El rumbo de Navantia pasa por el Índico
Los astilleros públicos tienen en los contratos de Arabia Saudí y Australia el seguro de vida para los próximos cinco años
El pasado miércoles en la sede de Navantia cundió el pánico. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) había presentado una proposición no de ley ante la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados en la que instaba al Gobierno a revocar los contratos de venta de armas concedidos desde el 25 de marzo de 2015 a Arabia Saudí, incluido el contrato para construir cinco corbetas para su Armada. Su aprobación iba a echar al traste el mayor contrato de la empresa de construcciones navales con un cliente extranjero justo en un momento en que sus responsables están esperando que el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz Al Saud, dé el visto bueno definitivo.
La argumentación de la proposición era razonable (“mientras subsista un riesgo sustancial de que puedan emplearse para cometer violaciones de derechos humanos en la guerra de Yemen”) y el apoyo de los grupos parlamentarios de izquierda parecía asegurado, aunque chocaba que partiera de la formación independentista, que, teóricamente, se muestra al margen de asuntos del Estado. La proposición salió adelante; pero, para alivio de la empresa pública, con una enmienda transaccional del grupo socialista, que apoyaron Podemos y otros grupos (Ciudadanos se abstuvo y el PP votó en contra), que excluye el citado contrato.
Trabajo y empleo
Una proposición de ERC planteaba revocar el contrato con Arabia hizo cundir el pánico en la compañía
Contrato salvado. La aprobación de la iniciativa habría supuesto un palo para las aspiraciones del grupo público de mantener una carga de trabajo que asegure el empleo al menos para los próximos cinco años. No obstante, no deja de revestir preocupación que se haya aprobado la proposición en contra de los intereses de Arabia Saudí, ya que podría no encajarla bien cuando todavía está pendiente de la firma definitiva. También inquieta que la actual situación política española, con un Gobierno en funciones y las instituciones a medio gas, no ejerza la presión diplomática necesaria.
El contrato con Riad, que supera los 2.000 millones de euros, incluye, además de la construcción de cinco corbetas en Cádiz, el paquete logístico, formación, sistemas de control de plataforma y mantenimiento para cinco años y la modernización de la base naval de la Royal Saudi Naval Force (RSNF) donde se ubicarán los barcos, entre otros aspectos.
La empresa que preside José Manuel Revuelta comenzó en 2014 un proceso de diversificación e internacionalización. Se materializó con un flotel (barco-hotel para la petrolera mexicana Pemex); los buques de acción marítima de la Armada Española 5º y 6º y la contratación del Programa Wikinger de 29 Jackets y una subestación offshore para Iberdrola. En 2015 se produjo la contratación de al menos cuatro petroleros tipo Suezmax; cinco estructuras flotantes tipo Spar para la segunda fase del proyecto Hywind de Statoil; el contrato para el diseño de un buque anfibio para Turquía; el diseño del submarino S-81 Plus y el contrato con Australia para construir tres fragatas en el astillero público ASC en Adelaida.
Inquieta que las instituciones y el Gobierno no ejerzan las presiones diplomáticas precisas
Y, precisamente, en Australia se espera para antes de junio la contratación de dos buques de apoyo logístico para la Armada del país, así como contratos en el campo de la eólica marina. La oferta de Navantia fue elegida frente a la de la coreana Daewoo, que había llegado a la fase final. El contrato se acercaría a los 500 millones de euros y daría carga de trabajo para los astilleros de Ferrol para los próximos cinco años. Una carga de trabajo de tres millones de horas que asegura el empleo en los astilleros gallegos, pero que originó protestas en Australia por no hacerlos allí. La importancia de este país le ha llevado a constituir una filial allí, ya tiene otra en Brasil y tiene previsto otra en Arabia Saudí.
La paradoja de los astilleros españoles siempre ha sido que a medida que tenía más carga de trabajo más perdía. El objetivo es ser competitivos y mantener sus capacidades industriales y de producto sin generar pérdidas. Para ello es imprescindible incrementar las ventas militares en los mercados internacionales. Así como consolidar su diversificación hacia la construcción civil y la eólica offshore. El discurso de Revuelta pasa por lograr el astillero 4.0 en el marco de la estrategia global europea de la Industria 4.0. Es un nuevo formato para el siglo XXI, “con la tecnología e instalaciones que les permitirán dar un salto en su evolución industrial, garantizando su competitividad y sostenibilidad futura”. En el medio plazo deberá avanzar en aplicaciones de big data.
La compañía, que emplea a 5.400 trabajadores en sus centros de Ferrol, Cádiz, Cartagena y Rota, cuenta con la suficiente carga de trabajo para consolidar la transformación que garantice su futuro. Eso es lo que representan los contratos con Arabia Saudí y Australia.
Peridis se incorpora al consejo asesor del Círculo de Empresarios
La Junta Directiva del Círculo de Empresarios ha acordado incorporar al consejo asesor de la Presidencia a José María Pérez, Peridis, e Ignacio de la Torre. El espíritu que subyace en la composición de este consejo, que preside el exministro Eduardo Serra, es el de contar con una representación lo más diversa posible de distintos ámbitos que ayuden al Círculo y a su presidente, Javier Vega de Seoane, a conectar con las auténticas preocupaciones de la sociedad y poder orientar su labor con esas referencias. El polifacético Peridis, colaborador de EL PAÍS desde el primer número con sus tiras sobre la actualidad española, ha impulsado el programa “Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario”. De la Torre, por su parte, es codirector del área de mercado de capitales, miembro de los comités de inversiones y estrategia del grupo financiero Arcano y dirige un master de finanzas el IE Business School. Además de Serra, Peridis y De la Torre forman el citado consejo asesor Jesús Fernández-Villaverde, José Luis García Delgado, Carmen Iglesias, Emilio Lamo de Espinosa y Rafael Miranda.
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