Volkswagen cae en Bolsa tras admitir emisiones anormales de CO₂

Los mercados han acogido la nueva revelación de Volkswagen con fuertes pérdidas en Bolsa para la empresa con sede en Wolfsburgo. Las acciones de la compañía han cerrado la sesión con caídas del 9,5% hasta los 100,45 euros, después de que reconociera en un comunicado remitido en la tarde de ayer haber descubierto durante una investigación interna "irregularidades inexplicables" en las emisiones de dióxido de carbono de 800.000 coches.

El castigo bursátil no ha llevado aún los títulos de Volkswagen a los mínimos de las últimas 52 semanas, situados en los 86,36 euros que llegó a tocar a comienzos de octubre, pero ha frenado en seco la recuperación del valor un mes y medio después de que admitiera haber manipulado las emisiones de 11 millones de coches en todo el mundo con un software fraudulento.

Hasta este martes, la empresa solo reconocía niveles superiores de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), con lo que el caso Volkswagen adquiere una nueva dimensión en la que entra en juego el CO₂. Estas emisiones se asocian directamente al cambio climático, un problema que jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo abordarán en poco más de tres semanas en la cumbre del clima de París. Además, estados como España otorgan subvenciones a los fabricantes por reducirlas.

Volkswagen señaló que la mayoría de los nuevos coches afectados llevan motores diésel, pero por primera vez reconoció que hay vehículos de gasolina afectados. Aún no ha detallado los modelos implicados, pero se calcula que el nuevo problema le costará en torno a 2.000 millones de euros. El nuevo presidente del grupo, Matthias Müller, que llegó al cargo después de que el escándalo se llevara por delante a Martin Winterkorn, ha invocado a la transparencia como valor irrenunciable de la nueva política del grupo, y se ha mostrado decidido a sacar a la luz cualquier irregularidad sin importar las consecuencias económicas que tengan para el grupo.

Reacciones de patronal y sindicatos

Los representantes de empresas y trabajadores del sector en España ya han reaccionado ante la nueva dimensión que ha adquirido el caso Volkswagen. El presidente de la patronal de fabricantes de vehículos Anfac, José Luis López-Schümmer, se mostró convencido este miércoles de que Volkswagen resolverá los problemas y ha pedido que no se demonice la tecnología diésel. "Se trata de un problema puntual de un fabricante, que estoy seguro de que lo sabrá resolver correctamente porque es un grupo muy importante", ha asegurado López-Schümmer.

Más preocupado se mostró el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, que ha calificado de "nuevo mazazo" la revelación y se mostró inquieto por el futuro del grupo automovilístico en España, donde cuenta con plantas en Navarra y Cataluña. Toxo explicó que el sindicato ya ha contactado con el Ministerio de Industria para que se garanticen las inversiones y los empleos de la firma alemana en España.

La Comisión Europea pide respuestas

La Comisión Europea ha instado este miércoles a Volkswagen a acelerar sus investigaciones internas y aclarar si también manipuló las emisiones de dióxido de carbono.

"Tenemos que clarificar sin retraso cuáles son las irregularidades, qué las causó, qué coches están afectados, dónde fueron registrados y qué medidas puede tomar el grupo", ha expresado en rueda de prensa la portavoz comunitaria Lucía Caudet.