La Bolsa española es líder en rentabilidad por dividendo

La crisis ha supuesto un tajo en casi todas las partidas de las empresas españolas (inversiones, empleo, I+D) menos en los dividendos. En los 11 primeros meses de 2016 las compañías cotizadas repartieron 24.743 millones de euros a sus accionistas, un 0,9% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta retribución, junto con el débil comportamiento de las acciones, sitúa la rentabilidad por dividendo de la Bolsa en el 4,6%, la más elevada entre los principales mercados del mundo.

“En los últimos 16 años, las empresas han distribuido a sus accionistas dividendos por valor de 363.000 millones, cifra que equivale al 35% del PIB español”, destacó Antonio Zoido, presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME) durante su intervención este lunes en Madrid para hacer balance del año. Zoido también subrayó que los inversores internacionales “no dejan de apostar por la Bolsa española”.

La participación de inversores no residentes en acciones locales se situó al cierre del primer semestre de 2016, según datos provisionales, en el 43,2% del total frente al 42,3% de diciembre de 2015, lo que supone un nuevo máximo histórico. Además, los extranjeros acaparan cerca del 85% de la contratación total de títulos en nuestro mercado. “Además, durante los años de la crisis, las familias se han convertido en uno de los puntales del mercado, aumentando de forma importante su cartera en acciones cotizadas. A junio pasado, ya poseían el 23,4% del total de los títulos”, señaló Zoido.

Estrenos en el parqué

La actividad mundial de salidas a Bolsa se redujo durante los nueve primeros meses del año un 23% en número de operaciones y un 39% en volúmenes captados, respecto al mismo periodo de 2015. En el caso del mercado español, 22 empresas han salido a cotizar, cuatro en la Bolsa y 18 (principalmente socimis) en el mercado alternativo bursátil. “Hemos sido uno de los mercados europeos más activos. Esperamos que el próximo año las empresas retomen sus proyectos de cotizar”, dijo el presidente de BME.

La nueva regulación y la incertidumbre geopolítica se han notado en los volúmenes de negociación de la mayoría de mercados. En el caso de la Bolsa española, la contratación hasta noviembre se contrajo un 32,5%, hasta los 603.902 millones. Por el contrario, en 2016 se confirmó la tendencia según la cual las empresas empiezan a reducir su dependencia de la financiación bancaria. En los 11 primeros meses del curso se canalizaron cerca de 27.000 millones de euros hacia las empresas, principalmente a través de ampliaciones de capital. 2016 también ha supuesto un nuevo récord en la emisión de bonos por parte de las cotizadas.