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Deliveroo afronta su primer juicio en Barcelona por el despido de un repartidor

La plataforma Riders Por Derechos crea Mensakas, una cooperativa de mensajería que reivindica "puestos de trabajo dignos"

JOSEP CATÀ
Repartidores de Deliveroo en Madrid
Repartidores de Deliveroo en MadridSANTI BURGOS

A la empresa de reparto a domicilio Deliveroo se le acumulan los contratiempos. Su modelo de negocio, basado en los encargos que piden los clientes mediante una aplicación en el móvil, y que reparten unos trabajadores autónomos que colaboran con la empresa, ha sido cuestionado desde el punto de vista social y administrativo. Ahora afronta una etapa judicial. Después de varias huelgas de los repartidores y después de que una inspección de trabajo en Valencia concluyera a finales del año pasado que su relación con los estos trabajadores es laboral y no mercantil, lo que les convierte en falsos autónomos, Deliveroo tiene este miércoles el primer juicio por el despido de uno de ellos en Barcelona. La empresa defiende que no fue un despido, sino que simplemente dejó de colaborar con un trabajador autónomo. 

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Deliveroo ha afrontado un juicio parecido en Valencia, todavía pendientes de la sentencia. En el caso de Barcelona, el juicio parte de una denuncia de 14 trabajadores que impulsaron la plataforma Riders Por Derechos, asesorada por el sindicato IAC, que en rueda de prensa este martes ha presentado los motivos del juicio, en la sede del Colectivo Ronda en Barcelona. Los denunciantes aseguran que fueron despedidos por pertenecer a este movimiento de protesta, y denunciaron a la empresa por despido improcedente como consecuencia de la actividad sindical. La empresa asegura que la desvinculación con un trabajador autónomo no es un despido improcedente. La plataforma Riders Por Derechos ha convocado una concentración mañana a las 11 delante de la Ciudad de la Justicia. 

Riders Por Derechos ha aprovechado el juicio para presentar, este martes, una alternativa a las startups de mensajería: la cooperativa Mensakas, que nace para reivindicar "puestos de trabajo dignos" y que está ahora en proceso de financiación. El objetivo, según Oriol Alfambra, portavoz de la plataforma, es que todos los repartidores de la nueva cooperativa tengan contrato de trabajo por el régimen general, y que sea una aplicación que sirva a los trabajadores para autoorganizarse más allá de plataformas conocidas como Deliveroo, Glovo o Uber Eats.

Para empezar, piden hasta 32.000 euros de financiación con una campaña de micromecenazgo en Goteo.org. "Los dedicaremos al desarrollo de la aplicación", ha explicado Alfambra. En la etapa inicial, en la que la cooperativa todavía no gestionará pedidos, habrá hasta ocho trabajadores desarrollando la aplicación, los algoritmos y la parte comercial. Más adelante, Riders Por Derechos prevé tener dos tipos de relación con los trabajadores de Mensakas: ser asociados, para lo que se necesita una aportación de 1.000 euros, y ser trabajadores a media jornada, con un sueldo de siete euros netos por hora. 

"Nuestros márgenes no podrán ser los que tienen Deliveroo o Glovo, ya que ellos se aprovechan de la precariedad de los repartidores", ha explicado Alfambra, quien ha admitido que los precios serán más altos. "El valor añadido es que prestamos un servicio socialmente responsable, y también intentaremos optimizar los pedidos con algoritmos eficientes", ha asegurado.

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Sobre la firma

JOSEP CATÀ
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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