Martínez, el misterioso inversor mexicano
Un enigmático financiero mexicano, accionista de Grupo Clarín, invierte en el banco español Sabadell
Del mexicano David Martínez Guzmán (Monterrey, 1957) se saben muy pocas cosas, pero hay dos que parecen claras: que es multimillonario y que tiene un perfil público extraordinariamente discreto. Del “financiero misterioso”, “el inversionista fantasma” o “el misterioso señor Martínez”, como le han llamado los periódicos de su país, apenas se encuentran fotos en Internet, pero sí algunos artículos llenos de interrogantes. En España algunos le comparan con el Amancio Ortega, presidente de Inditex, de hace años, cuando era un desconocido para la opinión pública.
Ahora se ha hecho con el 5% del Banco de Sabadell y se sentará en su consejo de Administraciòn.
Graduado como ingeniero eléctrico en el Instituto Tecnológico de Monterrey, de joven perteneció a un grupo católico próximo a los Legionarios de Cristo; estudió filosofía en Roma e incluso barajó ser sacerdote. Entró en el mundo de la economía en la escuela de negocios de Harvard, donde cursó un máster y luego trabajó en la oficina de mercados emergentes de Citigroup en Nueva York.
En 1987, según la prensa mexicana, Martínez Guzmán empleó los 300.000 dólares (225.000 euros al tipo de cambio actual) de un préstamo que le hizo su abuela para fundar Fintech Advisory, una empresa que se dedicó a comprar deuda de países en apuros y a rescatar empresas, como la centenaria vidriera Vitro y el conglomerado de productos químicos Cydsa.
El pasado 7 de marzo abandonó su habitual discreción con un artículo en The Financial Times en el que acusaba a los jueces de EE UU de “poner en peligro las finanzas internacionales” al perjudicar a quienes, como él, habían contribuido a reestructurar la deuda argentina. “He participado en casi todas las restructuraciones de deuda soberana de los últimos 25 años”, decía, “desde América Latina a Rusia o Grecia”.
Martínez dirige su empresa desde Londres y Nueva York, pero pasa las navidades con su familia en México. Controla el 40% de Cablevisión, el holding de televisión, datos y voz por cable del grupo argentino Clarín. Martínez ha logrado llevarse bien con Clarín y con sus adversarios, los Kirchner, una posición desde la que podría intentar comprar el 60% restante de Cablevisión.
En 2003 adquirió en Manhattan un dúplex de 1.100 metros cuadrados por 42 millones de dólares. Según quienes la han visitado, la oficina de Fintech en la Gran Manzana está decorada con una sofisticación increíble “que recuerda a las películas de James Bond. En sus paredes cuelgan pinturas propias de los mejores museos”. En 2006 se rumoreó que había sido el misterioso comprador de un cuadro de Jackson Pollock por 140 millones de dólares. Lo desmintió, pero según The New York Times, la pintura adorna sus paredes.
Sus asesores están escogidos entre los mejores de las escuelas de negocios internacionales. “Son de los más listos que he conocido nunca”, confiesa una persona que se entrevistó con ellos. “Analizan todo con un nivel de detalle increíble. Si han entrado en el Sabadell es porque esperan una revalorización importante en poco tiempo. Esas son sus apuestas. A veces aciertan y otras no...”, apuntan estas fuentes.
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