América Latina rebaja sus perspectivas de crecimiento del 2,2 al 1% en 2015
Las causas del recorte se deben a la caída del precio del petróleo y la volatilidad financiera
En solo cuatro meses, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha rebajado de forma drástica las previsiones de crecimiento de la región para 2015 del 2,2% a solo un 1%. Este organismo de la ONU cambió sus cálculos a raíz del empeoramiento de las perspectivas de expansión de los países desarrollados, con excepción de EE UU, y por la persistente desaceleración de las naciones emergentes. La caída del precio del petróleo y de otras materias primas exportadas por México y Sudamérica se suma a la mayor volatilidad financiera internacional por el fortalecimiento del dólar y el debilitamiento del euro y el yen para componer un cuadro complicado para América Latina, según la CEPAL.
El organismo que dirige la mexicana Alicia Bárcena no los menciona, pero los conflictos políticos internos en cada país también están dañando el clima económico, según reconocen economistas como el brasileño Francisco Eduardo Pires de Souza, profesor de las universidades federales de Río de Janeiro y Fluminense. El PIB de Brasil, donde se combinan el escándalo de Petrobras, el ajuste fiscal del Gobierno de Dilma Rousseff y el impacto del abaratamiento de los productos básicos, se contraerá este año 0,9%, según ha pronosticado este martes la CEPAL. En diciembre pasado preveía una expansión del 1,3%.
Pese a los beneficios que México recibe del crecimiento de Estados Unidos, la CEPAL ha rebajado su perspectiva de evolución de la economía del 3,2% al 3%. La violencia y el descenso del precio del crudo, que provee el 35% de los ingresos fiscales el país, afectarán a la actividad mexicana. De hecho en estos días, el Nobel de Economía Paul Krugman recomendó al Gobierno de Enrique Peña Nieto que elevara el gasto público.
Brasil pasó de una perspectiva de crecimiento a una de contracción
El organismo de Naciones Unidas ya no prevé un aumento del PIB argentino del 1% en 2015. Ahora habla de un 0% en este año de elecciones presidenciales. Argentina, que padece escasez de divisas desde 2011 y una crisis de deuda desde 2014, se ve afectada por el abaratamiento de la soja, su mayor exportación, y la recesión de Brasil, principal destino de sus ventas externas de manufacturas.
En Colombia, donde el petróleo supone el 7,6% de la economía, la rebaja también ha sido drástica: del 4,3% previsto hace cuatro meses al 3,6% actual, un nivel considerable en este contexto pero lejano a los de los recientes años de bonanza latinoamericana. La perspectiva para Venezuela pasó de una contracción del 1% a una del 3,5%. También afectada por la escasez de divisas, con una inflación mayor a la de Argentina y una dependencia casi absoluta de las exportaciones petroleras (el crudo supone el 41% de los ingresos fiscales), Venezuela además enfrenta su crisis política.
Chile, pese al descenso del precio del cobre y el escándalo de corrupción que afecta a la familia de la presidenta Michelle Bachelet, se mantiene en una previsión del 3% de expansión para 2015. Perú, que también enfrenta sus contratiempos políticos y la caída de las cotizaciones de los minerales, crecería el 4,2%, en lugar del 5% calculado en diciembre.
Los países con mejores perspectivas para este año son Panamá (6%), Bolivia, Nicaragua y República Dominicana (5%). Los demás se encuentran con las siguientes proyecciones: Paraguay (4,2%), Guatemala (4%), Ecuador (3,5%), Costa Rica (3,4%), Honduras, Uruguay y Cuba (3%) y El Salvador (2,2%). Los países centroamericanos y caribeños se benefician de la recuperación de Estados Unidos y el abaratamiento del petróleo que importan.
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