Si ya no lo necesitas, ¿por qué no se lo das a alguien a quien le salve la vida?
Ser donante de órganos es el último acto de bondad suprema que se puede tener con los demás. Creencias religiosas y bulos malintencionados impiden que sean más frecuentes
No hay nada más hermoso que dar sin esperar recibir nada a cambio. Donar vida en forma de órganos a otras personas es uno de los actos de bondad más admirable que conozco. Si ya donar sangre supone una muestra de solidaridad y compromiso encomiable, poder ofrecer de manera anónima una segunda oportunidad a otra persona es el bien absoluto.
Aunque afortunadamente España está a la cabeza mundial de trasplantes y donaciones desde hace ya más de 25 años, hay que recordar que la donación de órganos solo cubre una ínfima parte (aproximadamente el 10%) de las necesidades globales.
Para tratar de elevar ese pequeño porcentaje, todo tipo de instituciones públicas y privadas del mundo recurren a la publicidad. La mayoría de las veces intentando tocar la fibra sensible del espectador.
Empezamos por uno realizado probono por la filial argentina de la agencia de publicidad DDB para la Fundación Argentina del Trasplante Hepático. Cuidado; es conveniente tener los pañuelos a mano.
Una de las organizaciones no gubernamentales más activas (y más creativas) en la publicidad sobre trasplantes y donaciones es la belga Reborn to be Alive. A continuación, tres maneras diferentes de concienciar al personal sobre este problema. La primera, en clave de humor, agradece que no todas las partes del cuerpo puedan servir en un futuro a la medicina.
A continuación, un acercamiento más pragmático al problema. Fue insertado en el periódico belga De Standaar como si de un obituario convencional se tratara. El resultado es muy impactante desde el punto de vista visual.
En el último ejemplo de esta ONG, no podía faltar el modo zafio, machista y rancio. Parece mentira que esta pieza haya sido realizada y firmada por una agencia de publicidad de reconocido prestigio.
Lo que hayas hecho es tu vida no es óbice ni cortapisa para que puedas ser un estupendo donante en potencia. Y sí, vuelvo a repetir, hayas hecho lo que hayas hecho. Tus órganos no tienen la culpa de lo que hayas hecho con tu cabeza. Eso es lo que nos quiere dar a entender el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante desde Paraguay.
Otro ejemplo, esta vez muy sencillo a la par que efectivo es el que propone la ONG brasileña Doe Vida para hacer entender muy gráficamente la importancia de este acto.
Y cómo decíamos al principio, si ya no los vas a necesitar más, ¿por qué no compartirlos (tan de moda ahora) en vez de tirarlos a la basura? Otra acción de Fundación Argentina del Trasplante.
Este anuncio de France ADOT parece más dirigido a los que se quedan que a los que se van. Se trata de lo que ocurre instantes después de que se produzca un accidente de tráfico. Si estás decidido a donar, hazlo antes de que otros tengan que decidir por ti.
Otra manera de dar visibilidad a este problema es el que han ideado Akira Suzuki y Togo Kida creando Second Life, un servicio de reparación de muñecos y juguetes. Se trata de sustituir las partes dañadas del peluche por otras de muñecos diferentes, como si de un trasplante convencional se tratara. Los muñecos amputados son expuestos en la web para que la gente les envíe partes de otro muñeco que puedan coincidir con el miembro afectado. El resultado es realmente tierno.
Ya para terminar, hay que recordar que donar sangre también es una forma de dar vida. La necesidad de este precioso líquido es constante en hospitales y centros médicos. El National University Hospital es uno de estos lugares donde la sangre es una materia prima fundamental.
Y tú, ¿te animas o ya te has animado?
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