Bancos, parques y papeleras integrados en el entorno
El mobiliario urbano se diseña a gusto del contratante utilizando materiales sostenibles
Las corporaciones municipales españolas han navegado durante años en aguas turbulentas. Capear la crisis ha supuesto recortar drásticamente en muchos Ayuntamientos, empezando por la implantación y renovación del mobiliario urbano. "Venimos de un momento complicado. Ha habido una transformación de nuestro sector. Veíamos que el precio prima sobre todo", explica Miren Jiménez, presidenta de la Asociación de Fabricantes de Mobiliario Urbano y Parques Infantiles (Afamour), que reclama más atención sobre otros factores como la sostenibilidad medioambiental de los productos. Jiménez relata que Tecma, la Feria de Urbanismo y Medio Ambiente, prácticamente había desaparecido para su sector en años anteriores por la poca atención de los Gobiernos municipales a criterios ecológicos.
Pero la tendencia ha variado últimamente, gracias al trabajo y la innovación de las empresas y a la paulatina recuperación de los Ayuntamientos, que además ven una ciudadanía cada vez más preocupada por el respeto a la naturaleza. El Ayuntamiento de Valencia, con Joan Ribó al frente, aprobaba el pasado abril diseñar una herramienta que permita que la compra de todo el mobiliario de la capital del Turia se rija por criterios de sostenibilidad. El Consistorio calcula que con el nuevo sistema reducirán en más de un 25% el impacto de la ciudad sobre el calentamiento global, en más de un 15% el consumo energético y un 10,8% el volumen de residuos generados. Porque hay empresas dispuestas a transformar los residuos de la ciudad en algo útil para el ciudadano.
Sin cortar un árbol
José Luis Aranda es gerente y socio fundador de Sintala, una empresa familiar de Segovia pionera en la creación de mobiliario con madera sin cortar un solo árbol (de ahí el nombre de la compañía): "Cogemos la madera que nos ofrece el propio Ayuntamiento u otras instituciones del entorno como parques naturales, y que procede de podas, de árboles o ramas caídas de forma natural", explica. De esta forma fabrican bancos, papeleras o parques infantiles y, de paso, le solucionan al Ayuntamiento el problema del tratamiento del residuo que supone esa madera. "La sociedad ha madurado y aprecia este compromiso medioambiental, y también saber que los árboles que tiró hace unos meses el viento en la calle de al lado ahora son unos bancos en el parque del barrio", valora.
En poco tiempo, Sintala ha llamado la atención de grandes municipios españoles: "Segovia y la sierra de Madrid han sido nuestro laboratorio de operaciones. Ahora ya tenemos un protocolo establecido, que implica una relación fluida con los Ayuntamientos, y un sistema de almacenaje de la materia prima en contenedores hasta que tenemos suficiente para realizar los pedidos", desarrolla Aranda. Ciudades como Madrid, Barcelona o Vic se han interesado por su propuesta, que ya puede verse también en Las Rozas (Madrid) o en municipios del parque regional del Curso Medio del Guadarrama. "La receptividad es muy alta porque matamos dos pájaros de un tiro y ofrecemos un diseño personalizado", asegura el gerente, que señala que, además del catálogo básico de productos, su empresa ofrece diseño de mobiliario a la carta. Junto a la madera, Sintala utiliza materiales autóctonos de la zona del municipio, como el granito de la sierra en el caso de Madrid o Segovia. En función de las características y del tipo de madera que consiguen, desarrollan objetos de uno u otro tipo.
Su conciencia medioambiental le ha valido a Sintala el sello Madera Justa, que garantiza que sus productos proceden de maderas que cumplen con requisitos de responsabilidad ecológica, social y económica. Su propuesta de reutilización es pionera a nivel europeo. "Es un formato muy original, totalmente novedoso en nuestro entorno y muy inusual. Nos han hecho muchas propuestas desde corporaciones muy grandes como Coslada, El Escorial o Madrid. Hemos tenido que decir que no a algunas por pura falta de tiempo", confiesa Aranda, que considera que ya han desarrollado una infraestructura y mecanismos adecuados para hacer frente a contratos de mayor envergadura. Junto a otras empresas del sector, Sintala participará en el showroom de Afamour en la feria Tecma, donde la asociación entregará premios al mejor diseño, con la sostenibilidad como criterio imprescindible.
Prioridades
Equilibrar el sistema urbano
Uno de los efectos que puede tener una buena actuación medioambiental con el mobiliario urbano es la recuperación de áreas con gran-des parques urbanos o periurbanos. Sintala ha firmado sendos acuerdos con las Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid (en su campus de Palencia) para realizar una labor de apoyo medioambiental al tiempo que se equipa a los parques con bancos y papeleras fabricados a partir de madera caída en ese entorno. “Nosotros obtenemos recursos naturales para realizar nuestros productos y colaboramos con biólogos y ecólogos para re-introducir un equilibrio en el ecosistema con esos parques, por ejemplo, con la recuperación de una determinada especie forestal”, desgrana desde Sintala José Luis Aranda.
Mejorar la eficiencia del mobiliario urbano, potenciar su ahorro energético y minimizar la contaminación son objetivos que se empiezan a colocar entre las prioridades de las localidades a la hora de elegir un producto. Importantes empresas del sector ya cuentan con certificados como el FSC o el PEFC de cadena de custodia de la madera (emitidos por empresas sin ánimo de lucro), que garantiza una actuación sostenible sobre los bosques. Es el caso de Industrias Agapito, que además ha desarrollado una gama de mobiliario con polietileno reciclado y 100% reciclable procedente del consumo doméstico. O de Moycosa, especializada en parques infantiles, que da una nueva vida en sus productos a neumáticos fuera de uso.
En Tecma también estarán presentes las empresas de jardinería, que en los últimos años han desarrollado una amplia oferta en el ámbito de los huertos urbanos, una tendencia al alza que confirma el auge de la conciencia ecológica entre los ciudadanos. La empresa alavesa Air Garden propone un sistema de jardineras verticales con riego por goteo que optimiza el consumo de agua. Su idea supone no necesitar grandes superficies de suelo para mejorar la calidad del aire. Un diseño innovador para el mobiliario de una nueva ciudad que cuida el entorno y que involucra a los vecinos en ello.
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