Yellen no renuncia a subir tipos pero rebaja las expectativas sobre las alzas
La presidenta de la Fed, más pesimista que en diciembre, evita claudicar pero se muestra sensible con la volatilidad en los mercados
Janet Yellen se niega a tirar aún la toalla. La presidenta de la Reserva Federal, hacia la que miran todos los inversores pendientes de si subirán o no de nuevo los tipos de interés en Estados Unidos, admite que las turbulencias en los mercados financieros pueden suponer un lastre para la marcha de la economía y esto podría aminorar el endurecimiento de la política monetaria. Las perspectivas, indicó en el testimonio inicial en el comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes, son inciertas. Pero a reglón seguido señaló que eso es siempre así y que el curso de los tipos de interés se decidirá en base a los datos disponibles en cada momento.
Yellen estuvo 55 días en silencio. La última vez que compareció en público fue en la rueda de prensa que siguió a la decisión de subir tipos por primera vez en nueve años y medio. La situación el 16 de diciembre era muy diferente. El precio del petróleo no ha parado de caer desde entonces y se negocia por debajo de los 30 dólares en barril. El Dow Jones, entre tanto, se dejó 1.700 puntos.
"Las condiciones financieras en EE UU se han vuelto recientemente menos favorables para el crecimiento", explicó en intervención, haciendo referencia a la caída en los mercados de acciones, la apreciación del dólar y el alza del coste de los préstamos. Si la situación persiste, añade, "podría hacer de lastre en las perspectivas económicas y en el mercado laboral". Reconoce así que puede haber un impacto pero no teme que estos cambios lleven a una recesión.
Evitó así ser explícita sobre qué pasará con los tipos. La encuesta interna de los miembros indicaba cuatro subidas de un cuarto de punto a lo largo de 2016. El próximo incremento en ese escenario podría llegar, por tanto, en marzo. Esa puerta se la dejó abierta en la reunión de enero. Pero el mercado presiona para que capitule. Las apuestas en Wall Street dan una entre diez opciones para que el precio del dinero se encarezca en la próxima cita dentro de un mes.
Defensa de la subida de tipos
La presidenta de la Fed trató por eso de encontrar un punto a medio camino en su intervención inicial ante el Congreso. Primero, dejó claro que el alza de tipos no se hace para enfriar la economía sino como una muestra de confianza hacia la capacidad que tiene para progresar sin los estímulos extraordinarios. Segundo, trató de mostrarse sensible con la volatilidad que azota los mercados sin mostrarse preocupada. "No veo un escenario en el que sea necesario bajar tipos", aseguró.
Los tipos de interés en EE UU están en un rango entre el 0,25% y el 0,5%. La perspectiva es que sigan bajos a medio plazo. Janet Yellen repitió que el proceso de normalización será "gradual" y "sin seguir un curso predeterminado" como en la era de Alan Greenspan. "Dependerá de todos los datos que tengamos disponibles en cada reunión", insiste. El objetivo es lograr el máximo empleo y una tasa de inflación del 2%.
Yellen está en una posición complicada. Como presidenta, es la responsable de forjar el consenso en el organismo. A la tensión en los mercados se le suma que la estrategia monetaria de la Fed sigue una dirección opuesta a la de Europa y Japón. El dato de empleo en EE UU apoyan esta divergencia pero no todos los indicados son positivos. Y todo estos mientras el escenario político se ve influido por el arranque de la campaña electoral.
El republicano Jeb Hensarling, presidente del comité de servicios financieros de la Cámara, quería tener clara cuál es la dirección exacta de la política monetaria en este contexto. Su preocupación es que la estrategia seguida no esté siendo efectiva, a la vista de la vulnerabilidad que está mostrando la recuperación. "El ciudadano debe tener más confianza en el futuro", insiste el representante tejano, al tiempo que critió a la Fed de estar subsidiando a los grandes bancos.
Mejora sólida del mercado laboral
Yellen califica de "sólida" la mejora del mercado laboral pese a que el crecimiento económico de desaceleró de manera notable en el cuarto trimestre, a una tasa anualizada del 0,7%. La tasa de expansión para el conjunto de 2015 quedó así en el 2,4%. A medio plazo será "moderada". La Casa Blanca proyecta que este año ronde el 2,6%. La inflación, entre tanto, permanece baja en gran parte por el abaratamiento de la energía.
La Fed, por tanto, mira hacia delante. La jefa de la autoridad monetaria ya indicó, sin embargo, en su más reciente intervención en el Congreso que los tipos de interés negativos son una herramienta que está ahí en caso necesario, pero dejó claro entonces que la estrategia era la de avanzar hacia la normalización de la política monetaria. Ahora, en el marco de las pruebas anuales de resistencia, pide a los grandes bancos que contemplen esa posibilidad.
Es una simplemente una hipótesis, no una predicción, como aclara la Fed en la nota que publicó el pasado 28 de enero definiendo los escenarios que se tienen que contemplar. Los tipos de interés negativos son una instrumento de último recurso que sirve para devaluar la divisa y eso permite estimular la economía por vía del abaratamiento de las exportaciones. Pero esta por ver que sea una opción efectiva para relanzar el crecimiento, y a qué coste.
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