La Reserva Federal adopta la nueva regla para fortalecer la banca con más capital
La normativa busca que los bancos tengan una posición de capital robusta para poder conceder préstamos a familias y negocios incluso durante un periodo de recesión económica
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido finalmente adoptar las nuevas reglas de capital internacional para la banca, Basilea III. La normativa tiene como objetivo garantizar que los bancos mantienen una posición de capital robusta, lo que les permitirá conceder préstamos a familias y negocios durante un periodo de recesión económica severo y absorber posibles pérdidas. La Fed también señala que permitirá cerrar los atajos que quedaron al descubierto en la última crisis financiera.
Las grandes instituciones financieras que operan en EE UU deberán someterse a una mayor regulación para así garantizar que cuenta con el colchón de liquidez necesario para operar en situación de estrés, como la de 2008 y 2009. El banco central también acordó una serie de excepciones para las entidades locales.
Las grandes instituciones financieras deberán garantizar que cuenta con el colchón de liquidez
En boca del presidente Ben Bernanke, los nuevos requerimientos de capital están diseñados para que reflejen mejor el perfil de riesgo de las entidades. Y al mejorar la resistencia del sistema bancario en tiempos de estrés, Bernanke señala que eso redundará en beneficio del conjunto de la economía. La Fed insiste en que este es un paso más en la reforma y necesario.
Los bancos tuvieron de plazo hasta final de octubre para exponer sus comentarios a los cambios propuestos por la Reserva Federal hace un año. El Fondo Monetario Internacional pidió semanas atrás que no se moderara más el proceso de adaptación, porque la incertidumbre legal impedía a los bancos conceder nuevos créditos y a su vez creaba una vulnerabilidad en el sistema.
Tanto EE UU como la Unión Europea incumplieron el plazo para empezar a aplicar la nueva legislación internacional, fijado en el 1 de enero de 2013. No es solo una cuestión de tamaño, también de calidad. Aunque los grandes bancos fueron los ejercieron la mayor presión contra el cambio, fueron los pequeños bancos los que presentaron más comentarios por la amenaza sus negocios.
Para los conocidos como community banks, los nuevos requisitos de liquidez suponen un fardo reglamentario adicional en operaciones como la concesión de hipotecas y otros préstamos a empresas locales. Los expertos temen además que Basel III ponga trabas a la creación de nuevas entidades sanas. De hecho, en el último año no se formó ni un solo nuevo banco en EE UU.
La discusión de las nuevas reglas tampoco fue fácil entre los reguladores del sector financiero en EE UU, que llevaban meses negociando la aplicación de Basel III. Y eso que los bancos del país suelen están por lo general mejor capitalizados que en otros países. Aún así, desde los foros internacionales se pedía a EE UU que profesara con el ejemplo tras el colapso de Lehman Brothers.
La gran mayoría de bancos ya cumple. En la actualidad, el 95% de las entidades con hasta 10.000 millones de dólares en activos tienen un colchón de capital que entra dentro del requisito mínimo de capital (4,5% Tier 1) que exige la nueva regulación. Aún así, la Reserva Federal calcula que un centenar de entidades necesitará recaudar 4.500 millones para estar en línea con la legislación.
La aplicación de las primeras reglas comienza el 1 de enero para los grandes bancos. Los pequeños tendrán un año más de margen. La transición durará hasta final de esta década. La versión final de la regulación adoptada por la Fed lanza en paralelo un debate sobre el papel que deberá tener el Congreso en el proceso para desmantelar entidades sistémicas y partir el negocio de los grandes bancos.
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