Los argentinos hacen ‘puré’ con los dólares
Trabajadores compran divisas en la plaza oficial, las venden en la ilegal y ganan así 67%
En la oficina de BBVA Banco Francés frente a la plaza Roma de Buenos Aires, un joven oficinista le preguntaba este miércoles a otro compañero: “¿Hoy comés ‘puré’?”. “Sí, como ‘puré’”, respondió con una sonrisa. Ambos formaban una fila con otros clientes que portaban en sus manos la autorización de Hacienda para comprar dólares, la divisa en la que los argentinos de clases medias y altas llevan cuatro décadas ahorrando. El ‘puré’ consiste en adquirir la moneda norteamericana en el mercado de cambios oficial, en el que rigen cupos mensuales, y venderla de inmediato o pocos días después en las ‘cuevas’ (casas de cambio ilegales) con una tasa de rentabilidad de hasta el 67%.
‘Hacer puré’ es una expresión que se usa en Argentina para decir ‘romper’. Así como la patata se deforma para hacer puré, los argentinos de clases medias y altas hacen lo propio con los dólares para obtener un beneficio en pesos.
“Con el ‘puré’ gano casi 1.000 pesos (107 dólares) extra por mes”, comenta Laura, empleada administrativa de 33 años que, como muchos otros argentinos, apenas cobra su salario va los primeros días del mes a hacerse con todos los dólares que le permite este país afectado por la escasez de divisas desde hace cuatro años. “Es la única forma de llegar a fin de mes. Con esa ‘plata’ (dinero) pago deudas y ayudo un poco más a mi ‘vieja’ (madre), que cobra 5.000 pesos (536 dólares) por atender un negocio 12 horas por día”, añade Laura. A ella no le preocupa que un día la fiscalice Hacienda para preguntarle dónde están los dólares adquiridos. Alguna vez el fiscal contra el lavado de dinero, Carlos Gonella, aclaró: "No podemos criminalizar a la gente que va a comprar 'plata' a una 'cueva'. Para abordar este fenómeno criminal tenemos que ir por los verdaderos responsables, que son los que fondean las 'cuevas'".
'Hacer puré' es una expresión que en Argentina refiere a 'romper' algo
En agosto pasado, un millón de trabajadores de Argentina, el 8% del total, compró dólares en el mercado legal. No hay registro de los que los adquieren en las ‘cuevas’, que constituyen un mercado pequeño pero influyente en las expectativas de devaluación. En la plaza oficial, el dólar cuesta 9,32 pesos. Si bien existe un recargo tributario del 20% para adquirirlo, que eleva la cotización a 11,18 pesos, el trabajador puede evitarlo de dos modos: depositando las divisas por un año en el banco o desgravándolo de los impuestos a la renta o al patrimonio. De cuaquier manera, ambos precios son muy inferiores a los 15,62 que este jueves estaban pagando en las ‘cuevas’. Claro que hay algunos como Laura que esperarán unos días para hacer ‘puré’ sus dólares porque especulan con que el llamado dólar ‘blue’ (azul) o ‘negro’ vuelva a subir al calor de las devaluaciones de los demás países emergentes y de la incertidumbre por las próximas elecciones presidenciales del 25 de octubre.
En los dos primeros días de septiembre, unos 310.000 argentinos compraron sus dólares autorizados por Hacienda. Solo pueden adquirirlos los que ganan el equivante a más de 1.190 dólares mensuales y con un cupo que equivale al 20% de su salario y que tiene un máximo de 2.000 dólares. La prensa advirtió que este mes Hacienda redujo esa cuota un 20% de media, con casos que llegan al 50%. El administrador federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, negó que se acotara el cupo, pero después el jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, reconoció que las divisas no solo se administran según los salarios de los que las piden sino también "de acuerdo con el momento en que se está y el movimiento de ingreso de divisas al país".
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