Oryzon busca financiación en Bolsa contra la leucemia y el alzheimer

La compañía española de biotecnología Oryzon Genomics, que investiga enfermedades como la leucemia y el alzheimer, se encuentra en la última fase de preparación de su salida a Bolsa. La empresa, con sede en Cornellá de Llobregat, planea empezar a cotizar en el Mercado Continuo antes de Navidad, aunque afirma que no descarta retrasos. Oryzon saldrá a Bolsa con una valoración de 96,5 millones y un precio por acción de 3,39 euros, el mismo al que realizó a finales del mes pasado una ampliación de capital de 16,5 millones de euros. Tras la ampliación, los fundadores de Oryzon, Carlos Buesa y Tamara Maes, controlan cada uno de ellos el 13,15% del capital, mientras que el fondo Najeti ostenta el 24,6%de las acciones de la compañía. Otras participaciones significativas son las de Costex (6,5%), Corporación Sant Bernat SCR (3,8%) y Grupo Ferrer Internacional (2,7%).

La empresa trabaja en el desarrollo de medicamentos contra la leucemia y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer en las etapas que van desde el desde el descubrimiento hasta el diseño. “Hacemos un producto semielaborado y una gran farmacéutica se encarga de terminar su estudio, probar su validez y conseguir los permisos para llevarlo al mercado”, cuenta Carlos Buesa, director general de Oryzon. Una de las grandes farmacéuticas que podría llevar a los consumidores productos nacidos del trabajo de Oryzon en caso de que consigan la aprobación de los reguladores sería Roche, con la que ha firmado un acuerdo para la investigación, el desarrollo y la comercialización de fármacos inhibidores de la enzima LDS1, que interviene en la leucemia aguda. Oryzon ha creado para ello la molécula ORY-1001, que ataca a las células madre cancerígenas responsables de frecuentes recaídas de esta enfermedad.

Roche acordó en 2014 pagar 21 millones de euros a Oryzon por los derechos de la molécula, que ya ha superado la primera parte del estudio en la fase I, uno de los tres periodos de prueba que debe pasar un medicamento para ser aprobado. Esta primera parte asegura la tolerancia y seguridad del compuesto en su administración a pacientes, mientras que la segunda, que ya ha empezado con la administración de ORY-1001 a un paciente en un hospital de Manchester, estudiará su eficacia.

Los ingresos de Oryzon dependen de que estos ensayos se desarrollen con éxito, ya que el acuerdo con Roche incluye ingresos adicionales de hasta 500 millones de dólares —464 millones de euros— si se cumplen determinados hitos. Carlos Buesa reconoce, no obstante, que se trata de un sector con alta volatilidad. “Hay un ensayo que funciona bien y subes en Bolsa, te retrasas un poco y bajas”. Por ese motivo, han buscado diversificar el riesgo. “No somos una compañía de un solo producto, trabajamos con varias moléculas para diversas enfermedades con lo que el riesgo se mitiga”, añade Buesa.

Oryzon cuenta con 35 empleados y obtuvo un beneficio neto de 6,6 millones en 2014, con unos ingresos de 13,1 millones de euros. Más de la mitad de su gasto corresponde a inversiones en I+D, el 40% a gastos generales, entre ellos el personal, y el resto al pago de su deuda.