Ford Motor quiere formar parte de Silicon Valley
El gigante automovilístico de Detroit se acerca a Google para formar una alianza con la que desarrollar el coche autónomo
Mark Fields se puso hace año y medio al frente de Ford Motor con un objetivo claro. Para que la compañía tenga éxito en el futuro, debe formar parte de Silicon Valley. El centenario fabricante de coches tiene la luz verde para hacer pruebas con vehículos autónomos en California. Y todo esto mientras registra centenares de patentes relacionadas con el desarrollo de automóviles eléctricos como el nuevo modelo Fusion, un coche híbrido que conducirá solo por el asfalto del Golden State.
La compañía que fundó hace 112 años Henry Ford, uno de los pilares del tejido industrial de Estados Unidos, se dispone a anunciar una alianza con Google, la compañía más potente del sector tecnológico. Ambas corporaciones prevén crear una empresa conjunta dedicada a desarrollar la próxima generación de coches autónomos. Los dos gigantes llevan tiempo discutiendo los detalles.
La alianza entre las dos multinacionales estadounidenses, que previsiblemente se pondrá en escena en la feria de la electrónica de consumo que se celebra dentro de dos semanas en Las Vegas, unirá dos partes muy diferentes del negocio del transporte. Las dos compañías se necesitan para avanzar. Aunque Ford Motor representa el pasado, también tiene mucho que aportar a Google para que su incipiente negocio de automoción sea viable.
Los nuevos vehículos ya tienen más tecnología que un móvil
La compañía de Mountain View carece de la infraestructura para ensamblar vehículos, y tampoco cuenta con la logística de concesionarios para venderlos, además de todas las cuestiones reglamentarias en seguridad y medio ambiente. Aunque Google está claramente interesada en meterse en el negocio de la automoción, su objetivo estaría más centrado en lo que va dentro del coche que ponerse a competir con el quinto fabricante mundial de vehículos.
Hay multitud de señales que anticipan la alianza, que van más allá del encuentro que recientemente mantuvieron Mark Fields y Sergey Brin, los principales ejecutivos de ambas compañías. Google fichó en septiembre a John Krafcik, quien dirigió el negocio de la surcoreana Hyundai en el mercado norteamericano. Es un veterano con 25 años de experiencia en la industria y que hasta ahora presidía el concesionario virtual TrueCar.
Solo este año ha registrado 5.900 patentes, un 35% más que en 2014
El ejecutivo trabajó 14 años en el departamento de desarrollo de Ford Motor. Un año antes, Alan Mullaly, creador del programa Dreamliner en Boeing antes de ser consejero delegado de Ford Motor, fue designado miembro del consejo de Alphabet, la nueva corporación del gigante de Mountain View. Google está ampliando sus oficinas en Detroit, donde General Motors, Ford Motor, Fiat Chrysler y los principales fabricantes de componentes tienen sus sedes corporativas, en las que se definen las estrategias.
La compañía que hace un siglo revolucionó la producción de coches con el popular Ford T empezó a echar raíces en Silicon Valley hace cuatro años, con la apertura de una oficina. El pasado mes de enero estrenó un laboratorio en Palo Alto (California), que empezó operando con una quincena de ingenieros. Ahora el equipo ronda el centenar, el 80% son técnicos y científicos del sector tecnológico.
Ford Motor no se considera una empresa líder en el desarrollo del coche autónomo. Pero tampoco es un territorio ajeno. Hace pruebas desde hace años en instalaciones lejos del ojo público, como el circuito de la Universidad de Michigan. Los utilitarios que salen al mercado cuentan ya con más componentes tecnológicos que un móvil. Y solo este año lleva registradas casi 5.900 patentes, un 35% más que 2014.
Son innovaciones relacionadas en gran medida con el desarrollo del coche eléctrico y los vehículos autónomos, pero que cubren también otro tipo de dispositivos como los relojes electrónicos. El fabricante estadounidense acaba de anunciar una inversión de 4.500 millones de dólares (4.130 millones de euros) hasta 2020 para electrificar una quincena de modelos. Muchas de estas innovaciones se verán en el salón del automóvil de Detroit.
Ford Motor va a doblar los proyectos con la Universidad de Stanford, cuna de la innovación en la bahía de San Francisco. El objetivo es resolver los problemas técnicos con los que se topan los ingenieros, cómo hacer entender al cerebro de silicio que los humanos se saltan las reglas, estudiar la interacción del coche con el peatón, desarrollar sensores o saber como se desplaza la gente.
La alianza con Google, por tanto, no sería exclusiva. Ford Motor ya tiene socios en el desarrollo del coche autónomo, como Mobileye. Está por ver, además, el impacto de este tipo de alianza en la automoción. Lo que sí tienen claro los analistas es que Ford Motor, como los otros fabricantes, no tiene otra opción que pensar como un inversor e intentarlo para no quedar rezagada.
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