Brasil sale de la recesión pero con un crecimiento muy débil
El gigante sudamericano encadena su segundo trimestre con un PIB positivo tras una subida de 0,2%
Tras dos años, Brasil ya no está en recesión. El país ha logrado encadenar dos trimestres seguidos con crecimiento del PIB, aunque con valores muy modestos. En los tres primeros meses del año la economía logró avanzar un 1%, un dato que los expertos relativizaron ya que estaba muy ligado a un momento de euforia en la agricultura tras una cosecha inusualmente fértil. En el segundo trimestre, el crecimiento ha sido más modesto, de un 0,2% según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) publicados este viernes. Sin embargo, el análisis de los últimos 12 meses muestra un escenario aún negativo, con un retroceso del 1,4%.
El resultado positivo del segundo trimestre llegó favorecido por el sector servicios, que creció un 0,6%, y, sobre todo, el consumo de las familias, que avanzó un 1,6% después de más de dos años en retroceso. El freno a la inflación en este periodo, que llegó a ser negativa en junio, y la rebaja de la tasa básica de intereses son, según el IBGE, dos de los factores que impulsaron el mayor gasto familiar.
“El dato es positivo, pero no debemos llamarle crecimiento. Lo consideramos como tal cuando es superior al 0,5%”, declaró Rebeca de La Rocque Pali, coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE. El instituto oficial ha insitido en la necesidad de ser cautos al advertir que, pese a la mejoría en los últimos tres meses, en el conjunto del primer semestre el consumo de las familias sigue cayendo un 0,6%.
De los tres principales sectores de la economía, solo los servicios crecieron entre marzo y junio. La agricultura permaneció estable y la industria retrocedió un 0,5% después de haber subido un 0,7% en los primeros tres meses del año.
El análisis más compartido por los economistas es que la recuperación resulta aún incierta al no haber una mejora generalizada de los sectores. Otro factor que genera dudas sobre la capacidad del país para salir de la crisis es el ambiente de fuerte incertidumbre política debido a las acusaciones de corrupción contra el presidente, Michel Temer. Aunque Temer ya superó una primera denuncia —gracias al apoyo del Congreso— por parte de la fiscalía general de la República, todo apunta a que el presidente puede volver a ser objeto de una nueva acción judicial. El Congreso también tendría que examinarla, lo que retrasaría aún más la votación de reformas consideradas esenciales por el mercado, como por ejemplo la de las pensiones.
Inversiones aún en caída
Ante el escenario aún turbulento, la inversión de las empresas también retrocedió un 0,7% con relación al primer trimestre, la cuarta caída consecutiva. "Como el empresariado observa la inestabilidad política y las elecciones presidenciales de 2018 en el horizonte, restringe la inversión al mínimo necesario", explica Otto Nogami, profesor de economía en la escuela de negocios Insper. Según él, aún es pronto para hablar de recuperación. "Hemos tenido mejoras puntuales, pero necesitamos más tiempo para confirmar esa tendencia", explica.
André Perfecto, economista-jefe de Gradual Inversiones, también opina que hay pocas razones para celebrar: "Los bajos datos de inversión prueban que no hay un polo de crecimiento económico consistente y que aún podemos ir de susto en susto".
En el sector externo, las exportaciones aumentaron un 2,5%, mientras las importaciones cayeron un 3,3%. Las ventas al extranjero que registraron los mayores aumentos fueron las de vehículos automotores, petróleo y gas natural, productos agropecuarios y papel y celulosa. Las caídas más relevantes en las importaciones afectaron a máquinas y equipamientos, excepto en el caso de los relacionados con vehículos.
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