El Banco de México no descarta subir de nuevo sus tasas de interés
Agustín Carstens, gobernador de la entidad, expone ante los banqueros mexicanos los cambios en la política monetaria del país
El Banco de México está dispuesto a elevar sus tasas de interés si el entorno económico no mejora. El gobernador de la entidad, Agustín Carstens, ha afirmado que el banco central mantiene la vigilancia del complejo contexto económico después de que el pasado 17 de febrero el gobierno mexicano anunciara recortes por 7.000 millones de dólares en los presupuestos y el Banco de México elevara los tipos hasta el 3,75%.
Carstens ha hablado en una habitación llena de banqueros en la inauguración de la 79 edición de la Convención Bancaria en Acapulco (Estado de Guerrero, oeste de México). “Las medidas adoptadas no fueron improvisadas sino resultado de un meticuloso proceso de análisis entre la Secretaría de Hacienda y el Banco de México. Simplemente representa el uso de los instrumentos de estabilización que tenemos a nuestra disposición y que, hablando por el Banco de México, no dudaremos en volverlos a usar en caso de ser necesario”, mencionó.
El gobernador de la entidad insistió en que la coordinación entre la institución y la Hacienda mexicana ha tenido efecto favorables como una apreciación del 9% del peso mexicano en el mercado cambiario, mientras que la inflación ha conseguido mantenerse por debajo del 3%. Además, Carstens aseguró que las decisiones conjuntas entre el banco central y el Gobierno mexicano no afectan la autonomía de la institución. “El Banco de México ha hecho un manejo impecable de la política monetaria”, ha señalado Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México.
El Banco de México elevó los tipos, de 3,0% a 3,25%, en diciembre de 2015 después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aumentase, por primera vez en siete años, sus tasas. Aunque la Fed no volvió a ajustar el indicador, el banco central de México decidió situar las tasas en 3,75% en febrero de 2016. La recuperación de la economía estadounidense ha jugado, sin duda, un factor de contrapeso en la macroeconomía mexicana.
Carstens ha insistido en diferentes foros internacionales que el panorama económico global podría enfrentarse a un severo choque. El gobernador de Banco de México ha explicado su tesis a los banqueros mexicanos y ha diagnosticado una “atonía en el crecimiento económico global” que debe ser observado con cautela.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha asegurado que las últimas decisiones del banco central y de la Hacienda mexicana han sido “responsables” y han representado una tarea “compleja y desafiante”. Además, el mandatario, que ha inaugurado la reunión anual de la banca del país, ha presumido de ampliar el acceso al crédito tras la aprobación de la reforma financiera en 2014. “Además de las reformas, México se distingue por su macroeconomía y por tener una banca robusta”, dijo.
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