Fernández de Sousa renuncia a sentarse de nuevo en el consejo de Pescanova
El ex presidente, imputado por seis delitos, avanza su posición para la junta del jueves El empresario pide disculpas por carta a los accionistas y no descarta apoyar a los minoritarios
El ex presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, ha avanzado este martes que no se presentará a la reelección ni, tampoco, optará a sentarse de nuevo en el consejo de administración de la pesquera tras el agujero que provocó durante su gestión. Además, en una carta remitida a los accionistas, garantiza que "no apoyará ni propondrá la reelección de ninguno de los consejeros salientes gestores de la situación acaecida". Con ello, deja abierta la puerta a respaldar y poner su 7% de la empresa a favor de la propuesta de los minoritarios, siempre y cuando lleguen a un acuerdo.
"Considero que en la consecuencia de actos, el resto de los miembros del consejo de administración saliente debiera adoptar una actitud responsable y renunciar a volver a presentarse como candidatos a ser nuevamente elegidos como Consejeros de la Sociedad", declara Sousa. "Todos, en mayor o menor medida, hemos cometido errores y la asunción humilde de los mismos es un acto de respeto y coherencia con todos los accionistas de Pescanova", añade antes de indicar que solo dará su apoyo a una propuesta que cuente con experiencia en el sector pesquero.
En la misiva, Sousa pide perdón y reconoce sus errores. "Después de 38 años en la gestión de Pescanova y, habiendo ejercido el puesto de Presidente Ejecutivo durante la mayor parte de ellos, debo asumir con gran pesadumbre y en primera persona la situación en que hoy se encuentra Pescanova. Debo en este momento pedir disculpas por todo aquello en lo que mi gestión ha sido errada e inadecuada", afirma. "No hay campo para las justificaciones, sino tan sólo para las disculpas y eso es lo que debo hacer y hago", insiste.
Pescanova, en concurso de acreedores desde el pasado mes de abril, afronta este jueves, 12 de septiembre, una junta general extraordinaria decisiva en sus más de cincuenta años de historia, en la que se cesará a todos los miembros del actual consejo de administración y se designará un nuevo presidente.
En la junta se votarán tres propuestas para el consejo de Pescanova. La de Sousa, sobre la que no se conocen detalles, la de Damm, Luxempart e Iberfomento, que incluye a consejeros que ya estaban en el consejo cuando se destaparon los problemas, y la de Cartesian y los pequeños accionistas. Estos últimos presentan un consejo independiente con caras nuevas y algunos empresarios del propio sector, como Ramón Calvo, ex consejero delegado de conservas Calvo. Por tanto, teóricamente cumple con las condiciones que ha puesto el ex presidente de Pescanova para recibir su apoyo.
Control de la junta
En el plano judicial, un juzgado de Pontevedra rechazó este martes un requerimiento de Damm para sacar a Sousa y a uno de sus antiguos colaboradores, Alfonso Paz-Andrade, del consejo. La cervecera solicitaba la medida con el argumento de que sus cargos expiraron el pasado abril.
La permanencia del ex presidente y Paz-Andrade, que se ha distanciado de Sousa, en el máximo órgano de gobierno de la empresa es importante porque antes de la junta se tiene que volver a reunir el consejo para elegir al presidente de la junta. Aunque esto sea un mero trámite formal, el elegido determinará las votaciones posteriores de los accionistas. Si el juez hubiera aceptado la petición de Damm, el grupo cervecero habría ganado mayoría en el consejo.
Agujero patrimonial
La junta tendrá lugar una semana después de que Deloitte, administrador concursal de la firma, haya revelado en su informe que el agujero patrimonial de la empresa es de 1.667 millones de euros, superior al estimado inicialmente, y que cuenta con una deuda de más de 3.674 millones de euros.
La firma se enfrenta a sus accionistas después de que haya trascendido que en los ejercicios 2011 y 2012, un 77% y un 80%, respectivamente, de las ventas registradas por Pescanova se corresponden con ventas realizadas a sociedades instrumentales "sin contenido económico" y que la empresa se financiaba con un esquema similar al piramidal.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene abiertos media docena de expedientes a Pescanova y a varios de sus consejeros por la comisión de presuntas infracciones "que normalmente llevan aparejadas sanciones", si bien en la actualidad el procedimiento de todos ellos está parado a la espera del proceso judicial contra el que fuera presidente de la empresa durante los últimos 33 años.
Así lo ha indicado la presidenta del supervisor del mercado, Elvira Rodríguez, quien ha detallado que el organismo abrió dichos expedientes a la pesquera en concurso de acreedores por distintas presuntas infracciones.
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