Volkswagen suspende a un alto directivo por las pruebas con monos y humanos
La Comisión Europea urge a Alemania a actuar tras el uso de seres vivos en pruebas de Volkswagen
El escándalo que se desató el fin de semana pasado sobre las tres empresas automovilísticas más emblemáticas de Alemania, Volkswagen, BMW y Daimler, a causa de los experimentos sobre emisiones con monos y humanos que llevó a cabo una organización financiada por las tres marcas, comenzó a cobrar este martes sus primeras víctimas. En un breve comunicado Volkswagen anunció que había decidido suspender de sus labores a Thomas Steg, el poderoso responsable de relaciones públicas del grupo, quien había admitido en una entrevista con el periódico Bild Zeitung, que había sido informado en 2013 de la decisión de llevar a cabo experimentos con monos en Estados Unidos.
Según el comunicado de Volkswagen, Steg, que era responsable de las relaciones internacionales del grupo, dejará de ejercer sus funciones hasta que el grupo haya finalizado una severa investigación para determinar responsabilidades y también para lavar su imagen, que quedó hecha trizas cuando la prensa germana publicó que el grupo había ordenado los experimentos con monos en Estados Unidos y humanos en Aquisgrán para determinar el daño que pueden causar la emisiones de gases tóxicos de los motores diésel.
Los experimentos fueron llevados a cabo por un laboratorio en Alburquerque y una dependencia de la clínica Universitaria da Aquisgrán, por encargo del llamado Grupo de Investigación Europeo sobre el Medio Ambiente y la Salud en el Sector de Transporte (EUGT), que fue fundado en 2007 y que cerró sus puertas en 2017.
“Estamos en el proceso de examinar exhaustivamente el trabajo de EUGT que se disolvió en 2017 y sacar todas las conclusiones necesarias de él”, dijo el consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller. “El señor Steg ha declarado que asume toda la responsabilidad, y yo respeto eso”, añadió.
Steg se convirtió este lunes en el principal protagonista del escándalo que tiene nuevamente en estado de máxima alerta a Volkswagen, a causa de una entrevista que concedió al periódico Bild Zeitung y donde admite que había sido informado en 2013 sobre los planes de EUGT de llevar a cabo experimentos con humanos. El ejecutivo se negó a autorizar ese experimento, pero terminó aceptando las pruebas que se llevaron a cabo en 2014 con diez monos en un laboratorio estadounidense.
“En el estudio con los monos se respetaron los estándares científicos internacionales y la inclusión de comisión ética estadounidense”, dijo Steg al rotativo. “Desde la perspectiva de hoy, el estudio no debería haberse llevado a cabo, incluso bajo diferentes condiciones”, añadió el ejecutivo, que fue, de 2002 a 2009, portavoz adjunto del gobierno bajo el canciller Gerhard Schröder y la canciller Aagela Merkel
El escándalo llega a Bruselas
El más reciente escándalo que azotó las sedes de Volkswagen, BMW y Daimler también contaminó al gobierno federal, que siempre ha mantenido una excelente relación con las tres empresas. El lunes, el portavoz de Angela Merkel calificó las pruebas con monos y humanos como “injustificables”. “Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos”, dijo el portavoz, Steffen Seibert.
Este martes, el escándalo llegaba a Bruselas, donde la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, condenó los estudios con monos y humanos por considerarlos poco éticos. “Aparentemente hay personas en la industria automotriz que no son conscientes de su responsabilidad. Le han hecho un gran daño a toda la industria”, dijo la ministra. “Lo que ha hecho Volkswagen, junto a otras marcas, lo considero irresponsable”.
La Comisión Europea ha instado a las autoridades alemanas a emprender acciones "urgentes" contra Volkswagen. "Estamos impactados por la noticia como todo el mundo. Tomamos nota del objetivo de las autoridades alemanas de investigar el asunto y esperamos que lo hagan".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.