Las ‘cuevas’ se agitan antes de las presidenciales de Argentina
La demanda de divisas en las casas de cambio ilegales crece ante una temida devaluación
Los argentinos que pueden ahorrar lo han hecho en su mayoría en dólares desde hace 40 años. El 'verde', la 'lechuga' o la 'rúcula' siempre han sido refugio de las clases altas y medias y ahora que se acercan las elecciones presidenciales de su país vuelven a serlo. Grandes y medianos inversores han aumentado la demanda de moneda norteamericana ante una eventual devaluación del peso después del proceso electoral que comienza el 9 de agosto con las primarias de voto obligatorio y continúa con la primera vuelta el 25 de octubre. Buscan dólares por cualquier medio en un país que instaló controles cambiarios en 2011 por la escasez de divisas: compran el llamado dólar ‘ahorro’, que es el que Hacienda autoriza a adquirir con cupos, según los ingresos formales de cada contribuyente; el ‘blue’ (azul), o ilegal, que se consigue en las ‘cuevas’ que funcionan casas de cambio legales, sociedades de bolsa y hasta kioscos de golosinas; y el ‘contado con liqui’ o ‘bolsa’, al que se accede mediante operaciones trianguladas con títulos públicos y acciones.
El dólar ‘blue’ batía este viernes su máxima cotización del año al alcanzar los 14,29 pesos, muy por encima de los 9,14 que cuesta en el mercado oficial, que es que rige para el comercio exterior. La cotización ilegal se encuentra por debajo de su récord histórico de 15,95 pesos, de septiembre pasado. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner reacciona a la demanda con nuevas inspecciones a las ‘cuevas’ en el centro de Buenos Aires. Por la calle peatonal Florida, llena de ‘arbolitos’ (vendedores de las ‘cuevas’) que ofrecen a viva voz “cambio, cambio, dólares, reales”, aparecieron esta semana policías federales vestidos de civil para calmar por algunos minutos el comercio ilegal. Inspectores del Banco Central, Hacienda, la Comisión Nacional de Valores y la unidad contra el lavado de dinero organizan operativos conjuntos con la Gendarmería Nacional para aplicar multas y hasta cerrar casas de cambio y sociedades de bolsa. Lo que casi nunca ocurre son las detenciones de los ‘cueveros’, que en general son ejecutivos financieros que también sostienen su fachada legal.
Existen otras formas de comprar dólares eludiendo los controles pero sin cometer una ilegalidad, pero son para inversores más sofisticados. Se trata del ‘contado con liqui’, para hacerse de las divisas en el extranjero, y el ‘dólar bolsa’, para cobrarlas en Argentina. El dólar cotiza a 13,40 y a 13,15 pesos en cada uno de esos mecanismos. El fiscal contra el lavado de dinero de Argentina, Carlos Gonella, presentó esta semana un recurso ante la Corte Suprema de su país para declarar ilegal el ‘contado con liqui’, pero el máximo tribunal lo rechazó.
El Gobierno reacciona con inspecciones a las casas de cambio y sociedades de bolsa
Mes a mes están batiéndose las marcas de ventas de dólar ‘ahorro’, es decir, el que se adquiere por cupos autorizados por Hacienda. Ya equivalen a un cuarto de los ingresos de divisas por exportaciones del poderoso complejo agrícola de Argentina. Muchos ahorradores compran dólares legales y después los hacen ‘puré’, es decir, en el mismo día los venden en el mercado ‘blue’ y consiguen así una rentabilidad difícil de hallar en otro negocio. Por ejemplo, usan 10.000 pesos para hacerse de divisas en la plaza regulada, pagan una retención tributaria del 20% y se hacen con 912 dólares en efectivo. Después los liquidan en las ‘cuevas’ y se hacen con 12.923 pesos. Es decir, en minutos ganan 2.923 pesos (319 dólares), aunque después pueden enfrentar dificultades con Hacienda a la hora de declarar su patrimonio en divisas.
“El Gobierno está siendo más generoso con la venta de dólares para ahorro e importaciones”, comenta Luciano Cohan, de la consultora Elypsis. En el equipo económico del candidato presidencial kirchnerista, el moderado Daniel Scioli, ya preveían desde hace meses que, a medida en que se acercaran los comicios, diversos inversores buscarían “cubrirse” de una hipotética devaluación con compras de dólares por cualquiera de los medios legales o ilegales y con la acumulación de existencias de productos no perecederos. El economista Eduardo Levy Yeyati, también de Elypsis, coincide en parte: "El movimiento de inversores al dólar obedece a una sobreactuación del efecto de que (el ultrakirchnerista) Carlos Zannini haya sido designado candidato a vicepresidente de Scioli y a una tendencia natural a la 'dolarización' de activos previa a una elección, alimentada por algunos observadores que predicaron una 'corrida' (estampida) cambiaria que no fue. El exceso de pesos es estructural, pero no detona una crisis por si sola sino que la alimenta una vez que se lanza. El Gobierno, al correr detrás de la oferta, solo empeora la situación".
El candidato presidencial conservador, Mauricio Macri, justificó este jueves a quienes se hacen de divisas: “¿Cómo no va a querer todo el mundo comprar dólares? Es obvio, es un Gobierno que miente en todos los campos de la vida”. El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, respondió con acusaciones contra Macri, hijo de un poderoso empresario local: “Está fomentando una ‘corrida’ (estampida) cambiaria. Hay gente a la que le conviene política y económicamente que haya problemas con el dólar, es el club de los devaluadores, que ganan millonadas. Las reservas (internacionales) están en el doble de lo que preveía el ‘establishment’ para esta altura del año, y no hay problemas con el dólar. No hay posibilidades de que en el futuro alguien provoque una devaluación porque los argentinos conocemos cuáles son los efectos. Tuvimos el ejemplo en enero de 2014. En Argentina hay que ganar competitividad con otras herramientas porque una devaluación lo que genera es que suban los precios, con lo cual no se logra competitividad, bajan los salarios reales (ajustados por inflación) y se genera recesión". Además, Kicillof dijo que "por primera vez en muchos meses aquellos argentinos que ahorraron en pesos le ganaron significativamente al tipo (tasa) de cambio, sea dólar 'ahorro' o dólar ilegal".
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