”, aseguraba Hernán Rincón, presidente y consejero delegado de Avianca, en la sala VIP del aeropuerto El Dorado de Bogotá, minutos antes de inaugurar la ruta a Múnich.

La firma facturó casi 3.900 millones de euros en 2017, pese al impacto de la huelga de pilotos

El primer viaje de la compañía a Europa se remonta a 1950, cuando se abrieron las operaciones entre Bogotá y Roma. Hoy vuela a Madrid desde Bogotá, Medellín y Cali, a Barcelona, Londres y, a partir de ahora, a la capital de Baviera. “Hay un millón de sillas disponibles y estos son trayectos de altísima ocupación. Este año hemos tenido entre el 85% y el 90% en todos los vuelos, lo cual indica que hemos traído y llevado aproximadamente a 900.000 personas”, continúa Rincón, quien señala que la aerolínea estudia una nueva conexión con Italia, Suiza o Francia antes de 2021.

Los números

Avianca facturó 4.400 millones de dólares en 2017 (cerca de 3.900 millones de euros), lo que supuso un incremento superior al 7% con respecto al año anterior. No obstante, a partir del último trimestre sufrió el golpe asestado por un paro de pilotos de casi dos meses, que obligó a cancelar cientos de vuelos desde septiembre y que fue declarado ilegal por la Corte Suprema de Justicia de Colombia. Los aviadores demandaban mejoras salariales, aunque el tribunal entendió que el transporte aéreo es un servicio esencial y un derecho básico de los ciudadanos. “La huelga hizo mucho daño a Avianca, a los pilotos, a la economía del país, a los hoteles, a los taxistas, a las convenciones, a las familias. Fue terrible y afortunadamente se acabó. Desde entonces y hasta ahora hemos estado contratando y entrenando a pilotos y, desde el 28 de octubre de este año, logramos restablecer la totalidad de las rutas aéreas y estamos agregando nuevos destinos”, afirma el presidente.

El incremento del turismo en Colombia en los últimos años la ha beneficiado

A eso se añadieron en 2018 las turbulencias propias del sector, que estuvo afectado por la volatilidad del precio del barril de petróleo y por la devaluación del real brasileño y, sobre todo, del peso argentino. La demanda cayó más de la mitad en toda la industria, pero Rincón es optimista. “Creemos que esto está empezando a recuperarse. Hubo elecciones pacíficas, esperemos que haya un cambio de guardia y de Gobierno ordenado en Colombia. Y hubo elecciones en México. Todo esto combinado nos hace ver con optimismo el año entrante”, sostiene.

Los cambios experimentados por Colombia, la desmovilización y desarme de la guerrilla de las FARC y la transición hacia la paz han modificado radicalmente la imagen del país y alentado las expectativas de los viajeros. “En los últimos tres años ha habido un aumento importante del turismo desde y hacia Colombia . Y desde Europa increíblemente”, detecta la compañía. Si en 2010 llegaron apenas dos millones de turistas, en 2017 lo hicieron más de 6,5 millones.

Otros destinos

La tendencia acaba de empezar. “No todos vienen solamente a Bogotá. Hay mucha gente que viene de Madrid, de Londres, está tres días y de Bogotá se va a Cuzco para ir a Machu Picchu o a Ecuador para ir a Galápagos, que son dos sitios muy atractivos para la demanda internacional. El mundo entiende que están más tranquilos y están viniendo”, considera Rincón.

Para comprender a la compañía Avianca, en cualquier caso, debe tenerse en cuenta su vocación panamericana, además de su interés estratégico por Europa, empezando por España. Viajar por América es, en buena medida, viajar con Avianca, de Estados Unidos a Argentina.

La aerolínea acaba de empezar a volar a Chicago y a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) desde Colombia y ha fortalecido sus dos bases de operaciones regionales, en Perú y El Salvador. Ha incrementado las frecuencias diarias a Nueva York y a Miami, inauguró rutas de Lima a Orlando y a la ciudad argentina de Mendoza, o de San Salvador a Newark (Nueva Jersey) y a Boston.

Con estas premisas, el gigante colombiano, una de las marcas del país andino más consolidadas a escala internacional, busca volar más alto a partir de 2019. “El año entrante será un año importante. Primero estaremos completamente recuperados de la huelga, cumplimos 100 años y finalmente esperamos que la economía nos ayude”, resume el presidente. La meta está fijada. Ahora queda el viaje, pilotar hasta el aeropuerto de destino.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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