Moscovici niega que Guindos le haya informado sobre la prórroga del Presupuesto
Primer enfrentamiento entre Bruselas y España en la reunión del Eurogrupo que da inicio al curso político
Primeras escaramuzas del curso. El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha presentado hoy en el Eurogrupo con una promesa incumplida bajo el brazo: la falta de acuerdo obliga al Gobierno en funciones a prorrogar el presupuesto. Guindos ha asegurado que ya ha informado de que España presentará unas cuentas públicas “sin cambios de política” (es decir, sin apenas cambios respecto al de 2016) al comisario Pierre Moscovici, e incluso al ministro alemán Wolfgang Schäuble, auténtico maestro de ceremonias de estas reuniones. Moscovici lo niega tajante: "Guindos no me ha advertido de nada y no hemos hablado de nada, nos hemos cruzado en Hangzhou, en el G20, pero él tenía trabajo y yo también", ha asegurado poco antes del inicio del Eurogrupo.
Bruselas se ha resignado ya a que la situación política española impide al Ejecutivo cumplir con las exigencias de la Comisión, que canceló una multa a España de hasta 2.000 millones de euros a cambio de asegurarse un presupuesto austero que finalmente no se aprobará. Pero el nerviosismo respecto a España va en aumento tras casi nueve meses sin Gobierno. Guindos, a cambio de esa promesa incumplida, asegura que el Gobierno aprobará por decreto ley a lo largo de las próximas semanas el también prometido endurecimiento del impuesto de sociedades. Se trata de un aumento de la retención con un tipo en torno al 20% que se mantendrá también el año próximo y puede adelantar unos 6.000 millones a las arcas de Hacienda.
España confía en que eso sea suficiente para dejar el déficit público de este año en el entorno del 4,6% del PIB, aunque Madrid admite que en estas condiciones, rebajar el déficit por debajo del 3% en 2017 será complicado. De momento, la recaudación no acompaña y esos objetivos están en el aire: España crece en el entorno del 3% —más del doble que la media europea— pero ni aun así consigue embridar sus cuentas públicas, con un agujero fiscal que solo es inferior al de Grecia.
La resignación de Bruselas por la situación política está ahí. Y las exigencias no tardarán en aparecer: los problemas presupuestarios de España “no se han evaporado” este verano tras la cancelación de la multa en julio, ha avisado el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, uno de los más críticos con la decisión de Bruselas de evitar una sanción humillante para España y Portugal.
“Los problemas siguen ahí. Le tocará al nuevo Gobierno abordarlos y volver a la senda correcta. Nosotros no podemos formar Gobierno en España, aunque a veces nos gustaría”, ha explicado Dijsselbloem con claros síntomas de hartazgo hacia una situación que no se solucionará, como pronto, hasta después de las elecciones gallegas y vascas. "Es difícil para la Comisión analizar un presupuesto si no hay un presupuesto, y es difícil para un Gobierno que está en funciones diseñar uno nuevo", ha reconocido antes de participar en el encuentro.
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