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Empresas brasileñas emigran a Paraguay atraídas por los bajos costes

Hasta 40 compañías han aterrizado en el país vecino atraídas por los bajos costes y las exenciones fiscales al capital extranjero

Un almacén de sandías, en Brasil
Un almacén de sandías, en BrasilPAULO FRIDMAN (Bloomberg)

Empresas brasileñas de diferentes sectores están cruzando la frontera e instalando filiales en Paraguay en busca de mano de obra más barata e impuestos más bajos. El país vecino de Brasil, que hoy en día es uno de los que más crece en la región —el PIB paraguayo aumentará un 4% este año— se ha convertido en un socio estratégico para las empresas que pretenden abaratar los costes de producción en un momento en que la industria brasileña pasa por una fuerte crisis.

El principal atractivo para los brasileños es la llamada Ley de Maquila, creada hace más de 15 años. Inspirada en el modelo mexicano, la ley prevé la exención de impuestos para las empresas extranjeras que importen maquinaria y materias primas, siempre que el producto final se exporte. Hay un único tributo del 1% sobre la factura de exportación cuando la mercancía deja Paraguay.

Más de 40 empresas brasileñas (desde industrias textiles a fábricas de plástico) ya han adoptado este método, incentivado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), que el mes pasado llevó a más de 90 empresarios de 79 empresas a Paraguay para que conocieran las oportunidades de negocio en el país. Durante tres días, la comitiva brasileña, acompañada por el ministro de Comercio Exterior, Armando Monteiro Neto, participará en varios seminarios y se reunirá con el presidente paraguayo Horacio Cartes.

“La misión tiene el objetivo de mostrar el ambiente favorable para los negocios en Paraguay. No queremos que las empresas cierren sus puertas en Brasil, sino que se vuelvan más fuertes y competitivas, que formen parte de cadenas internacionales de producción”, afirma Sarah Saldanha, gerente de Servicios de Internacionalización de la CNI. Según ella, el 80% de las empresas que utilizan el método de maquila en Paraguay son de capital brasileño. Entre 2013 y 2014, las exportaciones de las empresas maquiladoras crecieron un 52%, facturando más de 260 millones de dólares.

Los bajos costes de mano de obra son uno de los principales atractivos

“La demanda es tan grande que no conseguimos asesorar a todos los interesados. Parte de la demanda es por la crisis que atraviesa Brasil, pero también por la propia competitividad del mercado. Empresas que compiten con las que llegaron en la primera tanda se dan cuenta de que tienen que internacionalizar la marca”, explica Wagner Weber, director del Centro Empresarial Brasil-Paraguay (Braspar), que asesora a empresarios en las negociaciones.

La Ley de Maquila no es el único aliciente para que los empresarios inviertan en Paraguay. Los bajos costes de mano de obra son uno de los principales atractivos para quien quiere reducir los gastos de producción. Aunque el salario mínimo en Paraguay, 1.824.055 guaranís (unos 325 dólares) sea mayor que en Brasil, el patrono paraguayo no tiene que pagar algunas contribuciones obligatorias en el país vecino. Con relación a las vacaciones remuneradas, 30 días en Brasil, en Paraguay son de 12 días para los que tienen cinco años trabajados, 18 para los que tienen hasta 10, y 30 para los que acumulan más de una década.

La abundante energía eléctrica, debido a la hidroeléctrica de Itaipu, también hace que el coste de la electricidad sea un 50% más barata que en Brasil. “En Paraguay, la factura de la luz es casi tres veces más barata”, afirma Rafael Buddemeyer, director comercial de la empresa fabricante de toallas Buddemeyer. La compañía, con una filial en el país vecino desde hace 15 años, pretende expandir la producción en Paraguay. “Lo que vemos no es una diferencia relación con el salario base, sino en los impuestos que cobra el Estado. Paraguay no hace milagros, es Brasil que abusa de los impuestos”, asegura. En Paraguay el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre el valor añadido (IVA) están en torno al 10%, mientras que en Brasil las empresas pagan el 25% del primero, y otros tres impuestos en lugar del IVA (PIS, Cofins e ICMS) que juntos suman más del 25%.

Entre las desventajas de Paraguay están las infraestructuras, todavía precarias, y el limitado mercado nacional. Solo el 10% de la producción de las empresas extranjeras puede venderse en el país. Sin embargo, para los empresarios los beneficios todavía compensan.

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