Grecia regresa al mercado con la primera emisión de bonos tras el rescate

El mejor síntoma de que el paciente se está recuperando es que regrese a la condición previa a la enfermedad. En este proceso se encuentra actualmente Grecia, todavía enferma, aún sufriendo las estrecheces de una grave crisis económica en la calle, pero lista para volver a financiarse por su cuenta en los mercados tras cuatro años de rescate. Según ha confirmado el presidente del Banco de Grecia, George Provopoulos, el país está cerrando la que será su primera emisión de deuda largo plazo desde 2010. Así, pondrá en circulación bonos a cinco años en una operación planificada de forma conjunta con los bancos, que serán los que coloquen los títulos.

Según información recogida por las agencias económicas Bloomberg o Reuters, los bonos se colocarán con una rentabilidad que oscilará entre el 5,3% y el 5,4%, que son los niveles a los que actualmente se intercambian estos títulos en el mercado secundario. Con ello, aunque la mejora es obvia frente a los meses precedentes al rescate, no se une al resto de periféricos del euro en su actual carrera por financiarse a los intereses más bajos de la historia. Antes de la crisis llegó a emitir deuda a cinco años a un tipo inferior al 3%.

Las mismas fuentes añaden que se espera que el Gobierno anuncie oficialmente la operación y sus detalles en las próximas horas y que se cierre este jueves. Asimismo, no descartan que se amplíe el volumen de la operación a 2.500 millones si encuentra una fuerte demanda. A ello le anima el resultado de las recientes emisiones de letras, en las que ha podido alcanzar los objetivos sin problemas. Las primeras estimaciones apuntan a más de 11.000 millones solicitados, lo que podría tirar hacia abajo del interés definitivo. Desde el Ejecutivo, por su parte, se celebra la emisión como un claro signo del regreso de la confianza en el país tras el rescate, una dura quita y los problemas de solvencia que ha atravesado Grecia en el último lustro.

La operación sigue el método de lo que se conoce como subasta sindicada y en la que los bancos se hacen cargo de encontrar a los compradores interesados, tarea que en circunstancias normales recaería sobre el Tesoro griego. Bank of America, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, JPMorgan Chase y Morgan Stanley son los responsables de sacar adelante la emisión.

Grecia, el país que propagó la crisis de deuda por todo el sur de Europa e Irlanda tras mentir a Bruselas sobre el déficit, ha tenido denegado el acceso a los mercados desde 2010 por sus problemas de liquidez. Desde entonces, sobrevive y paga a sus acreedores gracias a la asistencia financiera de sus socios europeos y del FMI, que a cambio sometieron al país a un duro programa de reformas y recortes. Hasta la fecha, ya van dos créditos de rescate por un valor total de 110.000 y 109.000 millones de euros incluida la quita en la deuda y se ha empezado a pensar en un tercero por otros 10.000 millones. El país tendría que dejar atrás la asistencia en 2020.

En la calle, el impacto del rescate ha disparado las protestas contra lo que denuncian como dictado de la troika. En este sentido, Grecia ha vivido este miércoles su primera huelga general del año contra las medidas de austeridad, aunque con un seguimiento desigual salvo entre el funcionariado. El paro había sido convocado por los sindicatos del sector público, ADEDY, y del privado, GSEE.

Fruto de la necesidad de corregir sus desequilibrios y el impacto de los ajustes, la economía griega no levanta cabeza de la recesión desde entonces, lo que ha disparado los niveles de paro y ha provocado un dramático empobrecimiento social. Por eso, aunque el enfermo vuelva a levantarse, está todavía lejos de poder caminar sin ningún tipo de ayuda.