Vueling pone en duda el plan ‘anticolapso’ de Fomento para El Prat
El presidente de la compañía, Javier Sánchez-Prieto, prevé que este verano la aerolínea crezca un 11% en asientos en Barcelona, con cuatro nuevos aviones
El presidente y consejero delegado de Vueling, Javier Sánchez-Prieto, ha cuestionado este miércoles el plan director que tiene el Ministerio de Fomento para evitar el colapso en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Esta estrategia prevé que el aeropuerto de Girona se convierta en la "cuarta pista" del aeródromo barcelonés. Sánchez-Prieto, que preside la aerolínea líder en El Prat, ha considerado que todavía queda margen para optimizar el uso de las pistas barcelonesas, cuya eficiencia está lejos de ser la ideal a causa de las restricciones por el ruido y por la orografía de la infraestructura. Precisamente en este aeropuerto es donde Vueling concentra su estrategia de crecimiento: tras dos años de problemas en este aeropuerto, la aerolínea prevé crecer un 11% este verano, con cuatro nuevos aviones.
"Aena tiene un interés genuino en el desarrollo del aeropuerto de Barcelona, es la joya de la corona y el que tiene más capacidad de crecimiento, pero hace falta una discusión tranquila sobre cómo se debe hacer", ha dicho el presidente de Vueling en un desayuno en la escuela de negocios Esade. Sánchez-Prieto ha recordado que El Prat, aunque tiene tres pistas, está lejos de funcionar a su plena capacidad: a causa de las restricciones motivadas por el ruido de los aviones, que afecta a los vecinos, las pistas no se usan en su totalidad, y los aviones se ven obligados a tomar un desvío hacia el mar cada vez que despegan.
Según el presidente de Vueling, el plan director presentado por Fomento puede solucionar, en parte, el problema de la gestión de los pasajeros en tierra, pero no el del colapso de los aviones para salir al tráfico aéreo. "Hace falta incorporar al debate el elemento de las pistas, y para ello es importante tener en cuenta las preferencias de los clientes, ver si consideran factible hacer una hora más hasta el aeropuerto de Girona", ha insistido. Sánchez-Prieto, además, ha puntualizado que Vueling, al ser la compañía líder en Barcelona, no es la más indicada para trasladar parte de su oferta al aeropuerto de Girona, y ha insinuado que otras aerolíneas deberían hacer el paso.
En Barcelona, Vueling cree que los objetivos del plan director de Fomento son asumibles. El principal es llegar a los 70 millones de pasajeros en el aeropuerto de El Prat, pero Sánchez-Prieto ha aclarado que para conseguirlo, en su opinión tendrían que revisarse las limitaciones por ruido: "Es mucho más caro construir una nueva terminal o una nueva pista que reducir algo las limitaciones; al menos ahora ya se ha abierto el debate".
Recuperar la confianza del cliente
Vueling, una de las cuatro aerolíneas que forman parte del grupo IAG, ha pasado por dos veranos complicados en el aeropuerto barcelonés. Hace dos años, una cascada de cancelaciones y retrasos puso en aprietos a la compañía; y el pasado verano Vueling se vio afectada por las huelgas del personal de los filtros de seguridad de El Prat. Después de estos contratiempos, el objetivo principal de Vueling ha sido "recuperar la confianza del cliente", según ha explicado su presidente y consejero delegado. Este verano, Vueling prevé ofrecer 26,8 millones de plazas, un 11% más con respecto a 2016 gracias a cuatro nuevos aviones basados en Barcelona, que se suma a los 48 que Vueling ya tenía en esta ciudad.
"El cliente quiere puntualidad, fiabilidad, precios bajos y que además le traten con cariño", ha resumido Sánchez-Prieto. Para satisfacer a los usuarios, Vueling ha emprendido en el último año un análisis de los tiempos en los distintos aeropuertos en los que operan, con el que han reducido las esperas. "Estamos en un 80% de puntualidad, once puntos más que en 2016, y ha mejorado la opinión de los usuarios", ha asegurado. Además, en los últimos años la aerolínea ha optado por reducir el número de destinos (actualmente se puede ir a 130 ciudades desde Barcelona) y aumentar las frecuencias.
Vueling, con 3.500 empleados y 112 aviones, transportó en 2017 a 30 millones de pasajeros. El mayor crecimiento se ha visto en El Prat, donde han conseguido 15 millones de pasajeros más en los últimos ocho años. "Facturamos al año 210 millones de euros, el ticket medio cuesta 70 euros, y ganamos 6 euros por pasajero", ha resumido el presidente de Vueling, quien ha centrado su estrategia en reducir costes sin perder la calidad del producto, que diferencia a esta compañía de las otras aerolíneas de bajo coste. Los resultados financieros, según Sánchez-Prieto, son buenos: El retorno operativo es del 13,4%, y el margen de explotación se sitúa en 12,7%.
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