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Foro Económico Mundial de 2018: El momento de la ‘mujer de Davos’

Pese a que la edición de este año del Foro Económico está dirigida por mujeres, estas solo suman el 21% de los participantes

Varias personas pasan ante el centro de convenciones donde se celebra el Foro Económico en Davos.Foto: atlas | Vídeo: DENIS BALIBOUSE (reuters) / atlas
Alicia González

Por primera vez en sus 48 años de historia, la edición de 2018 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estará dirigida exclusivamente por mujeres. Una decisión que responde, por un lado, a las fuertes críticas que ha recibido la organización en el pasado ante la escasa presencia de mujeres en la reunión anual y, por otro, a las recetas que la propia organización ofrece para reducir la brecha entre hombres y mujeres en el terreno socioeconómico. Aun así, el término de hombre de Davos acuñado por el politólogo Samuel Huntington como concepto de la élite global tardará en quedar obsoleto: apenas el 21% de los participantes de este año son mujeres y, pese a ello, es el nivel más alto de todas las ediciones.

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El pasado mes de noviembre el WEF admitía, en el Índice Global de disparidad de género que elabora desde 2006, que la brecha entre hombres y mujeres había aumentado en 2017 por segundo año consecutivo y que eliminar la diferencia entre los dos géneros en términos económicos, al ritmo actual, llevará más de dos siglos (217 años, en concreto). El mismo estudio recogía que si se lograra la paridad entre hombres y mujeres, eso añadiría 250.000 millones de dólares al PIB de Reino Unido; 1,7 billones de dólares a la economía de Estados Unidos; 550.000 millones, a la de Japón; 320.000 millones, a la de Francia y 310.000 millones al PIB de Alemania. Unas cifras que no se pueden despreciar ni ignorar ahora que la desigualdad se ha convertido en el reto sociopolítico prioritario en todo el mundo.

Una de las autoras del informe, Sue Duke, directora de Políticas Públicas de LinkedIn, sostiene que la clave para reducir la brecha entre hombres y mujeres pasa por situar a un mayor número de mujeres en posiciones de poder dentro de las empresas. Y apunta: “Nuestros datos muestran que cuando las mujeres están bien representadas en puestos de mando dentro de las empresas, las compañías suelen contratar a mayor número de mujeres a todos los niveles”. Un dato no necesariamente sorprendente y que es enarbolado por los partidarios de las cuotas de mujeres en el mundo laboral. “Muchos estudios sugieren que, de forma consciente o no, las personas suelen contratar a gente como ellos en las empresas”, subraya Duke.

Sea por un movimiento estratégico o por un cambio estructural, lo cierto es que el WEF se suma a uno de los años más relevantes para las mujeres en términos económicos y sociales al decidir que la reunión de este año esté copresidida exclusivamente por mujeres, aunque las cabezas visibles del Foro de Davos seguirán siendo hombres: su presidente, y antiguo ministro de Exteriores noruego Borge Brende, que también se estrena en estas lides, y su fundador, Klaus Schwab. Erna Solberg, primera ministra de Noruega, y Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezan la dirección de este Davos. Solberg ponía estos días el acento en la importancia de los cambios: “Estoy especialmente preocupada por la necesidad de crear una sociedad del bienestar sostenible. El crecimiento inclusivo es esencial para alcanzar ese objetivo. Y eso significa, entre otras cosas, que tanto hombres como mujeres deben ser capaces de formar parte del mercado de trabajo en los mismos términos”.

Desde su llegada al FMI Lagarde se ha convertido en una de las impulsoras de la necesidad de aumentar la participación de las mujeres en la economía y en los puestos de poder. “La forma más eficiente de reducir las desigualdades sería reducir la brecha entre hombres y mujeres, y no hay que ser un genio para verlo”. “Tanto si es acceso al mercado de trabajo, a la financiación, o reducir la disparidad en términos retributivos, todo ello permitiría grandes avances para reducir la desigualdad”, apuntaba en octubre pasado.

Junto a ellas estarán Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Internacional de Sindicatos; Fabiola Gianotti, directora general de la Organización Europea para el Análisis Nuclear; Isabelle Kocher, consejera delegada de la empresa energética ENGIE; Ginni Rometty, presidenta ejecutiva de IBM; y Chetna Sinha, presidenta de la cooperativa de crédito Mann Deshi.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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