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Los accionistas de BPA exigen que se pare la venta del banco

Ramon Cierco cree que el banco intervenido fue “cabeza de turco” de una disputa entre Andorra y EE UU

Lluís Pellicer
Dos jóvenes pasean por delante de una sucursal de BPA.
Dos jóvenes pasean por delante de una sucursal de BPA.Elías Amor

Los accionistas mayoritarios de Banca Privada d’Andorra (BPA), los hermanos Higini y Ramon Cierco, reclamarán a las autoridades financieras del país que paren la venta de Vall Banc —el banco al que han traspasado los activos y pasivos sanos de la entidad— y el retorno del banco intervenido en marzo del año pasado. Esa demanda llega después de que el pasado viernes el departamento Antifraude (FinCen) del Tesoro de EE UU decidiera retirar la acusación que pesaba sobre BPA —matriz de Banco de Madrid— de favorecer el blanqueo de capitales del crimen organizado.

A pesar de que la nota del FinCen avala la intervención de las autoridades andorranas sobre BPA, Ramon Cierco se felicita del punto y final de la aplicación que “la retirada de la sección 311” de la Patriot Act. “Es una victoria trascendental para los clientes, los empleados de BPA y sus accionistas”, aseguró Cierco, que hasta ahora había declinado hablar sobre el caso.

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Cierco afirmó en una conversación con este diario que “Vall Banc nunca tendría que haber sido intervenida” y sostuvo que “es ilegal expropiar un banco limpio”. El exaccionista de BPA afirmó que la nota del FinCen llegó en un “momento cuestionable”, puesto que el juez podía emitir “en cualquier momento” un fallo sobre la demanda que interpusieron contra el Tesoro y su agencia de prevención de lavado de dinero en el Tribunal de Distrito de Columbia. A su juicio, “el FinCen tenía una necesidad inmediata de impedir un posible fallo adverso”.

Los exaccionistas mayoritarios pidieron al juez la retirada de la nota del FinCen y la “apertura de toda la información clasificada”, según explicó Cierco. La decisión del pasado viernes deja ese juicio en vía muerta, puesto que se ha cumplido con un parte de su reclamación, pero no evita que siga adelante la subasta de Vall Banc. Es más, las autoridades andorranas interpretaron la nota del FinCen como un espaldarazo a esa estrategia. Por ello, los Cierco pedirán formalmente esta semana por escrito a la AREB, la agencia que tutela la venta de la antigua BPA, que frene la operación.

Cierco se mostró convencido de que BPA es un “cabeza de turco” en una “disputa” entre EE UU y Andorra sobre la política de prevención de blanqueo de capitales. Además, recordó que las autoridades financieras fueron advertidas en 2014 del “riesgo reputacional” de tres de los cuatro casos que denunció el FinCen y que la directora del Instituto Andorrano de Finanzas, Maria Cosán, aprobó en su etapa en la consultora KPMG las auditorías sobre blanqueo de capitales sobre BPA, por lo que Cierco dijo que era “plenamente consciente” de los casos.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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