Gustavo Santos: “El kirchnerismo nos dejó un país cerrado al mundo”
El Gobierno argentino cifra en casi siete millones los turistas en 2017 y apunta a los nueve millones para 2019 como objetivo
El ministro de Turismo argentino, Gustavo Santos (Córdoba, 1957), trabaja para que su país llegue a los nueve millones de visitantes a finales de 2019. La meta es ambiciosa para un destino que cerró 2016 con 5,5 millones de viajeros, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Las mediciones de la organización aún no reflejan los resultados de la política de liberalización del presidente Mauricio Macri, quien llegó al poder a finales de 2015, pero Santos confía en que a partir del siguiente curso las cifras de la OMT evidencien ya el progreso del sector. El ministro, de paso por Madrid para asistir esta semana a la Feria Internacional de Turismo (Fitur), señala que el número de visitantes en Argentina creció en más de un millón en 2017.
Pregunta. ¿Cómo va la meta de los nueve millones de turistas?
Respuesta. El año que acaba de terminar vamos a estar en los 6,6 o 6,7 millones de turistas, a falta de cerrar los datos definitivos. El crecimiento más fuerte ha sido por vía aérea, lo cual es muy importante para nosotros porque este es un turista de mayor gasto. Nos habíamos propuesto no solo elevar la cantidad de visitantes, sino que aumentara también el gasto turístico: pasar de los 700 dólares de promedio a 900, como mínimo. Ya estamos en esa meta.
P. Colombia aventaja (con 4.773 millones de dólares) a Argentina en ingresos anuales por turismo, pese a solo recibir 3,3 millones de visitantes; y Panamá le pisa los talones (4.258 millones) con apenas dos millones.
R. El Caribe no es comparable. Son países que tienen una temperatura permanente, muy demandados en distintas temporadas por países centrales emisivos y mucho más próximos, que están en el mismo meridiano.
P. ¿Cuál es la ruta para llegar a los nueve millones?
R. Ya sabemos que en 2018-2019 van a crecer los cruceros [el Gobierno redujo las tasas el pasado diciembre], entre un 30% y un 35%. Todas las medidas que hemos puesto en marcha en el sector aerocomercial van a empezar a arrojar resultados. Ya está Norwegian en Argentina; en España ya tienen tres rutas pedidas: Madrid, Barcelona y Málaga. En algún momento van a empezar a funcionar. Esas son más ofertas de asientos, más turistas. El 8 de marzo comienza a volar Ethiopian, Addis Abeba-Buenos Aires; en mayo, Air Canada, Toronto-Buenos Aires; en noviembre, Edelweiss, Zúrich-Buenos Aires. Y estamos detrás de los vuelos directos desde San Francisco y Los Ángeles.
P. Tras el reciente debut de la primera aerolínea low cost en el país, ¿cuántas planean que estén funcionando a final de año?
R. Las cuatro que ya se han puesto en marcha, Norwegian, Lassa, Avianca y Flybondi. Hay dos o tres más, pero estas son las principales. Y espero que en 2019 Norwegian ya tenga un despliegue territorial consistente.
P. ¿Por qué se retrasó tanto la entrada de estas aerolíneas? Se supone que tenían que estar funcionando desde el año pasado.
R. Esto estaba bloqueado sobre todo por una política aerocomercial del anterior Gobierno [Cristina Fernández de Kirchner] absolutamente equivocada que iba en línea con una visión de país equivocada: la de una Argentina cerrada al mundo. Esto tenía su correlato en el proteccionismo extremo de Aerolíneas Argentinas, una empresa que perdía dos millones de dólares por día. Hoy esa compañía consume tres veces menos subsidios que cuando la recibimos; está volando con mucha más competencia, tiene más vuelos y está batiendo récords de pasajeros. De lo que se trata es de ampliar la base de la demanda (...). Si uno se pone a ver el ingreso per cápita de Argentina y la cantidad de pasajeros comparado con lo que volamos frente a Chile, Perú, Colombia, Brasil… no hay explicación [para tan pocos vuelos].
P. ¿Van a retirar las tarifas mínimas para los vuelos?
R. Esas tarifas no se actualizan hace cuatro años y con una inflación que todavía es alta —nosotros recibimos una inflación de casi el 50%, estamos en un 20%— va a desaparecer. En cuanto el sistema esté funcionando, el piso va a desaparecer.
P. El Foro Económico Mundial critica que pese a las altas cargas en boletos y servicios aeroportuarios el presupuesto para Turismo en el país es bajo.
R. Bajar los impuestos en general, todos los costos. Argentina tiene un potencial de inversiones enorme y simplemente hay que crear las condiciones para que esto suceda. Ahora, el documento del Foro Económico toma en cuenta dos años, 2016 y 2015. El próximo será de 2017 y 2016 [los dos primeros años del Gobierno de Macri] y creo que en este Argentina va a aparecer mucho mejor. Estamos arrastrando todo un año, 2015, que fue probablemente el peor del país durante la gestión anterior. Era una Argentina con cinco tipos de cambio, que no permitía que las utilidades se reinvirtieran…
P. ¿Cuál fue el principal lastre de la herencia kirchnerista?
R. La principal traba fue que el país estaba cerrado al mundo. Los cielos cerrados. Una política digital nula. Una política errática de promoción por eventos y no por mercados...
P. ¿Cómo están impulsando la inversión?
R. Este año tenemos la presidencia del G20. La reunión de los jefes de Estado va a ser en noviembre en Buenos Aires y la de Turismo, en abril. Ese mismo mes va a ser la reunión del World Travel and Tourism Council, con los principales CEO de la industria del turismo del mundo, también en Buenos Aires. En ese contexto va a haber muchos anuncios de inversiones. Un dato, Jack Ma, el dueño de Alibaba [gigante del comercio electrónico], ha visitado tres veces el país. Esa empresa va a ser la plataforma de venta de turismo argentino en China.
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