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El insaciable apetito de Intercorp

El grupo peruano se diversifica con el objetivo de satisfacer a la clase media

La torre Interbank, sede del grupo empresarial, en el distrito limeño de La Victoria.
La torre Interbank, sede del grupo empresarial, en el distrito limeño de La Victoria.Víctor J. Blue (Bloomberg)

Situada a pocos metros de la intersección de dos de las avenidas más emblemáticas y transitadas de Lima, la Torre Interbank marca el perfil del barrio financiero. No es la más alta, pero su diseño —una suerte de mole inclinada y con el frente redondeado, coronada con un helipuerto, algo poco visto en esta ciudad— se distingue claramente del resto de edificios de la zona. El diseño corrió por cuenta del arquitecto austriaco Hans Hollein y su construcción concluyó en 2001. Cuando estuvo lista, se convirtió en un lunar de modernidad dentro de una ciudad mayormente plana (una característica que, sin embargo, en los últimos años ha empezado a cambiar). Es difícil no pensar que esa aura sofisticada no es un mensaje claro de las intenciones de quienes ocupan su interior.

Desde su despacho, en el piso 19º de esta torre, Carlos Rodríguez-Pastor Persivale dirige Intercorp, uno de los conglomerados empresariales más ambiciosos y de más rápida expansión de Perú. Empezó con un banco, pero pronto se expandió, primero dentro de la rama financiera y luego en sectores cada vez más diversos y en apariencia sin ninguna conexión, como la educación, los hoteles, la distribución minorista, el entretenimiento y los restaurantes.

En la actualidad, el holding Intercorp es dueño del cuarto banco más grande de Perú (Interbank), una compañía de seguros (Interseguro), una cadena de supermercados e hipermercados con alrededor de 60 tiendas en todo el país (bajo las marcas Plaza Vea y Vivanda), una cadena de tiendas por departamentos (Oeschle), multicines, farmacias e incluso franquicias de comida rápida, como las hamburgueserías Bembos y la cadena de pollo a la brasa Don Belisario. También han entrado en el sector de la educación, con las escuelas Innova Schools y una universidad; y en la hostelería, con la cadena Casa Andina. Una de sus más recientes operaciones fue la adquisición del 80% de la firma de loterías Intralot, por una cantidad que no se ha dado a conocer.

Toda esta expansión —concretada en menos de dos décadas— ha hecho de Intercorp uno de los grupos empresariales más importantes e influyentes de Perú. A la vez, ha hecho de CRP (así es como se le conoce en el mundo empresarial peruano a su presidente) el hombre más rico del país. La lista de multimillonarios de la revista Forbes le atribuye un patrimonio valorado en cerca de 2.300 millones de dólares.

Cronología

1994. Carlos Rodríguez-Pastor lideró a un grupo de empresarios en la adquisición del Banco Internacional del Perú, que más tarde se bautizaría con el nombre de Interbank.

1996. El grupo empezó su diversificación con la fundación de Interfondos, una gestora de fondos.

1998. Se crearon dos nuevas compañías: la inmobiliaria Urbi Propiedades y la aseguradora Interseguro.

2003. Se adquiere la cadena de supermercados Santa Isabel, hoy conocida como Supermercados Peruanos.

2014. El holding se hace con el control de IPAE, una escuela de negocios especializada en la formación de emprendedores. Dos años antes habían comprado una universidad.

La familia Rodríguez-Pastor emigró a Estados Unidos cuando CRP tenía apenas nueve años, después de que su padre, Carlos Rodríguez-Pastor Mendoza, que era gerente del Banco Central, fuera acusado por la dictadura militar del general Velasco Alvarado de malversar fondos para favorecer a una petrolera extranjera. Corría el año 1969. CRP, primogénito de seis hermanos, estudió en Tuck, la escuela de negocios estado­unidense de la universidad de Dartmouth. Con el fin del Gobierno militar (1969-1980), su padre regresó a Perú, donde asumió el Ministerio de Economía, y después empezó a buscar oportunidades en el sector financiero. Estas se presentaron a partir de 1990, cuando pudo adquirir la operación del Bank of America en el país y luego, en 1994, cuando lideró a un grupo de inversores en la compra del Banco Internacional del Perú, que era propiedad del Estado, y luego pasó a llamarse Interbank. Solo un año después de concretar la adquisición, Carlos Rodríguez-Pastor Mendoza falleció de un ataque cardiaco y su hijo quedó a cargo del negocio.

Perfil bajo

Como la mayoría de líderes empresariales peruanos, CRP es un personaje de un perfil bajísimo, que solamente ha dado una entrevista a un medio de comunicación en su vida y rara vez hace declaraciones públicas. "Prefiere que sus empresas hablen por él", es una frase recurrente en los perfiles que la prensa peruana ha escrito de él. Pero su visión resulta clara a la vista de las declaraciones de sus colaboradores cercanos y del perfil de sus apuestas: desde que asumió el control, CRP tuvo claro que el banco iba a ser la base para el lanzamiento de una serie de negocios. Con esa intención se creó Nexus Group, la unidad de negocios, mientras que la parte financiera quedó bajo el paraguas de Intercorp Financial Services (IFS), que agrupa a Interbank, Interseguro e Intéligo, la firma de gestión de patrimonios del grupo.

En general, para los analistas está claro que Intercorp apuesta por el crecimiento de la clase media peruana, y estar bien colocado para participar en todos los aspectos posibles de la vida del consumidor. Interbank es un claro ejemplo de la orientación al cliente que tiene el grupo. Sus sucursales están concebidas como tiendas orientadas a darle al usuario la máxima comodidad posible: en palabras de su gerente general, Luis Felipe Castellanos, su paradigma de cómo debe ser una agencia bancaria es la cadena de cafeterías Starbucks. Asimismo, tiene oficinas en supermercados y centros comerciales que atienden en horario extendido, hasta las nueve o diez de la noche, incluso sábados y domingos. Según el Banco de Inversión Credicorp Capital, Interbank es actualmente el banco más rentable de América Latina, con un rendimiento sobre patrimonio del 23%. En el primer semestre de 2016, pese al enfriamiento de la economía peruana, generó un beneficio de 425,5 millones de soles, equivalentes a unos 125 millones de dólares.

A diferencia de otros grupos empresariales peruanos, Intercorp no parece muy interesado en desarrollar un proceso de internacionalización. Su prioridad está en seguir buscando oportunidades de negocio dentro del país. Esto, sin duda, tiene que ver con la mirada optimista que tiene su líder respecto al crecimiento nacional. "Su visión de Perú es que ha iniciado el proceso que décadas atrás comenzaron los países asiáticos y que la onda de crecimiento que se ve hoy en día es a largo plazo", resume en un perfil la revista Poder. Y la consigna de Intercorp es acompañar ese crecimiento.

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