La devaluación en Venezuela deja una factura de 2.840 millones a Telefónica
La pérdida de caja es de 1.231 millones y el impacto en el beneficio de 2014, de 399 millones
La imparable devaluación del bolívar vuelve a castigar a Telefónica. En cinco años, la pérdida de valor de la moneda venezolana ha supuesto una factura de 7.450 millones de euros en las cuentas del grupo que preside César Alierta. La compañía ha anunciado este lunes que aplicará un tipo de cambio más bajo del bolívar en sus cuentas. En su balance, eso supondrá un impacto de 2.840 millones de euros en el patrimonio y una reducción de caja o activos financieros netos de 1.231 millones (lo que equivale a un aumento de deuda neta por esa cuantía). Y en su cuenta de resultados, el nuevo criterio implica que el resultado bruto operativo (Oibda) de 2014 se reduce en 915 millones y el beneficio neto, en 399 millones.
Venezuela tiene un sistema cambiario disparatado en el que a cierre de 2014 había tres tipos de cambio oficiales. El general, de 6,30 bolívares por dólar; otro, de unos 12 bolívares por dólar que es el que aplicaba Telefónica y un tercero, de 50 bolívares por dólar que es el que ha decidido adoptar desde ahora, en lo que significa una devaluación práctica de aproximadamente el 75%. Pero además, existía un tipo de cambio negro o paralelo, a 180 bolívares por dólar.
La semana pasada, el Gobierno de Nicolás Maduro decidió unificar el segundo y tercer tipo de cambio y crear uno nuevo, relativamente libre, llamado Simadi. En este, la oferta y la demanda han fijado un tipo de mercado de 174 bolívares por dólar, lo que implica una devaluación del 96% sobre el cambio de referencia de 6,3 bolívares por dólar. Y sigue existiendo un cambio paralelo, ligeramente superior.
Así, aunque Telefónica ha hecho un ejercicio de realismo con el que no se han atrevido ni BBVA ni Mapfre (que siguen contabilizando sus activos en Venezuela a 12 bolívares por dólar), el nuevo tipo que utiliza aún triplica al real de mercado. La devaluación afecta en mucha menor medida a Repsol, el otro gran inversor español en el país, porque la moneda funcional de sus negocios siempre ha sido el dólar.
La decisión está en línea con lo realizado por otras compañías internacionales, especialmente norteamericanas, con intereses en Venezuela que han realizado el ajuste cambiario a 50 bolívares por dólar, como Kimberly Clark, Schlumberger, Praxair, o han previsto ya el impacto que tendría en sus libros, como Ford Motor o Pepsi, entre otras.
Telefónica ha comunicado su decisión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un hecho relevante. Señaló que aplica a 31 de diciembre de 2014 el tipo denominado Sicad II, de 50 bolívares por dólar, por considerarlo “como el más representativo dentro de los tipos de cambio vigentes a dicha fecha para la conversión monetaria de las magnitudes contables de flujos y saldos”.
El impacto acumulado por las devaluaciones es de 7.450 millones
Telefónica ha decidido anticipar este anuncio a la presentación de los resultados de 2014, prevista para el próximo miércoles 25 de febrero. Aunque el impacto en los resultados del cuarto trimestre será considerable, Telefónica ya dejó el impacto de Venezuela fuera de los compromisos u objetivos sobre resultados que planteó al mercado.
La modificación anunciada este lunes supone el segundo ajuste sobre la contribución de Venezuela en la información financiera de 2014 (tras el ocurrido en el primer trimestre) e implica un cambio en el conjunto del año desde 6,30 hasta 50 bolívares fuertes por dólar. Esa devaluación práctica del 87% deja la contribución de Venezuela a los ingresos del grupo en el entorno del 1% (frente al 6% de los resultados de 2013) y la posición neta de caja en 390 millones de euros equivalentes al cierre del ejercicio, “minimizando por tanto el impacto de cualquier potencial ajuste futuro”, según la compañía. Aplicar el tipo de cambio de mercado del Simadi supondría un impacto adicional de unos 280 millones sobre la caja del grupo.
En el primer trimestre de este año, el cambio de régimen cambiario (por el que Telefónica pasó de aplicar un cambio de 6,30 a cerca de 12 bolívares por dólar) ya supuso un impacto de 1.800 millones en el patrimonio neto de los que 1.200 millones eran directamente una merma de activos financieros. En las cuentas de 2013, la devaluación del 8 de febrero de 2013 tuvo un impacto de 1.000 millones sobre el patrimonio (873 millones en activos financieros). Y la devaluación del 50% que aprobó el anterior presidente, Hugo Chávez, en 2010, ya tuvo un impacto de 1.810 millones. Con los 2.840 millones reconocidos ahora, el impacto total acumulado por las sucesivas devaluaciones es de 7.450 millones de euros.
Telefónica ha ido perdiendo casi toda la caja acumulada (más de 3.000 millones de euros) en el país por culpa del control de cambios que le ha impedido desde hace años repatriar dividendos.
Pese a esas pérdidas, Telefónica ha anunciado que estos ajustes no afectan a los planes de inversión y de crecimiento que tiene en Venezuela en términos de bolívares, y ha reafirmado su compromiso en mantenerse en el país, reflejado recientemente en la adjudicación de espectro y que se materializará próximamente con el lanzamiento de 4G. La compañía está dispuesta a anunciar importantes inversiones en el país para el desarrollo de las nuevas redes.
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