Google patenta un capó adhesivo para los atropellos del coche autónomo
El peatón se pega a un velcro gigante para evitar salir rebotado y minimizar el impacto del vehículo
Google quiere demostrar la fiabilidad de sus coches autónomos a toda costa. El gigante de Internet ha patentado una nueva tecnología "pegajosa" para proteger a los peatones en caso de que sean atropellados por uno de sus coches autoguiados.
La patente, que le fue concedida el 17 de mayo, es una capa adhesiva pegajosa en el capó delantero del vehículo, de forma que se reduce el daño causado cuando un peatón es atropellado por un coche, impidiéndole que sea arrojado contra el pavimento o el mobiliario urbano, o lanzado sobre otro coche, según publica el portal tecnológico The Mercury News.
De acuerdo con la descripción de la patente, el revestimiento de adhesivo en la parte delantera del vehículo puede ser activado al entrar en contacto con el peatón y es capaz de adherirse a su cuerpo casi instantáneamente.
Esta acción instantánea o casi instantánea puede ayudar a limitar el movimiento de rebote del peatón, que se podrá transportar en la parte delantera del vehículo hasta que el conductor del vehículo (o el propio vehículo en el caso de ser autónomo) reaccione al incidente y aplique los frenos, indica Google. De esta forma, tanto el vehículo como peatón puede llegar a una parada más gradual que si el peatón rebota en el vehículo y sale despedido.
En cuanto a la eliminación de un peatón atrapado en el capó de un coche, la patente incluye una opción para utilizar un "adhesivo desprendible" que permita que la persona se pueda despegar "después de un período de tiempo". La patente aclara que el invento está específicamente dirigido a los coches autoconducidos, pero señala que se puede adaptar a cualquier vehículo.
Las empresas de automóviles ya han tomado medidas para proteger a los peatones de impacto. Citroen y Jaguar usan un dispositivo que eleva 6,5 centímetros el capó del coche en el impacto para proporcionar un cojín entre la superficie del vehículo y el bloque del motor. Otros, como el Land Rover y Volvo, han desarrollado bolsas de aire que se despliegan sobre el parabrisas en el exterior del coche en caso de impacto y protegen al peatón de una lesión.
Sin embargo, la patente observa, "la tecnología existente que se encuentra en los vehículos hace poco para mitigar el impacto secundario que un peatón puede experimentar".
No se sabe si Google tiene planes activos para instalar la nueva tecnología en sus coches autónomos en el futuro. La empresa tiene gran actividad en materia de patentes. Un portavoz señaló al portal, que fue el primero en informar sobre el caso: “Tenemos patentes en una variedad de ideas. Algunas de esas ideas maduran más tarde en productos y servicios reales, algunos no lo hacen ".
Algunos accidentes
Un coche sin conductor de Google chocó contra un autobús el pasado 14 de febrero en Mountain View, el pueblo donde tiene su sede el buscador. No fue la primera vez que uno de sus coches tiene un accidente pero sí, según los registros del Departamento de Vehículos a Motor (DMV), el equivalente a la española DGT, es la primera en que el gigante tecnológico reconoce que ha sido culpa de su vehículo. El coche terminó con todo el lateral izquierdo dañado tras la colisión, pero no hubo daños humanos. El autobús, en el que viajaban 15 personas, solo sufrió daños menores.
Desde 2009, cuando comenzaron a transitar por el campus de Google, estos vehículos autónomos se han visto envueltos en varias incidencias, 341 según el último informe de Google. En 13 ocasiones se evitó el accidente gracias a que la persona que va dentro tomó el volante. Esta es la primera en que se fía y hay una colisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.