La industria láctea y los ganaderos negocian renovar 18.000 contratos

La gran multa de Competencia a nueve empresas lácteas ha llegado en un momento crucial para ganaderos e industriales. Durante este mes, el sector está inmenso en la renovación de los 18.000 contratos que los ganaderos y las industrias lácteas mantienen. Y tienen que hacerlo bajo las nuevas condiciones que el Ministerio de Agricultura ha fijado que, entre otras novedades, obliga a que la duración de estos compromisos sea de, al menos, un año.

La renovación de contratos, que ahora suelen tener una duración de entre tres y seis meses y recogen un precio fijo o lo ligan a una serie de índices, es uno de los momentos más complicados para los productores dada la dispersión del sector. Además, en esta ocasión hay que sumar otros dos motivos. El primero es la multa de 88 millones de euros impuesta a las industrias por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por pactar precios en la última década y el impacto que esta cantidad tenga sobre sus recursos. El segundo se debe a que se está a menos de un mes de eliminar el sistema de cuotas que tiene limitada la producción anual de solo 6,5 millones de toneladas.

La existencia de un contrato entre industriales y ganaderos que regule las condiciones de la compraventa es antigua. Pero ahora el Gobierno ha fijado una serie de condiciones en estos compromisos que buscan equilibrar la relación. Entre las novedades más importantes está la nueva duración mínima de los contratos: un año. Esta exigencia era rechazada de plano por los industriales, ya que consideran que es imposible asegurar estabilidad durante un periodo tan largo en los mercados. No obstante, esta condición solo es una exigencia para los industriales, los ganaderos pueden optar por firmar contratos de menor duración.

Dos meses antes de que finalice cada contrato, ahora será obligatoria la presentación de una nueva oferta de contrato. A estos no se les podrá hacer enmiendas ni añadidos y los mismos deben estar firmados antes de la entrega de la leche.

Como hasta ahora, los contratos pueden contemplar un precio fijo, mixto o variable, que esté sometido a diferentes referencias. El contrato contemplará los periodos y el volumen de leche a entregar, con un margen de variación del 10%.

En base a las nuevas disposiciones, algunos grupos industriales ya mantienen contactos con los ganaderos o las organizaciones de productores para fijar las nuevas condiciones. Los precios que se están barajando en el caso de los precios fijos oscilan entre los 32 céntimos el litro en la zona centro y los 30 céntimos en las provincias más productoras del norte de España.

Una de las variables que han puesto sobre la mesa los industriales es la posibilidad de que los contratos recojan un doble precio: uno para un volumen de leche que la empresa considere el suficiente para cubrir su demanda normal y otro para el resto del producto.

Además de los productores individuales, hay que tener en cuenta que en el sector lácteo existen ocho organizaciones de productores con unos 7.000 ganaderos y una producción de unos 2,5 millones de toneladas, algo menos de una tercera parte de la producción total. Sin embargo, en 2014, sólo hubo tres organizaciones de productores que suscribieron contratos sobre unas 800.000 toneladas de leche de unos 2.000 ganaderos.