El eterno retorno a la oficina
Afrontar el regreso al trabajo tras las vacaciones es más fácil si se siguen unas pautas para que el inicio de la rutina sea progresivo y no genere un estrés excesivo
Septiembre es un mes de reincorporaciones, a veces traumáticas, al trabajo. Un periodo que puede generar estrés añadido, el llamado “síndrome postvacacional”, acepción que, según la Asociación Española para el estudio de la Ansiedad (Seas), es un término surgido de manera popular para referirnos a una serie de reacciones negativas que afloran tras el descanso.
“En general, este estresor no es muy intenso para la gran mayoría de las personas, que pueden ver con preocupación, o incluso con ilusión, la vuelta a su actividad”, señala Seas en un artículo al respecto. “El rendimiento, la motivación o el interés en los primeros días pueden ser un poco más bajos de lo habitual. El cansancio puede surgir más fácilmente. El estado de ánimo puede decaer en algunas personas, especialmente a las que les cueste un poco más volverse a adaptar”. Retomar hábitos y horarios regulares suele exigir esfuerzo, al igual que es más duro mantener la atención en una tarea o recuperar la obligación de afrontar responsabilidades que, tras el paréntesis, se creían olvidadas.
Pero, como sucede a menudo, no hay más receta para combatir la situación que las tres palabras mágicas: “esto también pasará”. Philippe Jiménez, director en España de Spaces, anima a que septiembre sea el comienzo “del camino hacia nuevos logros que conseguir y retos a superar”. Una senda que hay que empezar a caminar, en muchos casos, encendiendo el ordenador y afrontando decenas de correos electrónicos que pueden parecer una losa. “No debemos alarmarnos, muchos seguro que son newsletters que podemos borrar sin problema. Comenzar a leer los correos por el más reciente nos servirá para comprobar que muchos asuntos ya se han solucionado”.
“La vuelta de vacaciones es muy buen momento para relanzar muchos de nuestros propósitos”, señala Raúl Suárez, responsable de Desarrollo de Negocio Corporativo LinkedIn. “Muchas veces uno tiene ideas, proyectos... pero hay que plasmarlos”. Suárez anima a los usuarios de la red profesional a completar su perfil. “También es una plataforma estupenda para aprender, no solo un lugar para encontrar empleo, sino para formarse, para aprender sobre tu sector, saber tendencias”.
Marcos Huergo, director de Lee Hecht Harrison España, lo ve como un momento perfecto para pararse y pensar “si puede haber otras formas de trabajar que permitan una conciliación mayor”. El síndrome afecta especialmente a las personas que, por las razones que sean, están descontentas con su trabajo. De ahí que Huergo recomiende “reflexionar en si estás haciendo lo que realmente te motiva, pensar si tu carrera profesional va por donde quieres”.
Para superar el estrés post-vacacional, así como para prevenir las consecuencias negativas del estrés en general pueden seguirse una serie de consejos, como empezar siempre por la tarea más grata; utilizar el tiempo de la comida como un momento de descanso y ruptura con el trabajo; dormir al menos ocho horas o ser estricto al dejar en la oficina las preocupaciones cuando uno regresa a casa. La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda en esa relajación, así como la organización del tiempo y de las actividades, estableciendo horarios. Más que positivos, hay que tomarse las cosas con calma y ser realistas, según varios expertos, sin magnificar lo malo del retorno. Lo que significa no añadir elementos accesorios a los problemas.
Pero no todo es oscuro: para la mayoría de los trabajadores hay elementos agradables en esa vuelta a la rutina, como ver a los compañeros después del descanso. Solo un pequeño porcentaje de personas puede tener problemas más serios, en general por acumulación de elementos estresantes que no tienen que ver con el trabajo, como dificultades económicas, o enfermedades.
Esta semana se publicaba el Monitor Adecco de oportunidades y satisfacción en el empleo, un trabajo sobre el grado potencial de satisfacción de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas españolas. El informe, basado en los datos del INE y del Ministerio de Empleo, concluye que Navarra es la mejor autonomía para trabajar en España, seguida de Baleares y Madrid. En Madrid el salario medio es mayor, pero en el apartado de conciliación entre la vida personal y profesional, las autonomías donde la vuelta a la actividad es más llevadera son Valencia, Aragón y País Vasco.
“En esta transición pasamos de la libertad total que te da el descanso a estar buena parte del día en el mismo espacio físico de la oficina o el lugar de trabajo. Y es un cambio radical, quizá se puedan plantear medidas que nos permitan que no se haga de forma tan drástica”, añade Huergo, que por otra parte habla de que este choque también lo vive la empresa. “Sufre la baja motivación, el estrés de los trabajadores... Una tendencia cada vez más extendida es articular alternativas para que el engagement [conexión] con el empleado sea mayor.
Y si todo lo anterior no funciona, siempre queda el consuelo de los tontos: “Ten en cuenta que no estás solo, la mayoría de los profesionales a tu alrededor están pasando por la misma situación”.
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