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Vino manchego con mucho mundo

Presente en China desde 1998, Félix Solís abrirá bodegas en EE UU, Chile y Brasil

Para el año 2020, Félix Solís espera vender el 70% de su producción fuera de España.
Para el año 2020, Félix Solís espera vender el 70% de su producción fuera de España. Uly Martín

Allá por los años sesenta, las bodegas de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha eran las principales proveedoras de los vinos que se apuraban en Madrid, desde los bares y tabernas a los mejores establecimientos de la restauración. Félix Solís, padre de los actuales gestores del grupo que lleva su nombre, fue uno de aquellos bodegueros que, casi con la empresa recién constituida, decidió tomar una de las primeras medidas de expansión: la adquisición en la capital de una industria embotelladora. Una década más tarde, copado el mercado madrileño, la empresa iniciaba ya la vía de la exportación. Y para ello eligió los países de Centroeuropa, siguiendo el sendero de los miles de trabajadores emigrantes hacia Alemania o Suiza, sin olvidar las posibilidades de consumo de vino barato en otros puntos como el Sáhara Occidental, Ceuta y Melilla.

Hoy, el grupo de origen manchego opera en más de un centenar de países, donde efectúa el 55% de sus ventas, con el objetivo de llegar antes de 2020 a que ese porcentaje supere el 70%, pero en base a vinos en todos los segmentos de precios y calidades. El grueso, como en la actualidad, seguirá siendo los caldos procedentes de las denominaciones de origen Valdepeñas y La Mancha.

Tanto por volumen de uva transformada como por número de botellas comercializadas —285 millones en el último año, con una facturación de 240 millones de euros—, Félix Solís Avantis se halla entre las tres bodegas más importantes del país. Mantiene una estructura netamente familiar, ya en su tercera generación, y la filosofía que dio origen a la bodega: exportación, vinos competitivos por la relación calidad-precio de las denominaciones de origen más importantes y apuesta firme por los vinos de la comunidad autónoma donde se ubica el grupo. El grupo, según los datos manejados por la empresa, es hoy el mayor exportador de vinos tranquilos en un centenar de países y ocupa el décimo lugar en el ranking de bodegas de este tipo de caldos. La enseña Viña Albali es la marca española más vendida en Reino Unido, con el 7,1% de cuota de mercado, según datos de Nielsen, y una de las dos marcas españolas de calidad más vendidas en el mundo.

Felix Solís Ramos, responsable de exportación y tercera generación en la bodega, tiene clara la necesidad de la apuesta por los mercados exteriores. “En una primera fase es indispensable entrar vía los importadores y distribuidores que conocen el país”, explica. “La segunda fase, si el mercado funciona, puede pasar por la puesta en marcha de plantas embotelladoras y, finalmente, la implantación con una bodega en función de ese mercado interior, sobre todo por las posibilidades de la misma para operar en una determinada zona geográfica”.

La empresa planea invertir 50 millones en su expansión internacional

De acuerdo con esa estrategia, el grupo manchego fue la primera bodega española con presencia productiva en China, allá por 1998. China, reconoce Félix Solís, “no es un mercado fácil, hay que tener paciencia y de ello dan prueba que en los primeros seis años los resultados fueron negativos”. Bajo la enseña de Félix Solís, el grupo puso en marcha, en primer lugar, una planta embotelladora, con una inversión estimada de 800 millones de las pesetas de entonces. Desde la empresa se importan fundamentalmente vinos de precios medios y bajos para su embotellado y distribución en el país. “Los buenos vinos baratos tiran del resto”, sostiene. En una segunda fase, el grupo ha desarrollado, a través de la empresa Pagos del Rey, una nueva sociedad dedicada solo a la importación de vinos de calidad y precio. En total, las ventas del grupo en ese país se sitúan en unos 14 millones de litros, de los cuales la mitad serían en forma de graneles y el resto vinos envasados de calidad.

En Asia, el segundo mercado del grupo se halla en Japón, donde comercializa más de ocho millones de litros. La implantación de los vinos del grupo en ese país corresponde fundamentalmente a la enseña Los Molinos, primera marca en ese país y una de las más vendidas en todo el mundo.

Junto a esta estrategia para competir en los mercados emergentes de Asia, el grupo mantiene una importante estructura logística y comercial en los mercados maduros, como la Unión Europea, y en la actualidad tiene la vista puesta en la expansión en el continente americano, para lo cual tiene planes de invertir 50 millones de euros hasta 2016.

Viña Albali y Los Molinos son líderes en Japón y Reino Unido

Hoy, entre las apuestas más importantes de la empresa en el exterior, destacan dos planes. El primero corresponde a Estados Unidos, donde el grupo cuenta ya con una importante relación con importadores y distribuidores. Adquirida la experiencia y un mayor conocimiento de ese mercado, el grupo acaba de poner en marcha, en la misma Napa (California), una base propia con la que se espera lograr una mayor penetración en ese Estado y en todo el país. Los planes del grupo pasan en una segunda fase por la constitución de una bodega y producciones propias en una de las zonas vitivinícolas más importantes del mundo.

El segundo plan corresponde a la futura presencia del grupo en Chile, uno de los países sudamericanos con mayor y mejor imagen en el sector del vino. El objetivo de Félix Solís en ese país es disponer de una bodega con producción propia, para lo que maneja dos opciones: compra de una ya en producción o construir una nueva adaptada a sus pretensiones productivas.

A diferencia de la Unión Europea, donde los acuerdos bilaterales que suscribe la Comisión obedecen a múltiples razones o a los intereses de los principales países, en el caso de Chile el vino es una producción importante en el conjunto de su economía y tiene además un peso grande de cara a la exportación. En ese contexto, Chile tiene en cuenta los intereses del vino a la hora de firmar acuerdos preferenciales con países con importantes mercados consumidores, con posibilidad de beneficiarse en rebajas de aranceles en terceros países, desde Estados Unidos hasta Japón e incluso hacia algunos socios de la Unión Europea. Finalmente, a petición de políticos de ese país, el grupo estudia abrir otra bodega en Brasil dado su potencial de consumo interior.

A por más D. O.

Las bodegas del grupo Félix Solís Avantis en España se agrupan en dos empresas: Félix Solís y Pagos del Rey. La empresa Félix Solís aglutina las bodegas de Valdepeñas (Ciudad Real), donde se recepciona anualmente la uva de 500 hectáreas propias y la producción de más de 4.500 viticultores, una planta con capacidad para envasar 159.000 botellas a la hora y que constituye además la sede donde se ubican las oficinas centrales y que opera como centro logístico para la comercialización de los vinos de todas las bodegas. Bajo la misma empresa se halla otra bodega en la cercana Moral de Calatrava, también bajo la denominación de origen Valdepeñas, y otra bodega en La Puebla de Almoradiel (Toledo) en el marco de la denominación La Mancha. Bajo la sociedad Pagos del Rey, el grupo cuenta con bodegas en Ribera del Duero, Toro, Rueda y La Rioja. El conjunto de las zonas donde tiene bodegas el grupo suma el 70% de los vinos con denominación de origen. La empresa considera abierta la política de expansión en España para completar su oferta. En esta línea, desde Pagos del Rey se pretende incrementar la presencia del grupo con una bodega en la zona de producción del cava en Cataluña y de otra bodega, pensando en la exportación, en la denominación de origen Rías Baixas. 

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