El ladrillo bate al bono a diez años

No se trata de preferencias culturales. En el cuerpo a cuerpo de la inversión, el ladrillo gana al bono del Estado. Por orden decreciente, los locales comerciales aportan un 6,3% de rentabilidad; un 5,6%, las oficinas; cerca de un 5% las viviendas y un 3,6% los garajes. En el otro bando, los bonos españoles a diez años se quedan en un 3,3%, según lo publicado por el portal idealista.com

Estos son porcentajes medios. Solo en el caso de los garajes, en 13 ciudades, incluida Madrid, el retorno se queda por debajo del 3,3% que ofrece el producto financiero.

Las rentabilidades llegan al 11% en el caso de los locales comerciales cordobeses y las oficinas de Vitoria superan el 9% de rentabilidad bruta, según la base de datos del portal, a partir de su propio listado y los precios de alquiler solicitados por los propietarios.

Cuando se trata de un inversor en vivienda hay que tener en cuenta que no pesa solo la rentabilidad. En el caso de los extranjeros —que compran una de cada seis viviendas en España— prima, en general, la localización en los centros históricos de las ciudades, que los nacionales reservan para el ocio, según otro portal, nuroa.es.

Basándose en su experiencia y en la de los API colegiados en Cataluña, destacan peculiaridades por nacionalidades. Por ejemplo, los alemanes buscan cercanía a la playa, acabados de calidad, luz natural, grandes espacios y suelos de tarima maciza. Mientras tanto, los rusos, que negocian a fondo el precio de adquisición, consideran la calefacción como una instalación imprescindible.