Bruselas sitúa a España entre los países con más desequilibrios
La Comisión Europea reclama más reformas en el mercado laboral y en las profesiones
España ya no está en el furgón de cola de los países europeos con desequilibrios económicos más graves, pero sigue entre el grupo de países de la UE claramente retrasados: tiene problemas que requieren "reformas decisivas", al igual que Irlanda y Eslovenia, pero esos desequilibrios ya no son excesivos como ocurre en el caso de Francia e Italia, según las Recomendaciones específicas por países que ha publicado hoy la Comisión Europea. Bruselas da serios avisos a varios países: exige a Reino Unido que rebaje su déficit público durante el año fiscal 2016-2017, y anuncia que abrirá un procedimiento de déficit excesivo a Finlandia.
En el caso de España, que ha salido limpiamente del rescate financiero y es uno de los países que crece más rápido pese a que conserva gravísimos desafíos (en primer lugar un paro del 23,8% y un proceso de desendeudamiento muy doloroso), el informe es mucho más suave que otros años, con cuatro prioridades claras. Una: recuerda a España la exigencia de reducir el déficit por debajo del 3% del PIB en 2016; las últimas previsiones de la Comisión pronostican incumplimientos por ese flanco. Dos: exige a España abordar los desafíos del mercado de trabajo, con especial énfasis en el desempleo juvenil, en el de larga duración y en la elevada dualidad del mercado de trabajo; para eso, vuelve por donde solía: reclama una reducción de las cotizaciones sociales focalizado en los segmentos más vulnerables, como los jóvenes sin capacitación, a cambio de una subida de los impuestos indirectos. Tres: reclama seguir adelante con la reforma bancaria, ante los graves riesgos asociados al excesivo endeudamiento privado. Y cuatro: pide liberalizaciones en el sector servicios, en las profesiones reguladas y en los servicios profesionales, según las fuentes consultadas.
La Comisión señala que España tiene problemas en siete de los 14 indicadores: finanzas públicas, sistema sanitario, acceso al sistema financiero, mercado laboral, salarios, servicios y modernización de las administraciones.
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