“Hay que romper el círculo vicioso de bajos impuestos y malos servicios”

La situación de Latinoamérica ha mejorado mucho en los últimos años. La pobreza ha pasado del 44% de la población en 2003 al 27% en 2011, los programas de mejora del bienestar social han avanzado mucho. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. Así lo ha recordado el presidente del Banco mundial, Jim Yong Kim, en el foro sobre América Latina organizado por el organismo que preside y EL PAÍS.

Kim considera necesario seguir avanzando hacia una mejora de las condiciones de las poblaciones en Latinoamérica, tras la reducción de la pobreza conseguida gracias al "crecimiento y  la política económica" de la región. "Las clases medias están acostumbradas a pagar pocos impuestos y esperar poco de sus Gobiernos", ha alertado. "Es indispensable romper el círculo vicioso de bajos impuestos y malos servicios que afectan a todos".

Según él, los Estados deben estar pendientes de las necesidades de los habitantes, como demostraron las protestas en Chile y en Brasil, dos de los países que más han crecido en la región en los últimos años. "Nadie es immune a una revolución Twitter, porque la gente exige seguridad y servicios sociales", ha avisado Kim.

El presidente del Banco Mundial también ha querido apuntar hacia otro reto pendiente en Latinoamérica: la educación. Según él, en algunos países de la región, el conocimiento de los estudiantes en relación con las necesidades del mercado laboral es bajo.

Kim hizo, por último, un ejercicio de autocrítica y recordó una de las quejas que le llegaron desde Perú y otros países de la región: trabajar con el Banco Mundial implica enfrentarse a un exceso de burocracia y de complejidad.  El presidente acabó pidiendo ayuda a los países para poder mejorar su labor. "La clase media de Latinoamérica es un reto para el Banco Mundial. Si no podemos ser más pertinentes, si no podemos ayudarla con sus problemas, no podremos seguir como institución".